Más allá de la eternidad

Capítulo 7

Los días en la pequeña ciudad pasan de prisa, para alguien que tiene toda la eternidad no es un dato relevante, a no ser que el hambre no se haya podido saciar en días, es ahí cuando cada segundo que transcurre se vuelve importante, ya que la desesperación por obtener el preciado alimento aumenta con cada pestañeo.

Para un vampiro antiguo como John se va volviendo un poco más fácil, cada día, soportar tiempo sin beber. Han habido días  en que el se ha negado a salir, hastiado de todo ser humano que ve a su alrededor, si pudiera prescindir de todo, lo haría, incluso de tener que cazar, pero como está en su naturaleza ser un depredador, no puede hacerlo, en realidad lo disfruta, y mucho. Pero como todos, en algún punto todo eso le parece monótono, porque sabe que al final nadie se resiste a él y conoce a la perfección el resultado de su cacería.

El ha tenido una sensación extraña en las últimas noches, como si lo estuvieran vigilando, y puede asegurar de que cualquiera que sea que lo esté haciendo , no es humano.
Ninguna persona se atrevería siquiera a acercarse a él, nada más por el temor que infunde, además de que los humanos son demasiado predecibles, su olor los delata, y antes de que pudiera reaccionar, esa persona estaría formando parte de su cena.

Le resulta algo extraño que otros vampiros pasen por ahí, suelen ser contadas las veces que se ha topado con alguien de su misma especie, solo Arthur viene a visitarlo muy de vez en cuando, pero no ha pasado mucho desde la última vez. Le molesta la idea de que alguien quisiera cazar en sus territorios, el ha sabido cuidar cada detalle de su cacería y no quiere que alguien venga a alterar el orden en su lugar de residencia. Tendría que tomar cartas en el asunto de ser necesario.

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A la mañana siguiente decide dar una vuelta por la ciudad, lo piensa hacer de la manera convencional, luego de ponerse su atuendo del día, de colores oscuros, como siempre, que le da ese toque de misterio y peligrosidad, y que se ve perfectamente acorde con su figura corpulenta y atractiva. Se dirige hacia el garage en donde tiene estacionado un automóvil de color negro, de vidrios tintados , nada ostentoso, pero lo suficientemente cómodo y elegante, sube al auto a velocidad vampirica, lo enciende y se  dirige a la ciudad, al parecer no tiene un objetivo definido de su improvisado paseo, pero ya que han pasado días de su última cacería, si encuentra algún suculento  platillo no dudará un segundo en hacerse de él y saciar la insipiente sed que empieza a aparecer.

Han pasado algunos minutos, en los cuales dio una recorrida a ciertos lugares de la ciudad, fija su mirada en la estación de bus, una sonrisa maliciosa se dibuja en sus labios, ve a mucha gente esperando transporte, tan tranquilos que no se han percatado de que un asesino, un depredador los está merodeando.
Recuerda que días atrás una afortunada muchacha fue "salvada" gracias a él de ser quizá abusada y asesinada por un delincuente, qué irónico suena para el eso, ya que a pesar de todo, esa chica pudo haber muerto en sus brazos, siendo traspasada por sus colmillo, pero esa noche el no siguió a sus instintos, la dejó ir, sin saber muy bien por qué, pero a sabiendas de que en cualquier momento podría rectificar su decisión y convertir a esa pequeña en su próxima presa. Se imagino por breves instantes el sabor de la sangre de esa joven, lo tersa que se sentiría la piel de su cuello, imagino lo que sería  perforarla con el filo de sus colmillos y sintió un deseo inexplicable de llevarlo a cabo, como si su sed se incrementara de sobremanera de un momento a otro.

La ciudad era pequeña, no contaba con más de 12000 habitantes, quizá aquella noche la chica se había salvado, pero en algún momento la volvería a encontrar, y esa vez esa niña definitivamente no correría con la misma suerte.

Ensimismado en estos pensamientos retoma su camino, mientras tanto esa sensación de ser vigilado vuelve a él, sabe que alguien lo sigue a la distancia, siente curiosidad de saber quién y por qué lo está siguiendo, no se acerca ni se da a conocer, no le parece nada bueno, y le molesta no tener el control sobre algo, aprieta los dientes y siente cierto fastidio.

"Fui creado para ser cazador y no presa, menos en mis territorios"