Salí de aquella pequeña librería, camine con intención de ir a la parada de autobús, aun era temprano, así que decidí desviar un poco mi camino e ir hasta un parque que divisé durante mi recorrido en el bus de venida aquí, quería sentir algo de libertad antes de regresar a mi rutina diaria, quizá albergaba un pequeño sentimiento de derrota, pero no lo aceptaría y decididamente me propuse como siempre eliminar todo negativismo de mi mente.
Llegué al lugar, se veía tranquilo, algunas parejas paseaban por los senderos rodeados de árboles frondosos, a unos metros de mi un grupo de niños jugaban, reían y cantaban, mientras sus padres los cuidaban no tan alejados. Por un momento desee haber tenido esa experiencia, me pregunté cómo me hubiera sentido de haber tenido una realidad diferente a la que me tocó vivir, un padre y una madre que cuidaran de mi, que velaran por mi seguridad, una madre que me sobara mi rodilla lastimada al caer mientras corría, un padre que me leyera un cuento antes de dormir, y me diera un beso en la frente después de arroparme con los cobertores. Un largo suspiro escapó de mis labios mientras mentalmente recreaba estas escenas en mi mente, en donde mis padres carecían de rostro, pues nunca los conocí.Agite mi cabeza de un lado a otro para alejar estos pensamientos de mi mente, no empezaría con la autocompasión ahora, de hoy en más mi destino estaba en mis manos y yo era la única que podía decidir qué sería de mi vida, nadie más tomaría decisiones por mi, y si algún día tuviera la dicha de procrear un hijo, estoy segura que jamás pero jamás lo dejaría a su suerte.
Me doy cuenta que varias personas han dejado el parque, algunos niños se quejaban porque sus padres han decidido regresar a sus hogares nuevamente, miro a mi alrededor y me percato de que el cielo que esta mañana estaba tan despejado y azul se ha vuelto oscuro, anunciando la cercanía de una gran lluvia que no tardaría en llegar.
Las ramas de los árboles se mecen de un lado a otro, un viento fresco pero intenso empezaba a azotarlas, me abracé un poco a mi misma, mientras frotaba mis brazos de arriba a abajo para disminuir un poco el frío que empezaba a sentir, no he traído abrigo, hice una nota mental mientras frucia mi frente, siempre llevar un pequeño abrigo aunque el día fuera soleado y definitivamente no alejarme mucho de las paradas de autobuses, ya que me di cuenta de que el parque queda un tanto alejado, si bien los buses pasaban por aquí, no era una parada habilitada en donde podría tomar uno, así que sin tener otra opción debia caminar una cuantas cuadras para llegar a la parada.Tendré que apresurar mi paso si deseo llegar hasta allí antes de que la lluvia comience a caer con toda su imponente presencia me dije a mi misma, realmente soy estúpida! Como no me di cuenta del cambio en el clima, de haber divisado las primeras nubes ya hubiera emprendido mi marcha hacia el orfanato, a estas horas ya estaría llegando, mínimamente debí fijarme en el pronóstico del tiempo antes de salir, me seguía reprochado mi conciencia.
Genial!! Sentí las primeras gruesas gotas de lluvia caer sobre mi cabeza, aun tenía un largo trecho que recorrer para poder esperar un bus que pueda llevarme hasta el orfanato, lo único que sé es que me mojare hasta mi conciencia y más allá, que inteligente eres Jennifer, aunque bueno un poco de lluvia no me matará, aunque quizá si una neumonia, por empaparme y estar muy desabrigada. Lo sé, mi mente viaja demasiado rápido. Apresuro el paso lo más que puedo y cada vez la lluvia se hace más intensa, me resigno a convertirme en una esponja empapada, mis dientes empiezan a tiritar por el frío que siento, intento detener el gesto pero me resulta imposible , miro a mi alrededor y no veo a ningun alma deabulando por las calles, el día parece haberse convertido en noche, no puedo siquiera ver mi camino con claridad, a lo lejos me parece reconocer los carteles de la parada, me dirigió lo más rápido que puedo hacia ellos, todo se ve tan desolado, la lluvia y el viento parecen fusionarse en una danza perfecta al compás de alguna extraña melodía, siento mucho frío, me abrazo a mi misma con más fuerza, aunque resulta inútil tratar de darme calor de esa manera, es algo que no puedo evitar hacer.
Al fin llego hasta la parada, me cubro bajo el pequeño techo, eso no ayuda en nada a calmar el intenso frío que siento, pero al menos ya no deja caer directamente la lluvia sobre mí. Ahora solo debo esperar a que pase el siguiente autobus, me digo nuevamente a mi misma. Al menos ningún delincuente se animaría a salir con semejante diluvio, pensé en mis adentros, no había visto a nadie venir para acá y el lugar estaba vacío cuando llegué.-Qué haces sola por aquí? Cuestiona una voz a mis espaldas. Me sobresalto y pego un grito de la impresión, pensé que no había nadie aquí, de hecho no me fijé que había alguien en este lugar..me giro con cierto temor y veo a un hombre alto, vestido con una gabardina negra y un sobrero que cubre parte de su rostro, trago saliva, siento algo extraño. Claro, el miedo grita mi subconsciente. El parece no mirarme, más bien agacha la mirada o no soy capaz de verla por debajo de ese sombrero, ni siquiera soy capaz de contestar a su pregunta, me quedo en shock, paralizada y no se ni por qué... Cada vello de mi cuerpo parece haber cobrado vida propia, y se empecinaban a erguirse lo más que pudieran, es frío mezclado con miedo. De repente escucho el motor de un vehículo, giro y veo al autobus acercarse, cuando decido mirar nuevamente hacia donde estaba el sujeto que me habló, este ya no se encontraba en el mismo lugar, haciendo que dudara de mi propia conciencia.
Con una gran interrogante en mi mente procedo a subir lo más de prisa que puedo al bus, de regreso al orfanato.
ESTÁS LEYENDO
Más allá de la eternidad
VampireJennifer Spencer, una chica que no ha conocido a sus padres, sin pasado, sin familia. Toda su corta vida la ha pasado en un orfanato.. El, John Zedrich, ha pasado tanto tiempo solo, nunca ha deseado tener la compañía de nadie, amaba vivir su eternid...