Año Cuatro

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Siento que me estoy quedando sin palabras, siento que con cada año que pasa tu recuerdo se desvanece un poco más, siento que te cuelas entre mis dedos.

Cariño estoy andando en círculos, me encuentro pérdida sin ti, eras mi compás, mi brújula, mi timón, mi hogar, los días pasan y sigo a la deriva desolada por tu partida. Todos me dicen que debo continuar, pasar página, superarte. Pero ¿cómo sigues viviendo cuando ya lo tuviste todo y lo perdiste?
¿Que sigue después de llegar a la cima? ¿Cual es el sentido de mi vida sin ti? Amor mío no puedo continuar así.

Sé que para este momento ya ni siquiera debería estar escribiendo. Ya debería cerrar el capítulo. Deberia darte el último adiós.

No sé lo que el futuro me depara, tengo miedo de no sentirme completa nunca más, el seguir con mi vida implica aceptar que no volverás, que no sentiré tu respiración en mi cuello otra vez, simplemente viviré con el recuerdo de tus dedos trazando figuras en mi espalda mientras dormía. Susurrando tu nombre en mis sueños.

No somos creyentes, no esperamos una vida después de la muerte, amor no te volveré a ver. Alan ya no te tengo. Ya no estás aquí y debo entenderlo una vez por todas.

Él fue mi Norte, mi Sur, mi Oriente y Occidente,
M

i semana laboral y mi descanso dominical,

Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción;

Pensé que el amor duraría por siempre: me equivoqué.

Fragmento del poema "Funeral Blues" de W.H. Auden

El último adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora