Grano

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En una mañana común y corriente, igual de normal a las demás, Gabriel se encontraba durmiendo en su despacho, pues el cansancio le había ganado. Nathalie nesecitaba darle el presupuesto del mes y la hora de sus novelas, por lo que entró a la oficina, topándose con algo que la dejó impactada.

¡Gabriel estaba dormido! ¡Jamás lo había visto dormir!

-Quitale su miraculous.

Dijo Gabriel entre sueños, haciendo que la mujer le mirara con sus ojos iluminados.

¡Que tierno!
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Gabriel despertó de su siesta matutina con frescura. Había tenido una noche difícil, pues no les pudo quitar los miraculous a los héroes mocosos una vez más, pero al menos tuvo su sueño reparador. 

Abrió sus ojos lentamente y no pudo evitar espantarse al encontrar a su leal complice mirándolo fijamente, quien estaba ¿babeando?

Nathalie quedó hecha piedra al ver que su querido jefe había abierto sus lindos ojos.

"Tragame tierra y escupeme en Hawaii" pensó.

¿Que excusa le iba a decir?

-Esque tienes un grano.

Dijo Natalie roboticamente, saliendo rápidamente de la habitación con todos los colores en su rostro.

De todas las excusas existentes ¿Por qué tuvo que decir justamente esa?
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Nathalie estaba monitoriando el gasto semanal de la familia Agreste mientras hacía otros deberes relacionados con la colección. De la nada llegó una alerta a su pantalla y no dudó en abrirla.

Sus ojos se abrieron como platos y su expresión cambió drasticamente.

¡¿Cómo rayos los Agreste habían gastado 50 mil dolares en 3 horas?!

Adrien Agreste seguro había sido el responsable. Le había dicho a que no comprara tanto pan, queso y figuras coleccionables de Lady Bug. ¡¿Como iba a justificar todo eso?! Ese niño se las vería con ella.

La de lentes iba con toda la intención de regañar al chico y si Marinette lo defendía, también a ella, hasta que tocaron la puerta.

La cara enojada de Nathalie cambió a una de sorpresa. Era una caja enorme y su contenido era ¿Cremas faciales?

De eso si se enteraría su jefe. Lástima por la retaguardía de Adrien.
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-Uuh, emociones negativas, la presa perfecta para mi malvado aku...

Iba a terminar de decir el más malvado supervillano de París, pero en eso entró su asistente.

-Lamento interrumpirte pero es algo importante.

Le dijo Nathalie al hombre, a lo que este impregnó el akúma y le contestó.

-Habla, tengo unos miraculous que ganar.

Ella suspiró pesado y tomó aire. No le gustaba acusar a Adrien pero alguien tenía que ponerle un alto a ese ser tan vanidoso.

-Adrien... Adrien gastó 50 mil dolares en cremas faciales.

Le dijo seria y hasta con algo de culpa. El ahora transformado Hawk Moth no pareció sorprenderse o enojarse en lo absoluto.

-Yo fuí el que hizo la compra. Las cremas son para mi. Por cierto, llegan hoy. Un ser tan hermoso como yo no puede tener imperfecciones.

Dijo con toda la humildad que un Agreste podía tener, intentando ignorar el rostro de espanto de su asistente.

¿Gastar tanto dinero en cremas faciales? Eso era enfermo.

Que le haría si se enterara que todo fue una mentira para que no se diera cuenta que lo estaba mirando dormir. Seguro no le pagaría en los próximos 20 años.

Mejor guardarlo para ella misma.

Ella salió de la guarida y posteriormente de la oficina, encontrando así con Marinette y Adrien a punto de unir sus labios.

En cuanto se dieron cuenta de la presencia de la mujer, Marinette empujo a Adrien lejos de ella y gritó "Eres un buen amigo" mientras se iba corriendo a su habitación.

¿Se iban a besar? ¿Por qué no salió tres segundos después?! Agh, había interrumpido a los chicos mientras tenían un avanze amoroso ¡¿Por qué todo le salió mal?! Definitivamente ese no había sido su día

Por lo menos al día siguiente regresarían a la mansión Agreste.

Continuara...

Buscando A La Nuera PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora