Cartas nunca enviadas

Cartas nunca enviadas(1parte)

Creo que no puedo más. Estoy harta,cansada. Estoy harta de esta gente,de esta sociedad. Da asco, y mucho.

Como otro día cualquiera,hoy he vuelto a cortarme. Y como siempre,lo encuentro algo normal en mi vida, y esque este dolor no me llena,lo noto como un suave cosquilleo que me roza la piel,la sangre cayendo por mis brazos hasta mis codos y marcando el suelo con el rojo vivo de mi sangre. Y como siempre, saludare a mi madre con una leve sonrisa forzada que ni ella podrá notar. Si esque, es cuestión de meses y meses de cortes y mas cortes.

Para mi ya todo es normal, es rutina. Volver a casa,donde no hay nadie, dejar la mochila con un golpe brusco, pensar en todo lo que me han dicho en el instituto y romper a llorar, donde seguidamente me dirijo envuelta por la ira y las lagrimas en los ojos, al baño, donde me miro y duplico mis ganas de irme de este mundo y desaparecer. Me dirijo a mi cama, donde escondo mi pequeña y unica solución a estos momentos de incomprensión,una cuchilla rota donde sobresalen sus ojas cortantes. De vuelta al baño, allí sin pensarlo me empiezo a cortar las muñecas y los muslos de las piernas. Duele, pero a su vez me alivia. 

Ese alivio que sientes cuando as conseguido algo y que te lo as quitado de encima,pues esa es mi sensación después de cortarme. Me quedo aliviada,satisfecha, que todo lo que me han dicho en el instituto se ha esfumado conjuntamente con mi sangre que baja por mis brazos,hasta llegar a mis codos y finalmente caer al suelo...

Concretamente mi madre llegará 45 minutos despues de que todo esto haya pasado, y me encontrará haciendo deberes como si nada huviera pasado. Sin sospechar. Sin darse cuenta que, debajo de mi sudadera y de mis pantalones largos, hay heridas recientes.

Como todos los días.