La magia de mi corazón

Noviembre

Lo sé, demasiado pronto para hablar de navidad, pero son mis primeros meses sin él, así que me lo permito.

Septiembre fue mejor que octubre, y noviembre...

Echar de menos es poco, sigo esperando que aparezcas por la puerta me cojas la mano y pases otro día más conmigo, pero no.

Esta vez no hay milagro, esta vez estoy sola, sin él, y duele.

Duele porque todos los infinitos que nos prometimos no fueron suficientes.

Porque no dejó ni una nota de adiós ni un feliz navidad.

Ya no veo su rostro reflejado en la luna ni en las estrellas, supongo que se esconderá de mí.

Lo entiendo, yo también lo haría.

Yo también me escondería de la niña que supuestamente es una adulta que sigue amando la navidad, las luces, la ilusión de los niños, él...

Yo también me escondería de la supuesta adulta que no deja de sonreír mientras camina por la calle y llora porque las luces le hacen emocionarse.

Yo también me escondería de la supuesta adulta que sigue creyendo en los milagros de navidad, y que esos mismos te devolverán por navidad.