Hogar, dulce hogar

123 5 0
                                    

- Pues he quedado en Gryffindor
- Lo sabía, como su madre
- Pero por muy poco quedo en Ravenclaw, creo que también influyó mi decisión ya que todos mis amigos quedaron allí
- Ella lo ha dicho, también se parece a su padre
Y así empezaron a discutir, yo sabía que en el fondo se amaban.
Me empecé a hartar un poco, por lo que opté por acabar con la discusión.
- ¡Paren!, Digamos que el sombrero no sabía donde mandarme y yo decidí Gryffindor
- Lo sentimos mucho, sabes que a veces no lo podemos evitar -dijo mi madre
- Tu madre tiene razón -afirmó mi padre- Ahora sigue, ¿quiénes son tus amigos?
- Son Alice Cooper, Lily Evans, Remus Lupin, Peter Pettigrew, James Potter y Sirius Black
- ¡¿Un Black?! -dijo mi madre escandalizada
- Es mejor que no te juntes con esa gente, ya sabes como es y como piensa su familia -dijo mi padre
- ¡¿Cómo va a ser como su familia si ha quedado en Gryffindor? Es muy diferente a ella
- Puede que tengas razón -aceptaron al fin
- Volviendo al tema -dije - James nos ha invitado a pasar las dos últimas semanas de vacaciones en su casa, ¿puedo ir?
- Claro, con una condición -respondió mi madre
- Lo que sea
- Que te portes bien y les hagas caso a los Potter -terminó mi padre
- Sabéis que soy un angelito -dije con una sonrisa inocente- No he hecho nada en todo el curso
- No sé trata del curso, sabes muy bien que cuando son vacaciones y no tienes estudios te diviertes con todo tipo de bromas desde inofensivas hasta pesadas -dijo mi madre
Era verdad, me gusta pasármelo bien en vacaciones sin la preocupación de los estudios.
- Trato hecho -extendí mi mano
- Le escribiré una carta a los Potter -dijo mi padre estrechando mi mano.
El resto del viaje le conté a mis padres sobre las asignaturas, mis notas...
Y por fin llegamos a casa.
Saqué todas mis cosas del maletero y con ayuda de mis padres las subí a mi habitación.
Deshice la maleta y agarré un libro.
Leí el título: "Quidditch a través de los tiempos", estaba interesante.
- ¡Amelia, baja a cenar!
- ¡Ya voy!
Al bajar estaba la mesa puesta, los platos estaban llenos. Me senté junto a mis padres. Al acabar de cenar subí a mi cuarto.
Me lavé los dientes, me puse el pijama y me fui a dormir.

Al día siguiente

Me desperté y miré el reloj. Eran las 9:00. Me vestí con una blusa blanca, unos shorts negros y unas sandalias de flores blancas.
Bajé a desayunar, preparé tostadas con mantequilla y mermelada de fresa. Me comí el desayuno, cogí el libro que me había empezado ayer, me senté en un sillón y comencé a leer por donde me había quedado.
- Buenos días, Amelia -dijeron mis padres
- Buenos días
- Ayer le mandamos la carta a los Potter -dijo mi padre
- Nos han respondido -continuó mi madre
- ¿Y qué dicen?
- Que puedes ir, pero que vayas con el material -dijo mi padre
- Dice que no tendrá tiempo de llevaros al callejón diagon.
- Vale, cuando me llegue la carta
Se fueron y continué con mi lectura. Tenía algo claro, me presentaría a las pruebas de quidditch como cazadora.

Semanas después

Dentro de un día iría al callejón diagon a comprar mis materiales, estaba nerviosa ya que dentro de cinco días iría a casa de los Potter a pasar las dos últimas semanas antes de comenzar segundo año.
Ya me había terminado "Quidditch a través de los tiempos" y había convencido a mis padres para comprarme una escoba y así practicar.

En el callejón diagon

Estábamos en el callejón diagon comprando lo necesario, cuando vi la escoba perfecta.
- Quiero esa -señalé una que estaba en el escaparate
- Vamos a comprarla
Entramos en la tienda, nos dirigimos al mostrador y mis padres les señalaron la escoba, la chica nos tendió la escoba y mj madre le dio el dinero.
Salimos de la tienda y abracé a mis padres.
- Gracias -dije aún abrazada a ellos
- No hay de que -respondieron ellos con una sonrisa.

Amelia Edward || Los merodeadores y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora