DESCENDIENTES 3

TERCERA PARTE : LAS RAÍCES

Cuando salió a la teraza se encontró  con una figura en medio de la oscuridad.

— Por un momento pense que no te acordarias de mi, con eso que ya no me necesitas- dijo Hades

— Yo cumplo con lo que prometo

—¿Y tus amiguitos?

— Te lo pagare, Hades 

El mencionado se rio con una voz grave, mas grave que de costumbre y en la penumbra Mal pudo ver perfectamente los ojos azules de un color intenso.

— Conmigo no se juega y si no se paga la deuda aumenta, lo sabes yo no tengo consideraciones con nadie ni por que seas mi hija

— Ya lo se

— Bien 

Mal asintio y se dio la vuelta pero cuando estaba en la puerta se giro y le dio un calido abrazo.

— Gracias por ......por todo - dijo en un susurro

Hades le corespondio el abrazo después de unos minutos haciendo que Mal sonriera de felicidad.

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— ¿Lista? — pregunto la peliazul

— están seguros que no hay un espacio para mí

— Mal,  tienes que quedarte con Ben, en casa algo puede pasar además tu no serás la única también estará Jane y Uma — explico Carlos

— No es el hecho de sentirme sola, se trata de Ben  — aclaró

— Pensaba que ya eran amigos — Jay quiso decir otra cosa pero no podía, no sin el permiso de la recién pareja

— Lo somos, eso creo — a claro — pero cuando dijo Ben me refiero a sus padres, me odian

— Eso no lo sabes — dijo su amiga

— No necesito hablar con ellos para saberlo, Evie lastime a su hijo, a su único hijo de la peor manera y ahora voy a ir a su casa para me den un lugar donde dormir, ellos no pueden dejarme sin techo pero yo sí puedo romperle el corazón a Ben

— A la próxima piensa las cosas mejor— le dijo Carlos — además aún que dijas mil cosas aún  estás en peligro y aún eres parte de su reino, su deber es protegerte

Mal soltó un suspiro y la puerta se abrió dejando pasar a Ben. Aún que el joven escribía algo en la hojas.

— ¿Crees poder caminar? — le preguntó a Mal

Mal se levantó, aún le dolía el cuerpo pero podía mantenerse de pie.

— ¿todo estará bien en el castillo? — pregunto Jay

— estará bien, lo prometo

— entonces no te queda opción — dijo viendo a su amiga

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La Hada Madrina entró a la oficina de Ben con el libro de hechizos que haces  ya unos días habían encontrado. El joven rey se encontraba con su padre.