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 El calor era intenso, el sol quemaba para cualquiera que intentara salir de su hogar, era de esperarse en pleno verano se sabe que eso suele pasar pero en ese lugar era diferente no había personas tomando el sol, ni piscinas, niños comprando helado, o cualquier otra cosa característica de esta época.

Una persona pasaba tranquilamente por una parte desierta de una ciudad de nombre desconocido y olvidado con el tiempo, pasaba por las vacías casa de los barrios junto a lo que parecía unos montones plantas creciendo sin control poco común cuando ya deberían estar ocupadas por muchos nuevos ciudadanos, familias que quisieran empezar una nueva vida o establecerse; se paró en frente de lo que parecía un centro comercial, se tomó el tiempo para observar y recordar el origen del estado actual del mundo, de la soledad de ese lugar todo a causa de una decisión que afecto la de millones de persona...

17 años antes

Gente corriendo, empujándose para escapar a lo inevitable, a su muerte la extinción total o de la mayoría de la humanidad. . .; gracias a los gobiernos a nivel global organizaron el lanzamiento de un nuevo satélite a la atmosfera terrestre con incontables funciones pero gracias a un mal cálculo de la trayectoria de lanzamiento choco con meteorito que al entrar en el planeta causo un impacto tal en la corteza terrestre que lo que parecía de fisión de volvió realidad, volcanes explotaron, tormentas se formaron por todos lados, inundaciones, etc. Nadie sabía cómo enfrentar eso ya que todo sucedió en un tiempo de 25 horas, pero lo peor fue lo que trajo el asteroide, transformo la atmosfera en un gas toxico que los que sobrevivieron evolucionaron en una forma, pero perdían en otra, solo una 10% de las personas sobrevivió pero los animales, plantas volvieron más a la vida que antes el aire se limpió, despojando al planeta del virus más grande que pudo tener la raza humana.

Corrió tanto como sus cortas piernas de una niña de 5 años le podían dar, su padre un hombre corpulento al cual siempre tenía una expresión seria, se le podía ver preocupado, su esposa trataba de mantener la calma mientras sostenía a un bebe que no paraba de llorar, debido a que la gran epidemia que pasaba decidieron refugiarse en el antiguo bunker que el señor Allegri había construido gracias a su paranoilla causada por sus años en la guerra, Héctor Allegri nunca pensó que lo que su padre construyo les serviría en algún momento sus esposa Carmen y sus dos hijos Irene y Max eran lo más que le importaba y dudaría en hacer cualquier cosa para mantener a su familia a salvo, el mejor que nadie sabía lo peligrosa que podía ser las personas con tal de sobrevivir.

No faltaba mucho para que todo el desastre los alcanzara, acomodo a su mujer y a sus hijo en la parte más segura del lugar y corrió para meter la provisiones y sellar el bunquer; las luces se apagaron, truenos y explosiones se escuchaban del exterior, el llanto de ambos infantes empezaba a angustiar a su madre y Héctor hizo lo que no hacía desde su adolescencia canto, una canción dulce que recordaba de una película cuyo nombre no recordaba pero valla que la idea le funciono porque tanto Irene como Max callaron su llorar y quedaron dormidos junto a sus padres; no sabía esa familia que esa calma que tenían duraría tan poco sin importar cuanto quisieran lo contrario.

Evolucionados El chico alas negrasWhere stories live. Discover now