Era Jueves.
Nada en mi cabeza parecía ir bien, no sabía como sentirme y eso me frustraba. ¿Qué era Jasper para mí? No podía negar que sentía algo muy profundo por él, pero ¿debía perdonarlo tan fácilmente? Estaba hecha un completo lío, así que los días posteriores intente evitar a Jasper en un intento de aclararme y por vergüenza también. Intento que no parecía funcionar.
Cuando lo veía me sentía nerviosa, pero cuando estaba en casa todo eran dudas.
Lo único que ayudaba a desconectar de la realidad era la reserva. Aquel ambiente familiar, cálido y amistoso... eran como una familia. Todos me habían aceptado y a mi parecer creo que me tenían cariño.
Mi amistad con Leah era tan cercana que me sentía como tener una hermana. La señora Clearwater me había acogido en su casa como una hija más. Aunque no compartimos sangre, tenía muy claro que haría lo que fuera por ellos. Y sabía que el sentimiento era mutuo.
Después de clase fui a casa, cómo iba a ir a la reserva mi padre me acompañó, para poder ver a Sue Clearwater. ¿Desde cuando eran tan amigos? Lo cierto es que últimamente no había hablado mucho con mi padre así que no sabía nada de... su vida fuera de lo profesional.
El tiempo en la reserva pasaba rápido. Siempre podías bromear con Jared, era divertido molestar a Paul, a veces Embry era muy competitivo y era fácil molestarlo. Quil siempre estaba contento, me contagiaba, y aunque siempre era correcto, a veces me daba malas idea para molestar a Embry. Seth siempre quería practicar, no quería ser el débil y joven de la manada. Sam, por otra parte, era un gruñón, a veces era peor que mi padre, pero no era tan mala persona como antes pensaba. Jacob por otro lado, era un poco pesimista cuando estaba sin ver a Bella, era peor que una enfermedad. Era divertido ver a Embry y Quil imitarlo, se merecen el Oscar a mejor actor.
Sin embargo, ya debía volver a casa casi había anochecido. Por suerte mi padre me espero y ambos volvimos a casa.
Una figura esbelta de cabello dorado esperaba en la puerta, su belleza era inconfundible.
-Hola Rosalie -salude. - ¿qué haces aquí?
-Hola Rosalie, ¿quieres pasar? -ofreció mi padre mientras abría la puerta.
-Gracias señor, pero venía a recoger a Ebonee con su permiso.
La mire confusa.
-Vamos a organizar una fiesta de pijamas -explico.
-Oh, por supuesto -dijo amablemente.
-¿Una fiesta de pijamas? -dije confusa - ¿Por qué iba a ir? -dije cuando me padre no estaba.
-Oh, vamos Ebonee, Alice invito a Bella y me pidió que te invite. Según ella, "es bueno para nuestra amistad"
No pude evitar soltar una carcajada.
-No gracias.
-Los chicos se han ido de caza tenemos la casa para nosotras solas, y sinceramente para mí no sería lo mismo si tu no estas.
Maldita sea, Rosalie sabe como llegar a mi corazón.
-Que conste que lo hago por tu coche -bromee.
Ella sonrió, satisfecha. El descapotable rojo de Rosalie podía convencer a cualquiera.
En cuanto Rosalie aparcó su descapotable, un coche realmente impresionante (y aquello era quedarse corto) llamó mi atención.
-Se lo ha regalado Edward a Alice. -añadió mientras seguía su camino.
Extrañada, la seguí aunque me costaba seguir su paso ágil.
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EBONEE (Saga crepúsculo 3)
ФанфикLa situación en Forks se descontrola. Los lobos y los vampiros siguen si tener una buena relación, pero todo debe cambiar. Un peligro mayor se acerca y todos deben unirse. ¿Podrá Ebonee mostrar de lo que es capaz ? ¿Aceptará a Jasper de nuevo?