Dieciséis Horas

Disclaimers: los nombres de los personajes pertenecen a Rowling, no a mí.

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No era la gran cosa, eso le había dicho Draco cuando un fuerte dolor le hizo sentir que se partía en dos.

No era la gran cosa, las mujeres suelen pasar todo el tiempo por esta clase de cosas.

Todavía le enfurecía recordar aquellas palabras, así que levantó la vista hasta él, que estaba a su costado izquierdo, con la mirada un tanto preocupada, y soportando bastante bien el apretón de mano, quería asesinarlo en ese momento.

—Todo está bien –le otorgó un amago de sonrisa cuando se percató de que lo estaba viendo –todo está bien, amor.

—Si lo repites de nuevo, te arrancaré el pene en este instante –bufó, soltando un grito de dolor.

El sudor surcaba su rostro, pegándole los cabellos pelirrojos a la cara, su respiración era agitada, quería terminar con todo esto en ese momento, 16 horas, tenía 16 horas con esos insoportables dolores, y su novio no tenía mejores palabras para ella que: "Todo está bien", "No es para tanto, a las mujeres les gusta, o no pasarían por esto una y otra vez", si no supiera que hablaba por que realmente no sabía que decir, lo hubiese terminado en el momento en que dijo esas palabras.

—Lo estás haciendo muy bien –apretó su mano con fuerza –te prometo que saliendo de aquí, iremos a comer a donde tú quieras, es más, incluso a la casa de tus padres.

Ella le observó sin creer lo que le decía, normalmente tenía que decirle un mes antes de cualquier evento que ameritara ir a La Madriguera, para que se fuera haciendo a la idea y sufriera menos el día de la reunión; y ahora, le estaba diciendo que irían cuando quisiera, o eso entendió ella entre los dolores.

— ¿Cuando quiera a la hora que quiera? –sonrió.

—No seas chantajista –soltó Draco.

—Eso entendí.

—Pues...

Ginny volvió a gritar, apretando la mano de su novio con toda la fuerza que tenía, aquello era lo más complicado que había tenido que hacer, pero no se detendría en ningún momento hasta que todo terminara bien.

Todas las fuerzas de la mujer se esfumaron en un momento, el hombre rubio de ojos grises se preocupó, el llanto de un bebé a medio metro de distancia robó toda atención de la pelirroja a la que aún sujetaba, la doctora acercó al bebé a Ginny, para que pudiera verlo y lo alejaron de ella, para limpiarlo, pesarlo y todo lo demás.

—Te has quedado embelesado –murmuró Ginny, adolorida y cansada.

—Es... hermosa, cariño, simplemente perfecta –se acercó a ella y la besó –no puedo desear más en la vida que lo que ya tengo, salvo que todo siga tan bien como hasta ahora.

—Me parece muy bien, porque... creo que será nuestra primera y única hija.

—Es tú decisión –sonrió él.

Ginny rió divertida, mientras arrullaba a la pequeña bebé rubia en sus brazos, su novio estaba sentado en el suelo, armando la cuna, era la primera vez que él armaba algo.

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Este Drabble es parte del Drinny-Con 2019, organizado este año por la página de Facebook Drinny All The Way.