Candy Pulchram, una dulce y hermosa mujer de 24 años, cuerpo y rostro envidiable.
Cabello rubio con puntas rojas. Rojo, un color que le gustaba demasiado, era una obsesión para ella, cada rincón de su casa, su auto, ¡hasta la ropa!
El amor no existía para ella, era una pérdida de tiempo.
Regalar cosas a tu pareja, darse besos, llamarse por motes cursis...solo la idea le daba escalofríos.
Para ella todo era hermoso, tenía bastantes amigos, era amable y sociable, no había persona que se alejara de ella sin una sonrisa de oreja a oreja.
Candy tenía la vida perfecta: Era la dueña de una empresa bastante poderosa, demasiados hombres a sus pies, y la familia y amigos mas fieles que podrían existir.
Hasta que un día escuchando la radio, su vida dio un giro de 360 grados...

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Vampiro Secuestrador
Vampire-Candy Pulchram, tan hermosa, tal y como lo dice tu apellido -dijo Timor acercándose a su cuello con deseo reflejado en sus ojos rojos. -¡Suéltame! -gritó Candy intentando soltarse de la cadenas.