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Yoongi.
Jimin se fue de mi lado, corriendo extremadamente molesto y yo en ese momento solo podía pensar en lo estúpido que fui al recordar lo que hice. Lo único que quería era ir a mi habitación y drogarme de nuevo, caer en algún efecto narcótico para poder olvidar todo lo que había pasado hoy. Me perdí en mis pensamientos, reprochándome una y otra vez mis acciones y unos cinco minutos después, la conciencia volvió a mí, entonces empecé a caminar rumbo a mi casa, donde podía tocar el piano y relajarme un poco.

Caminé una calle, y luego otra, y luego otra, cuando me di cuenta que las lágrimas no dejaban de salir de mis pequeños y gatunos ojos, sentía un fuerte dolor de cabeza por culpa de el llanto, sin embargo, por mas que lo intentaba no podía controlar lo que sentía e intentar arreglar las cosas, mi cobardía me tenía encerrado en una habitación llena de inseguridad, reproches y miedo.

Llegué a mi casa, con la ropa desgarrada y salpicada en algunos lugares de sangre. Cada que volteaba a ver mi apariencia, la tristeza se volvía a apoderar de mí, y como si de una tortura se tratase, cuando cerraba los ojos la imagen de Jimin hirviendo en furia se proyectaba en mi mente, reviviendo las palabras exactas que uso antes de irse a no sé dónde. Antes de abrir la puerta me detuve, rogando porque mis padres ya estuvieran acostados para que no me preguntarán nada acerca de mi aspecto. Introduje la llave en el pórtico, le di la vuelta, suspiré, abrí y luego entre, había un montón de cosas tiradas por todos lados, me abrí paso por todo lo que me obstruía el paso y finalmente llegué a la cocina para tomar un último refrigerio antes de volver a caer en adicción. Al adentrarme en el lugar, encontré a mi madre totalmente desconsolada llorando, con la cabeza recargada en una de sus manos y en la otra un pañuelo, mi padre no se encontraba en la casa y por mucho que ellos me habían dañado, me dolía verla de esa manera.

Yg: ¿Estás bien?, ¿qué ha sucedido?- tomé una silla y la moví a modo de que pudiera sentarme.

Xx: No, no estoy bien, qué no lo notas- contesto con la voz cortada y de mala gana.

Yg: No es mi culpa las mierdas que pasen entre tu y mi padre, ¿bueno?- me levanté de la silla, sin duda alguna a drogarme.

Xx: ¡No! Perdón, sé que no tienes nada que ver, es solo que, en serio estoy mal- me volví y comencé a acariciar su cabello a manera de consolación.

Yg: ¿Necesitas un hijo a quien contarle todo?- una sonrisa combinada con tristeza se formó en mi rostro, no dejaba de acariciar su pequeño, brillante y suave cabello.

Xx: Yoongi... No te merezco, no te merecemos. Al fin entendí por lo que estabas pasado y vaya que soy una mierda de persona, lo que te hice no se lo hacen los padres a sus hijos, o a alguna persona en general. Me arrepiento por haberte tratado tan mal, eres mi hijo y te amo, seas quién seas, quieras a quien quieras- comenzó a llorar con mayor intensidad y yo la abracé mientras la acurrucaba en mi pecho.

Yg: Vamos.! Talvez eso le pase a todos los padres al principio cuando los hijos les digan de un día a otro que son homosexuales- la justifiqué con la esperanza de que se sintiera mejor- Aunque, eso no explica que diablos paso en esta casa.!

Xx: Hablé con tu padre, acerca de la aceptación y que por fin te comprendía, que te apoyaba ante todo, pero el creyó que había enloquecido totalmente. Las cosas se salieron de control y ambos comenzamos a gritar, a lanzar las cosas de un lado a otro, hasta que nos rendimos y él salió de aquí hace unas dos horas.

Acomodé un mechón de cabello tras su oreja y con mi mano en su barbilla levanté su cara, para después darle un pequeño besito en la frente.

Yg: Me alegra mucho que al fin me acepten, y descuida, mi padre volverá y me aceptará también. Solo es cuestion de tiempo, ¿de acuerdo? Ahora tengo cosas que hacer, hasta mañana- le esbocé una sonrisa la cual correspondió tiernamente.

Me levanté de la silla, dejando otro beso en su frente y salí de el lugar. Mi mamá estaba tan devastada que ni siquiera noto lo deplorable que lucía con la camisa rota y los jeans manchados. A pesar de que, en un lugar de mi, la culpa y el dolor me consumían, por fin, después de tanto tiempo sentí tranquilidad sal saber que mis padres, al menos uno de ellos me aceptaban, estaba seguro de que todo mejoraría, el único problema ahora era lo que pasó con Jimin.

Toqué el piano unos diez minutos, pues esto me ayudaba a pensar conscientemente, sin drogarme. Cuando estaba más tranquilo tomé mi celular y le mandé un mensaje a Hobi, esperando uno de sus sabios consejos, para que me ayudara a pedirle perdón a Jimin y que todo volviera a estar como antes, e incluso mejor. Inmediatamente después de mandar el texto lo vió, pero no respondió, si no hasta unos tres minutos después, diciéndo solamente que en un momento me llamaba.

Estaba esperando ansioso mientras lavaba esmeradamente mis dientes cuando el rington de mi móvil resonó haciendo eco en el baño y entonces enjuagué mi boca apresuradamente y atendí la llamada.

Hs: Joder, te dejo un minuto solo y dices arruinar las cosas con Jimin, ¿qué es lo que te sucede?- dijo burlón y yo podía escuchar a otra persona junto a Jhope del otro lado de la línea.

Yg: No necesito regaños en este momento, solo quiero tener a mi ángel de vuelta.

Hs: Cuida tus palabras, que alguien aquí si quiere regañarte y estoy seguro que si quieres escucharlo.

Yg: ¿Qué tonterías estás diciendo?- le pregunté confundido.

*No hyung* Fue lo último que escuché y luego Hobi puso la llamada en espera. Quince segundos después, la reanudó y seguía igual de confundido.

Yg: ¿Hobi? ¿todo bien?- me preocupé porque la llamada parecía cortarse.

Jm: Si, todo bien hyung.

Sentí un gran alivio al escuchar su dulce voz.

Yg: ¡Jimin! ¿Qué...qué haces ahí? Deberías estar en tu casa, ya es tarde para que estés fuera- lo regañé.

Jm: Alto anciano, aquí el que debe recibir reproches, eres tú.

Yg: Tienes razón, te escucho- bajé el tono de voz, esperando a que el menor hablara.

Jm: Se arruinaron las cosas- hice un puchero al oír aquello- pero no fuiste tú, fuimos ambos. No me arrepiento por haber terminado a Tae porque quiero salir contigo, pero esos golpes creo que estuvieron de más.

El latido de mi corazón aumentó considerablemente cuando analicé las palabras de Jimin.

Yg: No...

Jm: ¿Qué pasa, Suga?

Yg: Dime que no escuchaste que te dije ángel.

Jm: Amm... la verdad, sí, pero me encanta que me llames así- soltó una risita y yo me puse nervioso.

Yg: Entonces... ¿Todo bien?- me atreví a preguntar.

Jm; Sí, todo bien, tonto- soltó un suspiro y luego escuché el móvil cambiar de manos.

Hs: ¿Lo ves?, no era tan difícil- volvió a burlarse.

Yg: Idiota...

Hs: Bueno pequeño enamorado, ya es tarde, iré a dormir con Jimin, si te enteras de algo ya te avise- ambos rieron al unísono desde el otro lado del teléfono.

Yg: Pudrete.- le dije mientras esbozaba una sonrisa involuntaria.

Hs: Yo también te quiero, imbécil, buenas noches y hasta mañana.

Cortó la llamada y yo salte de felicidad a la cama, dejándome caer sin cuidado alguno. De nuevo, Jimin, era la causa de mi sonrisa estúpida y todo se lo debía a "la esperanza". ¿Qué sería de la vida de todos sin Hobi?

Adicción {Y.M.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora