Alma robada (Miyuki X Natsumi) Fanfic Yuri

Estado febril

Hola hola ya se que me desaparezco mucho pero bueno algo que sacar de la cuarentena es que da tiempo de ponerse al día jajaja ok solo espero se encuentren bien y que en sus países no esté tan complejo. Cuidense mucho y tomen las medidas necesarias de autocuidado. Un abrazo a tod@s...

Cuando logre despertar del letargo ocasionado por la última frase termine de guardar mis cosas lo mas rápido que pude, quería hablar con ella antes que se marchara. Abrí la puerta y ahi estaba, de pie con una expresión de incredulidad sus manos tapaban su boca como conteniendo palabras que no alcanzo a decir, su mirada estaba fija en el ventanal frente a ella y con algo de temor quise hablarle pero alguien se me adelanto asi que oculte mi cuerpo nuevamente en los vestuarios sin alejar mi atención de la conversación que se llevaba a cabo en el pasillo —¿Miyuki te encuentras bien?— dijo Nakayima colocando una mano en el hombro de mi ahora compañera, no se muy bien porque pero fue un gesto que no me gusto para nada —ahh ken chan no ... no te preocupes estoy bien solo vi algo que ... bueno nada estoy bien de verdad— ella tomo la mano de Nakayima dedicándole una sonrisa — y muchas gracias por preocuparte siempre de mi— rayos era una atmósfera romántica y yo ahí de fisgona, ambos mirándose a los ojos y Nakayima con cara de idiota sonrojado hasta las orejas, simplemente no pude mas y sali de mi improvisado escondite —¡hola parejita!— ambos se separaron  mirando en direcciones contrarias —me voy asi que nos vemos mañana colegas jeje sigan en lo suyo y siento molestar— camine mas rápido dedicándoles una sonrisa algo complice para que no se sintieran tan incómodos.
—¡Natsumi espera!— escuche a Miyuki gritar pero no tenía intenciones de hablar me sentía molesta y no sabía porque —lo siento compañera pero voy con algo de prisa mañana nos vemos — corri esta vez ya sin escuchar ninguna protesta, llegue al estacionamiento y baje mi moto de la patrulla. Sali de la estación no sin darme cuenta que ella observaba desde la distancia, de pie aun en un ventanal con la sombra robusta a sus espaldas me dio la sensación que algo había cambiado entre ambas.

Otro dia llego y con ello otro dia de trabajo, nuevamente me salte el desayuno para lograr llegar a la hora y estaba a punto de desmayarme de hambre —ahhh esto es horrible, mi estómago ruge— Yoriko me miraba divertida, vi que tomo de su mochila algo y me lo extendió —se que no es mucho pero te servirá— mi saliva escurría  literalmente ante tan hermosa manzana ofrecida por la pequeña agente —¡Yoriko eres mi salvadora!— la cargue por los aires, pesaba tanto como una niña de doce años   y aunque ella pedía que la bajara tambien sonreía — ya bájame Natsumi me estoy mareando— la baje con cuidado no si antes volver a agradecerle —gracias pequeña eres muy amable—.
Reímos complices con mi pequeña amiga cuando escuchamos como alguien también se había contagiando de risa por la situacion anterior — empezamos el dia con mucho animo colegas— dijo ken chan con su característica sonrisa y de sus espaldas salio mi querida compañera de labores —hola muchachos ya muy temprano y juntos ehh— dijo Yoriko jugando, debo reconocer que me hacia gracia la situacion —pero que dices Yoriko solo nos acabamos de encontrar
— se defendía el pobre hombre sonrojado. Reí por su nerviosismo y mire a Miyuki la cual no estaba muy contenta y lo demostró interrumpiendo —ya es hora de trabajar dejen los juegos infantiles para su tiempo libre, ahora vámonos— ordeno caminando rápidamente, nos dejo algo incómodos —creo que no durmió bien ¿no crees Natsumi? — comento la pequeña chismosa de la estación con una mano en su menton. No quise hacer ningún comentario asi que solo fui a cambiarme y prepararme para un largo dia.

La patrulla iniciaba enseguida asi que mientras esperaba a miyuki en el estacionamiento aproveche de volver a subir mi pequeña moto a la parte trasera, cuando termine comencé a comer la manzana que me regalaron esta mañana, no me era suficiente pero al menos calmaría el demonio que llevaba en el estómago. Mi mente se alejo por unos instantes entre el dulzor de la fruta y los pensamientos que me atormentaban, primero estaba mi compañera que me dejaba con sensaciones nuevas cada vez que aparecia en mi camino, luego estaban las palabras del capitan. Mi teléfono sonó —general— escuche los alaridos de mi padre al otro extremo —eyy cálmate no soy una niña para que me sigas gritando, no...— sus palabras cada vez más violentas, ya no quería escucharlo mas —¡entiende de una vez que no volveré, no me interesa que mierda de futuro tengas arreglado para mi asi que no me llames mas!— corte enfurecida la llamada además de lanzar lo poco que quedaba de la manzana a un bote de basura, escuche unos pasos acercarse —¿oye estas bien?— era Miyuki ¿cuanto habrá escuchado? —ahh hola estaba amm... esperándote, ya subí la moto asi que podemos irnos, me miro detenidamente guardando silencio por unos segundos —si ya vámonos—.