G U N N A

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Era un lindo día en aquella pequeña ciudad, bueno, no tan pequeña para la linda y pequeña criatura que se encontraba gateando hasta la puerta de so hogar.

Para la niña aquella era una oportunidad para salir que no podía desaprovechar, su madre dejo por accidente la puerta abierta y ella estaba ansiosa por ir a descubrir aquel mundo. Su niñera se encontraba en la cocina haciendo un biberón para la niña y su primo se encontraba jugando en el marco de una ventana con carritos de juguete.

Tras un largo recurrido, al menos para la niña, logro poner un pie en el exterior, soltó una risa de felicidad y siguió su camino. Todo se veía maravilloso, pero el suelo se sentía frío, rasposo, no le gustaba mucho, sin embargo, las cosas cambiaron cuando observo a lo lejos una brillante linea amarilla en el camino, sin dudarlo fue rápido hacia la línea, bajo un pequeño escalón y camina algunos pasos mas hasta que llego a donde estaba la brillante raya.

Era un larga línea que desprendía un olor que la pequeña reconocía por la vez en que pintaron su habitación, se le ocurrió tocar con su manita la línea y sorpresa la suya al descubrir un color amarillo brillante en su linda mano.

A ah- grito la niña con frustración.

Mientras tanto que en una ventana de la casa un pequeño niño se sobresalto al escuchar un grito en la calle, se asomo un poco y se asusto al ver a su pequeña prima en el Medio de la calle agitando su manita de color amarillo brillante.

VANESA!!- grito con preocupación el niño, Vanesa volteo admirar a la ventana de su casa para sonreír dulcemente en dirección a su primo, inocente la Vanesa.

Isaac que paso!?- llego la niñera de los niños al escuchar a su pequeño de cabello sedoso gritar par previamente salir corriendo en dirección a la calle.

Isaac corrió hasta la acera e intento llamar a la pequeña niña que solo sonreía sin entender lo que el niño decía. Un auto se aproximaba hasta la niña, al parecer el conductor estaba ciego o algo así porque no se veían intenciones de frenar.

VANESA!!- Isaac corrió en dirección a su prima y la empujo con todas sus fuerzas justamente cuando el carro estaba a punto de atropellar a la pequeña de 3 años, arrojo a la niña a la acera de enfrente logrando salvarla, pero resiviendo el impacto de coche sobre su pequeño cuerpezito.

ISAAC!! NO NONO- fue lo ultimo que el niño logro escuchar junto al llanto de su prima de fondo antes de caer inconsciente.

....unas horas después

¿Porque su primo estaba en esa habitación?
¿Le paso algo malo?
¿Puedo verlo?

Agh aaaa u- miles de dudas inundaban la cabeza de la pequeña que solo podía emitir ruidos extraños en lugar de palabras, todo era raro, su niñera anteriormente hablaba con un hombre con bata blanca, su mama y su tía vinieron hasta acá y se pelearon, unos hombres se llevaron a su primo en un camión muy grande, ella tenia miedo por todo lo que pasaba.

Entonces la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Isaac con un yeso en el brazo izquierdo, varios vendajes y una paleta en su mano derecha, pero con una sonrisa al ver a su prima a salvo.

Iaac!- grito la niña mientras forcejeaba con el par de brazos que la mantenían pegada al cuerpo de su madre, mientras que por otro lado Isaac se mantenía cabizbajo escuchando a su madre que la hablaba con severidad.

¿Porque fuiste corriendo a la calle?- decía su madre muy enojada
E..es que vi a Vanesa afuera y..y la iban a atropellar-
¡Pues debiste dejar que pasara! Desde que nació solo trae problemas a la casa- Isaac no podía creer lo que escuchaba, ¡su linda prima era un angelito!
P..pero mama..-
¡NADA DE PEROS! EN DOS DÍAS ESA MOCOSA Y SU FAMILIA SE IRÁN DE LA CASA Y NO PUEDES RENEGAR POR ELLO!- el pequeño se asusto y dio un paso hacia atrás , pero no lloró.

Cuando llegaron a la casa su tía empezó a empacar sus cosas, el los miraba con tristeza, pero no lloró.

Unos días después se tuvo que despedir de su prima, ella se iría junto a su familia hasta Japón, Vanesa lloró, pero el, el no lloró.

Desde entonces dejo de ser aquel niño eufórico que siempre había sido, ya no reí tanto como antes, ya no era inquieto, ya no se emocionaba mucho...ya no lloraba