Capítulo 13 ¡Atraviesa los cielos de la tercera capa!

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En este momento, Qing Shui recuperó la compostura, mirando al lobo dorado que se estaba acercando rápidamente a él. Su cuerpo que estaba lleno de energía, se estremeció ligeramente cuando su brazo derecho explotó hacia adelante con una explosión de velocidad.

"¡Xiu!"

Ese guijarro estaba dirigido a la región de la mandíbula del lobo huargo, creó un sonido extremadamente discordante mientras se elevaba por el aire.

En el momento exacto en que salió el guijarro, Qing Shui optó por no retirarse, sino avanzar, como una lombriz que se zambulle en el suelo, Qing Shui cruzó ambas manos y penetró con fuerza en la parte posterior del lobo huargo.

"¡Kacha!"

"¡Aooooo!" El lobo aulló de dolor (¿qué dice el lobo?)

Sonó el sonido de un hueso roto acompañado de un aullido lleno de un dolor insoportable.

Usando sus codos, Qing Shui empujó contra el lobo huargo, tomando prestada la fuerza de ese empuje para retirarse a cierta distancia. El lobo huargo gravemente herido estaba agachado sobre sus patas traseras, con la apariencia de rogar clemencia, mirando con temor a Qing Shui.

Qing Shui no estaba tan tranquilo como parecía, ¡ese ataque en este momento era demasiado peligroso! Si no fuera él aprovechando una oportunidad, disparando esa piedra en el momento exacto en que el lobo huargo se estaba concentrando por completo en su ataque, Qing Shui no habría tenido la oportunidad de herir una de las patas traseras del lobo huargo.

Un lobo era astuto por naturaleza, y como tal, Qing Shui no se atrevió a ser descuidado y subestimar a su oponente. Estaba mirando con cautela al lobo huargo dorado, mientras riachuelos de sudor empapaban todo su cuerpo, mientras entraba en un estado de concentración extremadamente intensa.

En este momento, mientras miraba al lobo huargo dorado que resultó gravemente herido por él, Qing Shui no pudo evitar relajarse un poco. El ligero lapso de concentración de su parte provocó una sensación de estupefacción, haciendo que su cerebro entrara en un estado de aturdimiento. Mientras estaba en ese estado de aturdimiento, Qing Shui ni siquiera podía pararse derecho sobre sus pies.

Justo cuando aparecieron las olas de mareos, el colgante de jade desgastado y andrajoso en frente de su pecho emitió ondas de energía refrescante, que circularon rápidamente en todo su cuerpo, sosteniendo a Qing Shui. Este sentimiento era análogo a cuando la tierra seca de un desierto asoleado por el sol de repente experimentó una corriente de lluvia.

Las olas de energía refrescante circulaban sin cesar dentro de él, Qing Shui sintió que sus extremidades eran incapaces de reunir cualquier poder, incluso su cuerpo se sentía extremadamente relajado, cómodo hasta el punto de la pereza extrema. Justo cuando Qing Shui casi se queda dormido, ¡sucedió algo extremadamente extraño!

El cultivo de Qing Shui en la Técnica de Fortalecimiento Antiguo estaba actualmente en la cima de los Cielos de la segunda capa. En este momento, en el tranquilo y apacible estado de Qing Shui, ¡el Fortalecimiento Antiguo irrumpió inesperadamente en la tercera capa! Qing Shui podía sentir los hilos de un cálido y suave flujo de Qi circulando por todo su cuerpo, refinando rápidamente la dureza de sus huesos y canales de energía. Ese hilo de Qi después de que se abrió paso hasta la tercera capa, se había vuelto aún más grueso. Al someterse al proceso de refinamiento, Qing Shui podía sentir que sus canales de energía se habían expandido y se habían vuelto más gruesos como resultado.

Técnica de Fortalecimiento AntiguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora