La Heredera De La Caza (SDS#2)

Cazadoras

La caza me dio la bienvenida como siempre, con alegria y altos ánimos, como reciben a una vieja amiga que a estado lejos. Me acerco a Thalia, que esta algo mareada despues del golpe de la Manticora, apenas me ve se levanta y me abraza tambaleandose ligeramente, asi que la abrazo fuerte

- ¿Estas bien? - me susurra al oido

- Ninguna herida

- No me referia a eso- ella mira hacia Zoë que esta hablando con mi madre y le da una mala mirada

Ambas se nos acercan a nosotros, Percy estaba sentado junto a Annie y Grover estaba junto a los Di Angelo. Como todos los sátiros, Grover se arrodillo en la nieve al ver a mi madre

- ¡Gracias, señora Artemisa! Es usted tan... tan... ¡Uau!

- Grover, das vergüenza ajena, levantate- dije y Percy lo ayudo

- ¡So! -dijo Bianca di Angelo- Momentito. Tiempo muerto.

Todo el mundo se la quedó mirando. Ella nos fue señalando, uno a uno, como si estuviera repasando las piezas de un rompecabezas.

-¿Quién... quienes son todos ustedes?

Ternurita

La expresión de Artemisa se ablandó un poco -Quizá sería mejor, mi querida niña, saber primero quién eres tú. Veamos ¿quiénes son tus padres?

Bianca miró con nerviosismo a su hermano, que seguía contemplando maravillado a mi madre biológica

-Nuestros padres murieron-dijo Bianca- Somos huérfanos. Hay un
fondo que se ocupa de pagar nuestro colegio, pero...-Titubeó

- Bianca- me separe de Thalia y le tome de las manos- mirame a los ojos y relajate, escucha tu propio corazón y respira lentamente- ella suspiro y su respiración empezo a calmarse-Mi nombre es Sol Veste, veras Bianca, mucha de las cosas que se creen leyendas o mitos son verdades, especificamente los mitos griegos

- Pero ¿Como?

- Los mitos jamás fueron falsos Bianca, los dioses siempre existieron y los humanos solamente los olvidamos. Tu Bianca, así como Nico, como Percy, Annabeth, Thalia y yo somos la prueba suficiente de que ellos aún existen, somos semidioses

- ¡Hijos de dioses!- me interrumpio Nico- ¿¡Como Hércules, Teseo, Perseo y esos!?

- Asi es Nico, y como en esos mitos hay heroes, también hay monstruos, el señor Espino era uno de esos monstruos

- ¿Esta muerto?- pregunto Nico

- Era una mantícora- dijo Artemisa mientras se acercaba lentamente a mí- Espero que haya quedado destruida por el momento. Pero los monstruos nunca mueren del todo. Se vuelven a formar una y otra vez, y hay que cazarlos siempre que reaparecen.

-O ellos nos cazan a nosotros -observó Thalia, le alze una ceja y ella se encogió de homnros- Es la verdad cariño, no todos tenemis un tío genial que nos protege nuestra casa

Bianca di Angelo se estremeció.

-Lo cual explica... ¿Te acuerdas, Nico, de los tipos que intentaron atacarnos el verano pasado en un callejón de Washington?

-Y aquel conductor del autobús -recordó Nico-. El de los cuernos de carnero. Te lo dije. Era real.

-Por eso los ha estado vigilando Grover -les expliqué-. Para mantenerlos a salvo si resultaban ser mestizos.

-¿Grover? -Bianca se quedó mirándolo-. ¿Tú eres un semidiós?

- No tiene pinta de semidios- dijo Nico, a lo que yo me reí