WHITE MERCEDES 白色的 JELSA

White Mercedes; ♚

Su pulgar pulsaba con indiferencia los botones del aparato que tenía en su mano. La pantalla cambiando de canal cada dos segundos, mostrando escenarios random, personas cocinando, algún noticiero, y las transmisiónes de partidos de fútbol, sin nada interesante, no había nada que ver, ni siquiera ninguna de sus caricaturas favoritas.

Se encontraba tirado en él sillón más grande, enfrente de él gran televisor. Sus pierna estaban estiradas, cayendo sobre la alfombra, y su cabeza estaba apoyada en él respaldo color crema del sofá, una posición muy típica que Jack Frost hacia cuando estaba aburrido, o simplemente de perezoso.

Él albino escuchó él sonido de la puerta principal siendo abierta, por lo que solo giró su cabeza en su dirección.

-¡Oh, Elsa! - saludó él chico dedicándole una linda sonrisa a la platinada, quien se acercó a él con otra sonrisa, posicionándose detrás de el para empezar a darle masajes en los hombros al muchacho, quien sonreía gustoso, ignorando ridículos anuncios que seguían reproduciéndose en él televisor. - ah... - jadeo él menor, tratando de dispersar la ola de pensamientos que llegaron a su mente, al sentir las delgadas manos de su novia, des tensando sus músculos.

-Hola cariño.

Jack sonrió al verla alejarse de él, no sin antes dejar un casto beso en la cabellera blanca del chico.

-¿En dónde estabas?

Elsa sonrió tiernamente al sentír un toque de preocupación en la voz del chico, le parecía adorable la manera en la que Jack se preocupaba por ella.

Jack era un estudiante en él instituto Disneyworks, un adolescente atractivo y demasiado llamativo entre las chicas, a sus 16 años ya era popular en él instituto, era perseguido por chicas de todo tipo, y todas tenían la esperanza de que él chico de peculiar cabello blanco y ojos azules; les hiciera caso.

Y Elsa, estaba igual que él, también en Disneyworks, solo que ella están en algo muy diferente. La chica era de cabello platinado, de grandes ojos azules, casi como un zafiro, eran preciosos. Y poseía un hermoso cuerpo, envidiado por unos, y deseado por otros.

Hace un año, Elsa se encontraba en él baño, lavándose las manos, de un momento a otro un chico se había colocado a su lado, éste tenía la respiración agitada. Elsa solo lo miraba confundida.

-Oye chico, éste es él baño de mujeres. - formuló la platinada, señalando él letrero de la puerta que estaba cerrada con pestillo.

Él albino se calmó al escuchar la suave, pero fría voz de la chica. Sin ganas de seguir discutiendo, levantó la mirada y lo que sus ojos observaron lo dejó sin habla.

Ojos azules
Cabello platinado cayendo por sus hombros
Labios delgados y rojos
Y ese cuerpo...

Las mejillas de Jack dejaron de ser pálidas, para teñirse de un rojo suave, estaba avergonzado, y enfrente de la chica de sus sueños.

-Y-yo... - tartamudeó emocionado, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, ¿Acaso era un sueño?. - lo siento. Yo solo... Creo que debería de irme.

Y sin más, el muchacho abandonó él lugar, dejando a Elsa más que confundida.

La manera en la que la pareja se conoció, fue en circunstancias muy torpes.

Además, Elsa había salvado a Jack de su familia, donde él no era querido ni cuidado por nadie, recibiendo maltratos y golpes. Afortunadamente la mayor habló con los padres del menor, llegando a un acuerdo finalmente, pidió a Jack que recogiera sus cosas, éste lo hizo bajando la cabeza, sintiendo la mirada furiosa que su padre le daba.