Khatys: La Guerra.

70 3 0
                                    

Lamphys- ¿Pero mira qué tenemos aquí?, La Rubí de Séphiron

Rápidamente, Lamphys se coloca frente al chico con postura de querer protegerlo.

Lamphys- ¿Qué es lo que quieres en Khatys?

Bibliotecaria- Lo que yo quiero, mas bien, lo que ambos queremos querida Esmeralda de Khatys, alguien está incumpliendo el trato... ya ha conquistado otro planeta aparte del que él es propietario, yo hui de mi planeta para buscar ayuda, todos los Deamons sabemos lo que está pasando en el universo.

Kaeden- ¿De qué están hablando ustedes dos?

Lamphys- Mira tú pequeña cosa asquerosa, los Deamons hicimos un trato, nadie invadiría en son de guerra el planeta del otro, el que rompiera este tratado sería aniquilado por el resto. Pero al parecer no todos siguen las reglas del juego.

Kaeden- ¿Y a qué vienen esos nombres de piedras preciosas?

Lamphys- Cada uno de nosotros tiene el nombre de una gema, ese nombre viene del color de nuestros poderes, yo soy La Esmeralda de Khatys, por eso mis poderes son verdes, de ahí que te salió sangre verde de los ojos hace rato.

Kaeden- ... Okey, no vuelvas a hacer eso por favor.

Lamphys- Ya te respondí, ahora déjame ver qué está pasando en el universo.

Bibliotecaria- Ya te imaginarás quien es el que está haciendo todo este desastre, ¿No?

Lamphys- Primero que nada, quítate esa estúpida forma humana Grindha.

De repente la bibliotecaria brillo con una luz roja muy tenue, transformándose en una señora joven, cabello largo rojizo, con un vestido de noche tono rojo, un listón cruzado idéntico al de Lamphys, y con una sonrisa muy peculiar.

Grindha- Bueno, aquí estoy, tengo que aprovechar mis habilidades de alguna manera ¿no?, Entonces, ahora, ¿qué vamos a hacer para detener a Radimph?, mira en tu listón ya son dos gemas blancas, eso significa que ya se ha apoderado de 2 planetas, no tiene mucho que comenzó y ya conquistó aquel planeta. No vine aquí solo por placer, es el planeta más alejado al de Radimph, mi planeta sigue a salvo, pero... sola no puedo lograr mucho, sobre todo porque ese idiota era la Luna más grande de Ríza, por tanto, tiene un poder inmenso.

Lamphys- Radimph... el Diamante de Hiroshein... jamás entabló amistad con nadie, y ahora quiere conquistar el universo.

Lamphys deja de proteger a Kaeden de Grindha.

Grindha- llevo buscándote algunos meses, eres el único Deamon en el cual puedo confiar, además, tienes suficiente poder como para acabar con Radimph.

Lamphys- Grindha... no puedo vencerlo, no tengo ni la mitad de poder que él.

Grindha- Eso es lo que crees, ahora estás ligado a un humano, antes eras tu sólo, ahora son ustedes dos, están juntos en esto, pueden hacerlo, todos los planetas los necesitas y...

Lamphys- Wow Wow Wow, cálmate, ¿Por qué querría salvar este hediondo planeta y a los estúpidos humanos?

Grindha- ... has estado suficiente tiempo en este planeta como para no saber el valor de nuestros mundos, no lo hagas por ellos, hazlo por proteger lo que es tuyo.

Lamphys- ¿Tú crees que le tengo cariño a este planeta?, es decir, he estado encerrado por dos milenios en los malditos humanos, esto no es lo que quiero, prefiero que terminen con todo ellos.

Grindha- Lamphys, ya eres libre... ya no estás atado totalmente a un humano, obviamente ahora él es inmortal junto a ti, pero técnicamente ambos pueden vivir separado del otro, pero su poder disminuye en gran medida cuanto más separados estén.

Kaeden- Espera... ¿estás diciendo que no puedo morir?

Lamphys- Así es, a menos que se rompa el lazo, y eso significa que yo tendría que suicidarme para regresarte tu mortalidad... o si...

Grindha- Bueno, bueno, ¿Van a ayudarme, sí o no?

Lamphys- ¿Ayudarte?, ¿Ambos?

Grindha- No puedes sacar todo tu potencial sin la presencia del renacuajo ese. Pero primero, van a necesitar reforzar su lazo para exponer todo el poder que una relación Daemon-Humano puede generar.

Lamphys- ¿Qué esperas? Llevamos cinco minutos conociéndonos el uno al otro. No creerás que ya nos llevaríamos bien cuando él aún me teme.

Kaeden- Yo no te tengo miedo, Yo no conozco el miedo.

Grindha- Pequeño... no tienes que fingir, yo simpatizo con los de tu especie, los entiendo y los aprecio, son unas criaturas fascinantes.

Kaeden: ¿Fascinantes?

Grindha- Sí, crecen, cambian, aprenden, se reproducen y mueren al final... En cambio, nosotros, no morimos, no cambiamos, no nos reproducimos... por eso y más, ustedes son fascinantes...

Kaeden- ¿Dicen que soy inmortal verdad?

Lamphys- Técnicamente, no en su totalidad...

Kaeden- ¿Podrías ser más específico?

Lamphys- Nadie puede matarte, a menos que sea un Deamon que no esté ligado a ti, en este caso, soy yo el que desgraciadamente no puede matarte; pero, aun así, si tú te mueres, yo muero, por tanto, estoy obligado a protegerte de cualquier Deamon.

Kaeden- Podría ayudarlos, pero no sé hacer la gran cosa en cuanto a combate. Y... Siendo honesto... Tengo miedo de lo que pueda pasar.

Lamphys y Grindha intercambiaron miradas y una sonrisa, una idea habían tenido... y Kaeden no se veía muy emocionado del porvenir.

Lamphys- (Este chico podría tener potencial... No es en lo absoluto al de hace 500 años...)

Deamons: La Guerra de HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora