Capítulo 5 "La macarena"

13.6K 615 38
                                    

Editado

Emily Swimt

La semana pasó rápido, lo cuál fue bueno ya que estaba ansiosa por el fin de semana.

Tenía el bolso preparado para ir el sábado a la playa con las chicas y ya estaba terminando de cambiarme para ir a la fiesta,  estábamos todas en casa de Angie.

Ya me había despedido de mis papás ya qué probablemente no los vea hasta el lunes, porqué saliendo de la fiesta deberíamos cambiarnos e irnos a la escuela a esperar a que estemos todos lo que viajaríamos con el quipo para irnos todos.

Usualmente nuestra escuela al ser privada dejaba que los alumnos que no pertenecían al equipo hagan los viajes. No todos podían, debías tener un familiar  en el equipo que decida llevarte a ti y a quien más quiera pero lo podía hacer cada seis meses y como Joshua sabía que quería ir a la playa fue un buen hermano y me invito.

-Estamos tan perras- Murmuro Angie viéndose por milésima vez al espejo.

-Ya es hora- Dijo entrando a la habitación el hermano de Angie, el estaba en el mismo año que nosotras, ya que eran mellizos con Angie.

-Ahí vamos-

Dejamos todo listo y preparado para cuándo volvamos.

-¿Y si a alguna se le da la oportunidad de ligar con alguien luego de la fiesta?- Pregunté cuándo subimos al auto

-Pues, te acuestas con el. Mándanos un mensaje y hacemos que te esperen si llegas tarde-

-Bien- Me encogí en hombros

Iba vestida casi como prostituta, dudaba que no tenga ningún ligue. No soy egocéntrica ni nada por el estilo pero... mostraba demasiado y los hombres caen ante unas tetas y un culo.

Apenas llegamos se podían ver los típicos vasos rojos de fiestas esparcidos por el césped, algunos ya borrachos tirados por ahí, una pareja besándose y ni hablar cuándo entramos a ese mundo de gente.

-Ahora si amigas ¡Putivuelta!- Exclame con una gran sonrisa y estirando mis brazos hacía arriba emocionada.

Había de todo, desde las tortugas ninjas hasta una persona vestida de un dado enorme lo cuál fue muy raro.

Comenzamos a caminar perdiendo a Woody, el hermano de Angie y seguimos nuestro camino diciendo que si nos perdíamos deberíamos vernos a las 5 en la puerta pase lo que pase, también que siempre contestemos el teléfono.

Nos llevábamos muchas miradas, no miento, es que las 3 veníamos iguales entonces llamábamos mucho la atención. Pasamos por la barra y tomamos un par de bebidas para luego mezclarnos con la gente.

Si había algo que amaba más que todo en el mundo, era bailar con mis amigas, ya sea saltando cada una en su lugar, haciendo pasos raros o cada una pegada a la otra bailando para luego morirnos de risa. Me encantaba.

-Permiso- El chico de aquel día en la heladería que estaba con Adam, tomó del brazo a Phoebe de la nada con una sonrisa llevándola a un lado pada bailar juntas. Con Angie nos miramos impresionadas.

-Que suertuda- Murmuramos

-Te la robo- El de cabello negro tomó la mano de mi amiga y se la llevó a quién sabe dónde pero mi amiga iba feliz de la vida con ese chico.

-Puf, genial- Hablé y me fui a la barra a tomar algo. Mientras el vodka quemaba mi garganta me senté en el taburete mirando a la fiesta.

-¿Y? ¿Qué tal va?- Adam apareció de la nada a mi lado. Debo decir que me alegraba que volviera a hablarme luego de haber pasado casi toda una semana sin hablarnos. Extrañaba su amistad y algo me decía que el quería recuperarla.

-Bien, ¿Tú cómo la estás pasando?- Pregunté y tomé otro trago

-Bien, genial - Habló y se puso a mi lado mirando a su alrededor al igual que yo.

-Al final viniste vestido de tu alma- Bromee y el rodo sus ojos pero sonrió de lado haciendo que se le forme un hoyuelo en su mejilla

-Te hice caso- Reí

De repente sonó una canción que yo detestaba pero no recordaba su nombre.

-¡Amo esa canción!- Dijo de la nada Adam con una sonrisa mirando alrededor

- Odio esa canción- Ataque

-¡Conozco esa canción!- El barman apareció en medio de nosotros y luego de sobresaltarme me reí- Tenía que hacerlo perdón, como la película- Asentí concordando y me reí

Dos tragos más de vodka puro comenzaron a hacer un poco de efecto y Adam aún seguía ahí. 

De la nada la macarena comenzó a sonar haciendo que todos peguemos un grito de exaltación, excepto Adam obvio.

-¡Es la macarena!- Grité y por impulsividad tome la mano de Adam y lo jale al centro de la pista

-¿Qué haces?- Preguntó una vez en medio cuándo lo solté. 

-Baila la macarena Adam- Mi español era bueno, había tomado un par de clases, recuerdo que de niños nos mandaban a él y a mi a clases particulares de español, no se porqué pero con Adam lo único que sabíamos hacer era jugar en vez de prestar atención

-No recuerdo el baile y no voy a bailarlo tampoco- Hice puchero con mis labios y el río

-Dale a tu cuerpo alegría macarena, que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena- Canté en español  comenzando a hacer el baile mientras Adam solo me veía y se partía de la risa por mi, no entendía el porqué, todos a mi alrededor comenzaron a verme y a bailar a la par mía incitándome a aún bailar más- dale a tu cuerpo alegría macarena  - Señale a Adam y el me miro con un gesto cansado pero con un toque de diversión en su rostro al fin habló.

- Eee macarena- Solté una carcajada enorme, tanto que toque mi estomago del dolor, todo lo gracioso ahora me causaba gracia cinco veces más de lo normal.

-Deberías tomar agua y calmarte un poco- Se acercó a mi y los tacos de mis botas me fallaron haciendo que mis piernas flaqueen lo que hizo que el me tome de la cintura evitando que me caiga y me agarre de sus fuertes brazos.

-Apenas son las dos- Murmure y me separé de el- Pero si quiero ir afuera a tomar aire- El asintió y tomo mi antebrazo con su enorme mano y me guío afuera.

Apenas salimos respire profundo para luego sentarme en el suelo y tirar todo mi cuerpo en éste. Estaba cansada, me dolían más mis pies en esas botas largas. Abrí un ojo y vi que Adam se sentó a mi lado apoyando sus manos detrás de el para sostenerse.

-¿Porqué tú mamá se fue?- Pregunté de la nada sorprendiéndome a mi misma y a Adam que me miró con las cejas alzadas

-Porqué salió un buen trabajo en Londres, no iba a desperdiciarlo. - Asentí recordando que su mamá era una exitosa abogada.

-Y tú te quedaste ¿Por qué?-

No se porqué hacía estas preguntas, creo que necesitaba saber la verdad para poder dejar de vivir con esos malditos chismosos del colegio con sus mentiras, era increíble lo que podían llegar a mentir a veces con tal de un poco de atención.

-Porqué tenía a mis amigos aquí-

-¿Esos chicos con los que viniste? -

Vamos Adam, dime sus nombres así los sigo en Instagram..

-Si, ellos son mis mejores amigos, nos conocemos hace casi cuatro años, cuándo me metí en las peleas a los catorce ellos también estaban en lo mismo y bueno... ahora vivimos todos juntos- Sonreí

-¿Y por eso tú madre quería que recuperaras la amistad conmigo? ¿Por qué ellos se parecen a unos jefes de la mafia?- El soltó una carcajada haciéndome reír a mi también.

-Si, algo así-

-No los vi el otro día que fui a tu casa.- comenté

-Mamá no saben que viven conmigo, me mataría. Ellos son dos años mayores que yo- Asiento entendiendo su situación. 

-¿Cómo se llaman?- Pregunté

-Bien, hay uno qué parece ir feliz por la vida- Asenti sabiendo cuál de ellos era-, se llama Ethan , el otro de pelo negro se llama Dylan y el castaño claro se llama Darren. - Asiento tratando de que mi cerebro retenga esa preciada información.

-¿Volvemos adentro?- Le dije y el asintió.  Me ayudó a pararme y ambos entramos a la fiesta nuevamente.

-¡Adam!- Una voz chillona sonó en mi oído haciendo que haga una mueca.

Lucrecia, una rubia de ojos color café, con maquillaje exagerado se acercó a nosotros. Y antes que Adam conteste o ella siga nos miramos.

-No puede ser- Dijimos a la vez

Estaba vestida de la misma película que yo solo que en distinto tiempo. Maldita. 

-Menos mal que vine así, estaba apunto de comprar ese- Se rió señalando mi vestuario y sus manos fueron al pecho de Adam acercándose a éste quién la miraba raro pero aún así colocó sus manos en la cintura de ella.

-Nos vemos Adam- Le dije y seguí mi camino a la barra pero un brazo me tomó. Casi me ilusiono pensado que era Adam.

-¿Ya te olvidaste de mi?- Giovanni.

Como olvidar a Giovanni, fue mi primer hombre en el sentido sexual. Éramos amigos y el siempre se demostró muy cariñoso conmigo y bueno... yo era una tonta que se dejo llevar por la calentura y lo que los demás decían de mi y perdí mi virginidad con el a mis 17 años.

No digo que haya sido malo en la cama, el fue bueno conmigo pero no estaba feliz con la persona que lo hice pero ya no podía volver el tiempo atrás.

Pero me llevaba muy bien con el y cada vez que podía nos veíamos, siempre terminábamos en la cama.

-Como olvidarte- Bromeo y me acerqué a el y bese su mejilla.

-¿Cómo la estas pasando?- Sus ojos color celestes me interrogaron. Gio era hermoso, era del equipo de fútbol americano, un gran amigo de mi hermano, aunque Gio sea un año más grande se llevaban bien.

-Bien, ¿Tú?-

-También.  Vamos a bailar- Tiró de mi brazo y nos fuimos a la pista. Había perdido de vista a mis amigas hace ya rato y sólo esperaba que los amigos de Adam sean  confiables.

Comenzamos a bailar y como lo supuse el comenzó a sobrepasarse, sus manos viajaban por toda mis espalda para luego ir más abajo y literalmente sentía que yo ni siquiera estaba ahí. 

No me sentía del todo cómoda. No hoy y no sabía el porqué. No tenia muchas ganas de estar con el, no es que antes me muriera de ganas por hacerlo con el pero esta vez estaba desanimada y pensé que unos besos iban a ayudar pero tampoco lo hicieron.

Giovanni puso sus labios en mi cuello y vi directo detrás de el, estaba Adam a unos metros y entre algunas personas aún podía ver su rostro, mirándome mientras aquella chica llenaba de besos a Adam en su mandíbula.

No se porqué me sentí enojada, frustrada, talvez porque había sentido que con Adam recuperábamos nuestra amistad y ella justo llegó con su estúpido disfraz.

Los besos de Giovanni subieron a mi rostro y aún podía ver el rostro de Adam que no nos sacaba la vista mientras que yo intentaba mirar a otro lado pero mis ojos siempre volvían allí.

-Bésame- Esa puta palabra salió de mi boca sin que yo me diera cuenta y bastó un segundo para que Giovanni me besara necesitadamente. El beso era fuerte, largo y con lengua.

-Consigamos una habitación- Se separó de mi y yo sólo asentí.

Por Dios, volvería a acostarme con el. El alcohol si que hizo efecto.

Ambos subimos las escaleras de esa gran mansión y buscamos alguna maldita habitación pero no encontrábamos ninguna.

Mientras caminábamos no pude dejar de pensar en el rostro de Adam mirándome mientras la otra le besaba el cuello, la forma en la que la tocaba, simplemente me sacaba de órbita. ¿Por qué me sentía así?

Cuando volví a mi, miré el rostro de Gio, no era feo para nada y me gustaba bastante en ese momento, además de que estaba enojada con Adam, todos estos sentimientos juntos me golpearon y me hicieron sentir ganas de estar con Gio.

-Al baño- Dije y sus ojos brillaron.

Apenas entramos a uno sus manos bajaron a mi trasero de inmediato que solo tenía una tanga. Mientras sus manos se posaban ahí su boca comenzó a llegar a mis pechos y de repente se arrodilló, lo cual no entendí.

-¿Que haces?-

-Quiero mostrarte algo- Habló

Bajo mi ropa interior, subió mi pollera e hizo que me siente en la punta de la bañadera con mis piernas abiertas.

-Oye, Gio...- Iba a pararlo pero fue justo cuándo sentí su lengua en mi feminidad.- Mierda- Gemí

**

Eran las 5am y ninguna de las chicas estaba afuera como lo acordamos y si llegaban más tarde talvez se irían sin nosotras y yo ahí las mataría.

Luego de lo de Giovanni cada uno se fue por su lado y yo seguí bebiendo y bailando sola. De vez en cuándo con algún chico pero nada más.

-¡Aquí estamos!- Gritó Angie saliendo de la fiesta con Phoebe por detrás.

-Vámonos- Dije y ordene el uber que llegaría en un minuto.

Mis amigas se colocaron a mi lado esperando. Estaba furiosa, me dejaron toda la noche sola y no las había visto.

-¿Que hicieron?-

-Teniendo sexo- Dijeron las dos a la vez y por más enojada que esté la intriga me ganó

-¿Con quién?-

-Los amigos de Adam- Dijo Angie

-Si, cada una por su lado, igual- Reí despacito

-La mejor noche- Sonrió Angie alegre.

-Yo tuve lo mío con Giovanni, otra vez- Conté

-¿Si? ¿Y que tal?-

-Magnífico-

El uber llegó y de inmediato en casa de Angie nos pusimos ropa cómoda y tomamos nuestros bolsos para ir rápido a la escuela dónde sería el punto de encuentro.

Cuándo llegamos y vimos a mi hermano lo saludé con emoción.

-No puede ser- Dijo Phoebe a mi lado y saque la vista de mi hermano y la vi.

-¿Qué?- Miré dónde ella estaba mirando- No me jodas- Susurre

Adam con sus amigos se bajaban de un auto, luciendo perfectos como si nunca hubieran ido a una fiesta de Halloween hace una hora. Venían con bolsos también por lo que supuse que vendrían con nosotros.

Vi que, si no me equivoco Darren se acercó primero a el montón de gente y saludo a un chico que conocía y era amigo de mi hermano por ende, jugador.

-¡Ya estamos todos! Vámonos- Gritó el capitán del equipo y cada uno se subió a un bus distinto, la playa quedaba a tres horas por lo que esperaba dormir todo ese transcurso.

Angie se sentó conmigo y Phoebe delante nuestro con alguien que desconocíamos. Por suerte ellos no se subieron al mismo bus que nosotras y pude dormir tranquila.

Al cabo de unas horas me despertaron los gritos de Angie a mí lado diciéndome que ya habíamos llegado y que mirara la playa, que estaba hermosa y bla bla bla, yo sólo quería dormir un poco más.  No entendía como ella podía estar tan eufórica cuándo tampoco durmió.

Tome mi gran bolso seguida de las chicas y bajamos del autobús hasta llegar al pequeño hotel de lo que parecía entre 3 y 4 estrellas. No me quejaba, casi ni estaría ahí, solo para dormir.

Aunque ahora si me gustaría llegar y dormir bastante hasta recuperarme de lo de anoche y seguir pero no podría hacerlo.

-Me iré a bañar- Avisé tomando un vestido blanco y mi bikini de dos piezas color rojo.

Fue peor el baño, me dieron aún más ganas de seguir durmiendo, no podía creer que quería dormir todo el tiempo, me siento una perezosa.

Hable con mis padres avisándoles que había llegado bien y lo qué haríamos ahora y qué el tonto de Joshua estaba bien.

Mis amigas se bañaron lo que me dio tiempo a descansar un rato y partimos las tres a la playa, Joshua me aviso que todos saldrían por la noche a un club y que vayamos, que por ahora cada uno haga cosas distintas. El partido era mañana por la mañana.

Cuándo íbamos al ascensor nos sorprendimos al ver la cantidad de gente que estaba dentro, estaban 5 chicos del equipo. Por lo que entre risas con las chicas no nos metimos y esperamos a otro porque estábamos en el noveno piso y no queríamos bajar escaleras.

-Holaa- Una voz de hombre retumbo en mis oídos, una voz que por lo que parecía estaba muy animado.  Mire a mi lado y me encontré con la pandilla de amigos de Adam y Adam por supuesto.

-Hola Darren- Angie saludó primera con una gran sonrisa y me di cuenta que estaba nerviosa por qué noté un leve sonrojo en su rostro aunque ella trataba de disimularlo. Habían tenido sexo anoche y ¿ahora se ponía roja?

-¿Van a la playa?- Habló el otro amigo de Adam, Dylan creo. Por cierto, Adam no dejaba de mirarme y yo de tratar de evitar mirarlo.

-Si- Dije y justo las puertas del ascensor se abrieron y fui la primera en entrar.

-Genial, nosotros también vamos- Y todos entramos al pequeño ascensor.

-Dice capacidad de 400 kilos ¿Cuánto pesan?- Dije desconfiada.

-¿Crees que el ascensor se va a parar?- Se rió Ethan y yo lo miré mal

- Son cuatro hombres con demasiado musculo y altos y no es como que nosotras tampoco aportemos nada, tenemos nuestros pesos- Hable un poco nerviosa. Puede que sea algo claustrofobia a veces, solo a veces.

-Peso 80 kilos- Dijo Adam y lo mire entrecerrando mis ojos sin creerle-¿Me estás llamando gordo?- Llevo una mano a su pecho mostrándose indignado.

-Ya, tu 80, ustedes probablemente también- Conté a los chicos y en mi cabeza trataba de hacer las sumas- Sería...-

-¡320!- Dijo Darren un poco harto.

-¡Ay por dios!- Exclamo Angie ahora a mi lado

-¡Entre nosotras apenas hacemos 170 kilos!- Grito Phoebe

- Hay como 600 kilos aquí- Dije nerviosa y con mis cuentas claramente mal pero estaba nerviosa, no me culpen.

-El ascensor no se va a detener...- Dijo Adam cruzándose de brazos y justo cuándo lo dijo...

El ascensor se detuvo justo a la mitad del recorrido, las luces se apagaron por un segundo y se volvieron a prender pero todo quedo en silencio, todos quedamos callados sin decir nada.

Hasta que hablé.

-No me jodas- Murmure

---

Nuestro Tacto #1 [SAGA PERHBOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora