Abusó (GonkilluGon)

Violeta

—Con que de nuevo aquí– ni siquiera aviamos tomado asiento y el como siempre comenzó su observación–¿Ahora que pasó? No me salgan con la excusa del cambio de muebles— ambos nos quedamos callados pues esa era la excusa de casi siempre— Como puedo ver... Killua trae un ojo morado, labio roto, mejilla inflamada y por favor quítate el suéter para poder revisar— Killua obedeció con un suspiro irritante, quito el suéter azul marino de su cuerpo dejando la tela delgada de su camiseta blanca a la vista. Leorio presionó en las partes de rojo combinadas con morado para saber qué tan grave era el golpe; sus brazos, torso, espalda incluso piernas estaban recubiertas de golpes recientes y anteriores, dando en vez de su tono piel pálido en un tono carmín violeta tanto por la gravedad de los golpes como por su delicada piel.
Leorio por fin le pidió cubrirse y regreso a su asiento habitual detrás del escritorio de madera. Me miró ahora a mí para analizar mis moretones que son menos evidentes por mi piel morena, dió un suspiro para dar la misma orden anterior, quite el suerte verde limón de mi cuerpo para dejar revisar los golpes que me propinó Killua hace algunas horas. Tape mi torso desnudo con mi camiseta al terminar la observación del doctor su regreso al asiento me intuía ponerme otra vez el suéter.
Agarro el puente de su nariz en negación y comenzó a hablar.

—Si continúan  de esa forma, alguno de ustedes va a morir—Nos dijo indignado, no era la primera vez que lo decía, la primera vez fue cuando traje a Killua en gravedad, lo admito, se me pasó la mano esa vez. Mi silencio y caso omiso a sus palabras con peso tornaron en un desgarrador regañó —¿ACASO QUIERES MATARLO?— Levante mi mirada con furia hacía a él— YO JAMÁS HARÍA ALGO COMO ESO LEORIO— grite mientras Killua se encogió en su lugar— Pues no lo demuestras, no lo demuestran ninguno de los dos. Esta es la tercera vez que Killua llega con moretones en todo el cuerpo no solo en lugares visibles sino también sus anteriores moretones y heridas no han sanado en su totalidad. Tiene costillas rotas. Y tú hace una semana llegaste con la espalda semi rota ¿Qué es lo que hacen para llegar a tal estado de violencia el uno contra el otro?
—Nada que te interese anciano— contesto Killua con molestia en su voz, cansado dirá que agobiado— Solo danos los putos medicamentos que necesitamos, no te pagamos para que te entrometan en nuestra vida— Leorio enojado escribió los antibióticos necesarios, firmó la receta y Killua se la arrebato de las manos para luego salir del consultorio—Lamento eso— dije antes de ponerme de pie he irme— Gon, antes que te vayas. Sé que no quieren que me entrometa ¿Pero que clase de relación tienes con ese loco? No es sano.
—No lo entenderías, pero gracias por preocuparte. Te veré pronto— al salir del consultorio dando pasé a otro paciente, mire a la pecera que colindaba a la recepción del pasillo de la sala de espera, contemple las burbujas de oxígeno subir y expandirse al llegar a la superficie. Me cuestioné si la decisión que tome era la correcta, desde que conocí al Albino algo cambio en todo mi entorno.

—HEY— una mano pasa frente a mí de arriba a bajo despertando e de mí sueño despierto— Estás viendo hacia la nada desde que saliste ¿Acaso te dijo algo ese decrépito?
—No solo estoy recordando— sonreí y el devolvió la sonrisa, Killua en el exterior parecía fuerte, confiado de sí mismo y algo maduro pero realmente era frágil como una muñequita de porcelana, las cuales parecen frías y duras pero un pequeño roce puede quebrar todo su ser. Ese es Killua.