La oscura y fría celda permanecía en completo silencio mientras el alto azabache se despojaba del uniforme que lo acompañó durante nueve años y pensaba en lo mucho que había pasado con su vida.
Desde la primera vez que Dios, la vida, el destino o quien demonios fuera le jodió la existencia arrebatándole a su abuelo y luego a sus padres y hermana en aquel jodido accidente de auto en el que se suponía él tambien debería haber estado.
Yoongi creyó que ya todo estaba perdido, con diecisiete años lo único que pudo hacer es arreglarselas para sobrevivir.
Encontró este trabajo, vendiendo pequeñas cantidades de marihuana para uno de los tipos más peligrosos en Daegu, quien tiempo después se convertiría en lo más cercano a su nueva figura paterna. Una nada sana por supuesto, pero funcionaba para él. SungWoon lo adiestró y le enseñó todo lo que tenía que saber sobre el negocio de las drogas, lo adoptó-no literalmente-como su hijo y Yoongi no pudo hacer más que aceptar y agradecer. Ya nada importaba, nadie podía hacerle más daño y un par de años después, cuando las cosas salieron mal en una entrega y SungWoon fue acribillado frente a sus ojos, él tomó el mando.
A sus veinte años, Yoongi se convirtió en uno de los delincuentes más despiadados en Daegu, superando así a su maestro. Por supuesto él nunca se ensuciaba las manos, él tenía gente quien hacía el trabajo sucio por él. La policía nunca tenía pruebas suficientes para arrestarlo y el tener sobornado a casi todo el departamento de policía tambien ayudaba. Pero entonces dos años más tarde su vida volvería a cambiar.
Yoongi no se había arrepentido nunca de haberse convertido en una mala persona, nunca deseó volver a su vida pasada tanto como cuando conoció a Park Jimin.El niño ocho años menor que él que lo había mirado con asco aquella primera vez, aquel que tenía los ojos más hermosos que Yoongi había visto nunca y los labios más deliciosos que probó jamás. Yoongi no pudo evitar caer fuerte por él y sentir como que la vida le dió una segunda oportunidad. Necesitaba arreglar su mierda si quería vivir plenamente junto al dueño de su corazón, pero nuevamente la vida estaba siendo una perra con él y volvió a arrebatarle la oportunidad de ser feliz.
Arrestado gracias a un soplón, no podía creer que hubiese tenido un traidor dentro de su exclusivo grupo de colaboradores, pero el negocio era así y él sabía que estaba expuesto a todo aquello. Lo que no sabía era que su relación con Jimin se iría al demonio años después de ser encerrado. Debió haberlo visto venir, sin embargo, cuando Jimin llegó diciendo que había conocido a un tipo, él debió saber que todo estaba perdido. Intentó alejar al tipo, lo hizo de la forma divertida, claro. Sus chicos habían amenazado al tal Jungkook y quizás lo habían golpeado, solo un poco. Él no sabía sobre Yoongi, pero Jimin sí y al día siguiente estuvo frente al vidrio gritándole lo animal que era por atacar al chico.
Él no se disculpó, porque no creía cuando Jimin decía que Jungkook sólo quería ser su amigo. Jimin no era conciente de lo hermoso que era, él no sabía que con tan solo una mirada o un puchero tendría a todos los hombres del mundo a sus pies.
Yoongi no quería perderlo, pero tampoco quería hacer a su niño miserable, el dolor que sentía al ver los ojos tristes de Jimin cada que lo visitaba y la impotencia de no poder hacer nada para ayudarlo lo volvian loco. Entonces él estuvo de acuerdo en compartir a su niño con ese tipo, escuchando las historias de Jimin sobre lo que aprendía y conocía con él y aun así manteniendo su esperanza intacta, esperando que Jimin siguiera amandolo como él lo amaba. Y entonces una vez más, la vida se empeñaba en golpearlo justo en la cara.
Cuándo Jimin dejó de visitarlo paulatinamente hasta ya no hacerlo más y luego sólo regresó pero con un anillo de compromiso en el anular izquierdo diciendo que iba a casarse y que no lo amaba más. Yoongi no lo culpaba, sin embargo. Jimin había estado para él todo lo que pudo, pero tenía razón, no podía esperarlo para siempre. Yoongi no se habría perdonado nunca el que Jimin no fuera feliz, él sabía que tenía que dejar a Jimin irse pero era demasiado egoísta para hacerlo. Él pudo hacer una llamada y acabar con la vida de Jeon Jungkook en menos de un minuto, pero no lo hizo. Si ese tipo significaba la felicidad de Jimin entonces él los daría en paz.
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. ⇢ el malo ˎˊ˗ ꒰ ym
Short Story"Él es tan sincero, contrario a mis defectos pero sigo siendo el malo que no dejas de querer." ❀;; YoonGi x Jimin ❀;; historia inspirada en la canción "el malo" del grupo aventura. ❀;; cc: @niggyloveszayn ❀;; cover by: @EditorialKpopWorld / @jeonlovz