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Los pastizales pintaban la tarde de colores naranjos, pero el cielo los opacaba por esas nubes cubriendo toda la luz, dejando ver azul y gris impregnado en el aire.

Tyler estaba sentado entre esos color amarillos, anaranjados y crema. Leía un libro de portada roja con una estrella invertida en el centro.

El castaño era principiante entre sus hermanos y hermanas brujas, él quería llegar a ser poderoso, que su pueblo rogara por piedad... pero aún sólo era un joven de 20 años, y sus poderes eran mínimos. Lograba la telepatía, pero era una de las cosas más fáciles de lograr, aunque él lo dominara muy poco.

Esta vez tenía un reto, algo maquiavélico y muy grande, algo lo cual haría que  sus hermanos y hermanas no lo vieran como un niño.

Su objetivo era dominar las invocaciones, lo haría invocando demonios pequeños o solo espíritus de difuntos. Esa tarde estaba leyendo como poder hacerlo, su mente estaba llena de conocimientos que recopilaba de apoco.

Su aprendizaje y tranquilidad fue interrumpida por una piedra que cayó en su libro botándolo.

- ¡largo del pueblo brujo!

Gritó un hombre campesino, mientras que atrás de él estaba una joven y otro chico, parecían los hijos del hombre.

Tyler no podía ocultar que era brujo. Le enorgullecía ser amante de Lucifer. Llevaba siempre su libro rojo y sus prendas de completo negro. Su piel era pálida como la luna, y en su cuello lucia una apretada cinta negra.

El castaño solo le sonrió al hombre y siguió leyendo, pero otra piedra cayó esta vez en el hombro del menor, dejándolo con un corte pequeño. El castaño no sintió dolor, aunque estuviera sangrando. El hombre sonrió al ver lo que provocó, pero su sonrisa desapareció al ver que el menor se paraba de ese pastizal y su mirada se volvía serio, más de lo normal, frunciendo su ceño.

Movió su cabeza hacia un lado ligeramente haciendo que el hombre cayera y se arrastrara de una forma sobrenatural.

Sus hijos corrieron asustados, y el hombre se paró siguiendo a ambos. Tyler comenzó a reír.

Se tiró al pastizal aún con esa risa, pasando en sus recuerdos una y otra vez la cara asustada de esas personas. Su libro  a un lado de él se abrió en la página en donde había quedado. Tyler se puso de estómago contra en piso y siguió leyendo hasta que la noche indicaba que era hora de ir con sus hermanos y hermanas.

Comenzó a caminar hacia el pueblo, adentrándose lentamente mientras tarareaba. Su silueta negra se paseaba por los árboles, hasta comenzar ver el fuego que transmitía esa fogata al medio de un círculo de sangre derramada de animal. Tyler al llegar vio a todos de la mano.

- perdón por llegar tarde.

Se disculpó mientras tomaba la mano de uno de sus hermanos.

- qué no se vuelva a repetir hermano, sabes lo que te sucederá a la próxima.

Dijo una mujer de cabellos pelirrojos y enrulados. Su piel era igual de pálida y vestía de rojo. Era la hermana superior.

- s-si, le juro que no volverá a pasar.

Todos comenzaron a decir sus oraciones dedicadas a Satan y miraron el cuerpo muerto de una mujer embarazada en medio de la fogata. Caminaron hacia este y escupieron todos al unísono hacia el cuerpo ya carbonizado.

Tyler sintió algo en su nuca al hacerlo, un cosquilleo. Giró su mirada y vio que solo estaba la oscuridad del bosque consumiendo los árboles y criaturas que habitaban allí.

El castaño volvió su vista hacia la fogata y sintió como comenzaba a flotar. Veía el suelo cada vez más lejos. Todos sonreían mirando el cielo en forma de satisfacción mientras que Tyler solo se dedicaba a mirar sus pies pisando la nada.

[...]

La reunión terminó a las 4 AM. Tyler debía de regresar a su hogar. Caminaba por el bosque hasta llegar a su cabaña la cual la compartía con dos personas más, dos brujos pero de magia blanca.

Digamos que ninguno era tan compatible con Tyler, pero el menor se quedaba solo callado y sumiso antes los mayores.

Evan Brown y Oliver Miller. Ambos eran amantes, o al menos eso creía Tyler.

Entró a la cabaña intentando no hacer ruido, pero las maderas del piso crujían cada vez que daba un mínimo paso. Se sintió aliviado al llegar a su cuarto.

Debía seguir practicando para lograr dominar las invocaciones.

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Bienvenidx lector/a a una nueva historia orientada en el siglo xviii ; 17.

Me gusta mucho escribir sobre temas de brujería y esta historia se me hace muy interesante de completar.

Abajo de cada capítulo irá una imagen dedicada a tal para hacer más completa la fic.

También quiero agregar que los nombres pocos comunes son inventados así que tienen el derecho de imaginarlos como quieran.

Atte: la escritora ~

NEVER! ; JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora