Es lo único que tenemos

IV

Supe por algunas personas que estarías bebiendo, después de todo, era una de tus maneras de olvidar las cosas, no diría que eres un alcohólico, porque no es cierto, pero a veces, cuando era demasiado para ti, tomabas algunos tragos para "desenchufar tu cerebro" como tu le decias.

Pero había casos en los que te excedías, en esos casos era donde yo entraba y te sacaba de problemas, claro que yo tampoco era un santo, por lo que usualmente terminábamos ambos ebrios apoyandonos mutuamente para tropezar menos hasta llegar a la casa.

A veces lo lograbamos, otras veces terminabamos en algún hotel durmiendo juntos, pero siempre nos teniamos el uno al otro, pasara lo que pasara, yo te cuidaba a ti y tu a mi.

Pero debo aceptar que estoy preocupado, ya que cuando bebias demás, tu solias tener diferentes formas de reaccionar, una de ellas es que te ponías demasiado cariñoso, no me molestaba realmente, ver tu cobriza piel sonrojada mientras me coqueteabas era de mis cosas favoritas, pero no quiero verte actuando de la misma manera con alguien más, no, nadie tenía el derecho de verte de aquella manera, quizá nisiquiera yo, pero es un honor que me habías dado tu mismo.

A veces me pregunto si habras dado a otro el derecho de verte en tus diferentes facetas, pero me molesta el solo pensamiento; sé que quizá sea excesivo y no tenga derecho a querer conservar tus diferentes facetas solo para mi; pero como ya dije, soy egoísta y celoso, porque sé que eres un encanto, alguien que podría enamorar facilmente a otro, por eso estoy con un debate mental entre ir a verte, aunque sea de lejos, para evitar que alguien se pase de listo contigo o que algo malo realmente te ocurra; o quizá debería quedarme y olvidarlo, dejar que te desahogues y te tranquilices, la verdad no sé que sea mejor.

Dime Julio ¿por qué sigues jugando con mis pensamientos? ¿Como es qué a pesar del tiempo te niegas a salir de mi corazón? No entiendo como es posible seguir enamorado después de tanto, pero lo peor es que no sé si tu sigues enamorado de mi, estoy consiente de que me odias, yo también lo hago un poco, pero aún así te amo.

Es un sentimiento raro, el de amar con tanta fuerza, que llegas a odiar a la persona, porque ese sentimiento es tan intenso que te consume, tan grande, que solo quieres estar con él, pero tan doloroso al saber que esa meta esta muy lejana realmente.

Miró el reloj nuevamente y son las 11:27 p.m. muy tarde para mi gusto, decido ir por ti, seguro ya estaras ebrio, quizá te niegas a ir a casa y no pretendes salir del bar al que fuiste, o quizá ya te fuiste a casa y yo ire solo a verme como un weon mientras te busco y no estas, no lo sé, son opciones; aunque espero que sea la última opción, me sentiría como un weon culiao, pero un weon culiao tranquilo porque estas bien.

Agarro mi chaqueta y dos chalinas, por si me atrevo a hablarte, lo cual dudo realmente, pero nunca esta demás estar bien preparado. Tomo mi celular viendo que solo me queda un 43% de batería, pero es suficiente para ir por ti, asique guardo el celular, las llaves de casa y algo de dinero por siacaso.

Abro la puerta de mi casa y me sorprendo al verte fuera de esta, sentado justo al costado de la puerta, no pareces estar durmiendo, solo estas con la vista baja.

Me acerco un poco y al momento levantas la vista y luego de que tus ojos conecten con los mios por un par de segundos, cambias tu mirada perdida a una expresion más cansada acompañada de una sonrisa leve.

-Hola Manu.