Parte 2

4 0 0
                                    

La primera vez que nos vimos eran de nuestros primeros días en la preparatoria, aquel día me quedé un poco más tarde en la escuela porque nadie podía ir por mí. Me dediqué a dar vueltas por el campus, que en realidad no era muy grande, cosa que lo hacía poco interesante. En una de mis vueltas por la escuela me encontré con un amigo en las mesas de las canchas. Extrañamente estaba solo en ese momento, así que decidí sentarme con él.

-¡Guapaaa!- exclamó con su voz entre grave y gangosa que solo a él lo caracteriza -claro que puedes sentarte conmigo, pero te aviso que van a venir unos amigos. Sé que no eres fan de estar con mucha gente mi amor.

Y tenía razón, era una persona muy cerrada a mi grupo de amigos, y si no era en el momento que yo quería, entonces no conocería a nadie que quisiera, pero como aquel día era una emergencia, estaba dispuesta a conocer al circulo de amigos de mi amigo con tal de no pasar el rato sola.

Pasaron difícilmente dos minutos antes de que la mesa se llenara, todo platicaban divertidos, clases, profesores, salir a fumar, chicas, y claro, sexo. Fue ahí cuando llegaste tú. Azotaste tu mochila en la mesa y entraste en la conversación como si nada, claro que lo ibas a hacer, eran tus amigos. Recuerdo haberte mirado por segundos antes de que me dirigieras la palabra, y créeme cuando te digo que no fue un placer conocerte, de hecho, preferiría que hubieras mantenido la boca cerrada, pues fueron tan desagradables las palabras que pronunciaste que me fui en ese instante.

No diré tu verdadero nombre, pero en tu honor, te llamaré Cassius. En nombre a tu vacío interno, que traté, pero noté que nunca nadie podrá llenar, porque eres un agujero, devorando todo lo bueno de aquellos que tratamos de ayudarte.

Hasta ese momento, a diferencia de todos en nuestra preparatoria, no, yo no había escuchado tu nombre, no era otra en la lista de chicas que tenías detrás. No sabía quien eras y con ello mi vida era perfecta.

Hubo unos cuantos cruces en los pasillos, pues como dije, nuestro campus no era nada grande y era común encontrarte con cualquiera muchas veces al día, pero fue esa vez que me hablaste y me hiciste despreciarte, que llegué a notar tu presencia en los pasillos y demás.

Y no fue hasta hoy, que me di cuenta que todo cambiaría...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 07, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TOXICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora