Adicción {Y.M.}

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En esta historia, solo habrá dos capítulos Namjin y aún no tengo definidos cuántos Hopev pero la mayoría tendrán lemon :3
Cambio y fuera. <3
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Namjoon
De un tiempo para acá, mis días se habían vuelto algo monótonos y a pesar de eso, Jin era la persona principal que podía hacer que olvidará todo eso, el y los chicos.
No sé cómo fue que Jin y yo comenzamos a salir, pero desde entonces, me atrapó, su ternura y carisma lograron enamorarme inmediatamente y estoy seguro que nunca encontraré a alguien que me haga sentir tan cómodo y tan bien conmigo mismo como lo hace Jin, porque desde que lo tengo a él  hace mi vida más fácil, supe que de eso se trata el amor, de que la vida de vuelva más sencilla a lado de quién amas, no más complicada.

Era un miércoles por la tarde, acababa de terminar mis ocho horas de trabajo diario. Habían pasado unos tres días que no veía a Jin y la verdad, nunca me sentía tan agotado. Ese día mi novio toma clases de canto nocturnas que inician una hora después que yo termine de trabajar, entonces hoy tenía la posibilidad por verlo si pasaba por el y luego lo acompañaba a su curso, al cual, él asistia con mucho entusiasmo. Estaba ansioso por encontrarme con él después de tanto tiempo que ni siquiera me cambié el uniforme de el empleo, quería llegar a casa de mi bebé lo antes posible.

Salí muy feliz de mi trabajo, y aunque fue cansado nada me quitaba la emoción y las ganas de ver a Jin. Caminé una calle y luego me detuve en una pequeña tienda que se encontraba por dónde iba pasando y compré un bocadillo para regalarselo a mi novio.

(El edificio donde vive Jin está en medio de una calle y en frente de este hay una avenida, por lo que hay una pequeña esquina diagonalme a unos metros de el edificio)

Estaba a unas tres o cuatro calles de llegar y lo llame para anticipar mi llegada y que el estuviera listo para que nos diera tiempo de ir a comer algo o, simplemente caminar juntos como lo hacemos habitualmente.

¡Hola amor! Ya estoy cerca...¿en cinco minutos?...no hay problema...te espero afuera de el edificio... Te amo.

La voz de Jin me había tranquilizado y calmado casi por completo, el tenía esa magia en mí, el es mi debilidad.

Me detuve en la esquina que está enfrente de el edificio de mi novio y me quedé ahí esperándolo, estaba tan distraído jugando un puzle con mi móvil que no noté que alguien había llegado y estaba realmente cerca de mi. Levanté la mirada al sentir el calor de otro cuerpo junto al mío y no pude evitar poner los hijos en blanco y alejarme cuando ví de quién se trataba.

Sn: ¡Hola guapo! Luces muy bien hoy- finjió su voz aún más aguda de lo que ya era mientras sonreía.

Nm: Hola, Soan- musité con disgusto.

Sn: ¿Por qué esa cara? ¿has olvidado lo que pasó el otro día?- mordió su labio inferior y acarició mi cabello.

Nm: ¿Le llamas "algo" a tus amenazas?- alejé su mano de mi pelo- Si te besé el otro día fue porque no quería que le hicieras nada a Jin.

Sn: Por favor Namjoon, sé que te gustó tanto como a mí.- volvió a morder su labio inferior.

Me acorraló en esa esquina, y para mí mala suerte no podía tomarla con tanta fuerza porque, el hecho de que ella es mujer, la convierte en alguien más débil y no quería lastimarla físicamente. Puso una mano en mi cuello mientras subía una de sus largas piernas a la altura de mi cadera, en un intento inútil de seducirme. Comenzó a llenarme de pequeños besos que yo odiaba, desde la oreja hasta el cuello, de un lado a otro y yo hacía lo posible por quitármela de encima, ella me provoca tanta repugnancia. Puse mi mano derecha en su cintura haciéndola hacia atrás, pero ella apretaba su agarre hacia mi con su pierna así que con mi otra mano tomé su pierna para intentar quitarla de una vez.

Tenía ambas manos en el cuerpo de Soan tratando de alejarla de mi e involuntariamente levanté la mirada y ahí estaba Jin, en la puerta del edificio, viendo cómo Soan besaba mi cuello y la posición de mis manos en ella no ayudaba mucho. Él no hizo nada, solo estaba ahí paralizado y a pesar de la lejanía, veía el brillo de sus lágrimas con el reflejo del sol caer por sus mejillas. En un movimiento rápido, quité a la chica más mustia que conozco de mi cuerpo. Cuándo la separé, volteó bruscamente a ver al mismo sitio que yo veía, encontró a Jin y le mando un beso, después de eso se fue caminando moviendo las caderas más de lo normal y desde mi parecer se veía ridícula. Inmediatamente corrí hacia donde estaba Jin, aún si saber cómo reaccionar.

Nm: Amor, no es lo que estás pensando- puse mis manos en sus hombros preocupado.

El se quedó quieto un momento, luego parpadeo y una lágrima más, bajó de sus ojos.

Jn: ¡No me toques! ¡Y tampoco me llames amor! Ya no tienes derecho a decirme así, ¡Terminamos!- me gritó, tomó mis manos y las quito de sus hombros azotándolas hacia abajo.

Nm: Jin... Puedo explicarlo.- dije ya con la voz quebrada.

Jn: ¿Qué vas a explicarme? Cómo casi te follas a esa zorra en medio de la calle, mejor guardarlo Namjoon.- volvió a gritar pero se escuchaba claramente el nudo en su garganta.

Eso fue lo último que me dijo, después, se dió la vuelta e ingresó de nuevo al edificio. Quería salir corriendo detrás de él, pero le había dicho a las personas que son las encargadas de seguridad que no me dejarán entrar al edificio, así que cuando estaba a unos centímetros de abrir la puerta un vigilante me detuvo empujándome hacia atrás.

Xx: Nam, no sé que hayas hecho, pero la cagaste, Jin no quiere ni recordar tu nombre, se veía demaciado mal- me dijo el hombre que cuidaba la puerta.

Nm: Hazte a un lado, tengo que hablar con el- pase la mirada por encima de el hombre, viendo cómo Jin entraba al elevador sin voltearme a ver siquiera.

Xx: Lo siento enano, hoy no puedo dejarte entrar, pero si vienes en dos semanas haré como que olvidé el tema y te dejo pasar, ¿okay?-

No tuve más remedio que asentir triste y desconsolado. Tomé camino a casa, no sin antes mandarle mensaje a Hobi, para que me ayudara con todo esto.

Por mensaje le expliqué la situación a Jhope y me dijo que me calamara, que esperara un par de días antes de volver a buscar a Jin porque el seguiría enojado y por obvias razones, en vez de resolver, se joderían más las cosas. Tenía razón, así que solamente, llegues a casa a beber y llorar exageradamente hasta que me quedé dormido, esperando que para cuando despertara, todo volviera a la normalidad, esperando que todo fuera una maldita pesadilla.