" No importa lo que pase, te amo. Aún así intenten separarnos, te amare. Pase lo que pase, eres mía. Por siempre y para siempre seré tuyo. "
Esta novela necesita de completa madurez, únicamente críticas constructivas, no spoilers o insultos o se eli...
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—¡Abre la maldita puerta! ¡Ahora! ¡Claire!.
El grito de aquel hombre que en algún momento fue el amor de mi vida, se escuchaba por todo el baño.
Asustada abrazo mis piernas y oculto mi cabeza entre ellas haciéndome entrar en un poco de paz, necesitaba alejarme de él. La puerta de la habitación había sido tirada y mi única opción había sido entrar al baño y arrastrar el mueble que estaba dentro así impidiendo que pudiera tumbar la puerta, estaba en la tina del baño escondiéndome de él.
Quería que todo esto terminara, quería regresar a los momentos en los que fui feliz alguna vez en mi vida, quería que el hombre que tanto amo regresara.
Un fuerte estruendo hace que brinque sobre mi lugar y voltee rápidamente a ver la puerta siendo destruida y el mueble ser tirado, cayendo de él mil cosas. Suelto un grito y lágrimas salen nuevamente de mis ojos y me aferro mas a mis piernas ocultando otra vez mi rostro en ellas.
Escucho como sigue empujando la puerta para que pueda entrar, escucho el mueble siendo roto, la puerta romperse por la mitad y escucho claramente la respiración de ese hombre, sus gruñidos me asustan tanto que me es imposible pensar en alguna otra cosa.
—Ven acá.
Su voz llena mis oídos y me rehuso a mirarlo, me rehuso a ver su rostro molesto.
—¡Ven para acá, Claire!.
Grita provocando que el temor sea aún más fuerte. Levantó un poco mi rostro y veo cómo está en la entrada del baño, lágrimas siguen saliendo de mis ojos y aguanto un sollozo. La escena llena mis ojos, pedazos de madera por todas partes.
—No.
Susurró y ajustó el agarre en mis piernas intentando tener un poco de seguridad dentro de mi.
—No me retes.
Gruñe y veo cómo desabrocha su saco preparándose para lo que viene. Tira su costoso saco al piso, y permite que vea su impecable camisa blanca, empieza a ajustar las mangas de su camisa y las posiciona en sus codos, quita su reloj y lo deja sobre el retrete. Da unos cortos pasos hacia mi y intento alejarme lo más que puedo pero es imposible, estoy acorralada.
—Por favor... déjame.
Susurro y suelto un pequeño sollozo mientras abrazo con fuerza mis piernas y me recargo aún más contra la bañera.
—Vamos a la cama, Claire.
Una mano se acerca a mi cuerpo y me alejo inmediatamente intentando evitarlo.
—¡No!¡Déjame!.
Grito con terror e intento alejar su mano de mi nuevamente, sollozo y cierro los ojos.
