Im JaeBum es un reconocido policía en Seúl, su padre fue uno de los más importantes del área y ahora Im hijo no puede quedarse atrás.
Entre sus casos jamás pensó que su equipo daría con el líder de una de las agrupaciones delincuentes más grandes de...
-JaeBumie ¿Crees que es mejor esta? ¿O esta? - YoungJae le mostraba flores en el catálogo de la revista de jardines mientras vestía su overol y playera amarilla.
-Me gusta esta- Apuntó a los girasoles.
Y además le respondo. Pensó.
-Buena elección- YoungJae marcó la elección hecha.
Este era ya el quinto día que pasaba en casa de YoungJae.
Si, quinto.
Y es que después de ese día en que irrumpieron en casa de YoungJae el chico lo convenció con caritas tristes y voz chillona de dormir en su casa una y otra y otra vez.
Por supuesto JaeBum iba de vez en cuando a la estación local y a su lugar a buscar cambios de ropa, pero de una u otra forma terminaba en casa del chico joven.
-JaeBum hyung- YoungJae le habló.
-Dime pequeño.
-Eres muy guapo.
-No seas un insolente- Cortó la tierna confesión de YoungJae- Soy mayor.
-Solo por seis años- Le sacó la lengua y se puso de pie- Iré a hacer té, y no te daré nada.
Cuando YoungJae desapareció JaeBum sonrió, le gustaba molestarlo, lo disfrutaba demasiado.
YoungJae era tan fácil de hacer enojar, igual de fácil se le quitaba, pero amaba ver como hacía volar sus mechones de pelo con un bufido y como su rosada lengua salía para burlarse de él.
-Supongo que tendré que irme a casa- JaeBum caminó hasta la puerta e iba a salir.
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-¡Hyung! ¿A dónde va? No te vayas- YoungJae llegó vistiendo su delantal rojo con puntitos, directo desde la cocina- No podré dormir si estoy solito, tendré pesadillas feas.
-Si Hyung se queda no tendrás pesadillas ¿Verdad? - YoungJae asintió abrazado aun de él- Supongo que tendré que quedarme.
-¡Si! Ahora ven, hice té de jazmin- YoungJae lo jaló hasta la cocina.
-¡KYAAAAAAA! ¡JAEBUMIE! - un grito lo hizo salir corriendo desde la habitación de invitados hasta la cocina donde estaba YoungJae.
-¿Qué ocurre? - El chico tenía ojos llorosos y estaba sobre una silla.
JaeBum pensó que quizás los que irrumpieron en su casa habían vuelto cuando YoungJae apuntó la puerta que daba hacia el jardín.
-Ahí está , es u-una ¡Una cucaracha! - YoungJae gritó y JaeBum miró el suelo.
Ahí en la puerta, sin enterarse de nada de lo que pasaba, una café y lenta cucaracha caminaba mientras movía sus antenitas.
-¿Por eso pegaste tremendo grito? Es solo un insecto, eres mil veces más grande que él- JaeBum la pateó fuera y cuando se giró a mirar a YoungJae él estaba cabizbajo.
-Lo siento JaeBummie, no te enojes, antes llamaba a Cheolie para estas cosas- YoungJae sonrió pero con lágrimas en los ojos- Debo ser muy molesto, apuesto te quieres ir a tu casa ¿Verdad?
-YoungJae yo n-
-Esta bien, estaré bien, debes irte si eso quieres- YoungJae se inclinaba una y otra vez como dicendo "Lo lamento" - Gracias por todo.
JaeBum no podía con esto, YoungJae era tan especial, tan sensible y tan maravilloso que JaeBum tenía que contener sus impulsos cada vez.
Le picaban las manos por tocar la piel sonrojada de YoungJae, y le gustaría devolverle los cumplidos cuando esté se los decía.
-Hey, si me voy ¿Quién te hará compañía y te llevará toallas al baño cuando te olvidas? - Dicho esto puso una mano sobre la cabeza de YoungJae.
-¡Gracias JaeBummie! Eres el mejor- YoungJae lo abrazó y refregó sus mejillas- Me gustas tanto.
-No seas insolente- Dijo para calmarlo- ¿Algo más que necesites? Pequeño revoltoso.
-¡Si! Acompáñame a una feria de juegos que hay en el centro.
Iba a decir no, pero mierda, YoungJae puso esos ojos.
-Bien, vamos a ir- Cedió.
Se dio media vuelta para caminar hasta su cuarto, debía enviarle cosas a Kunpi sobre su investigación que de hecho iba muy mal.
- ¡JaeBummie! - Volteó cuando el peli azul lo llamó- No puedes ir vestido así.
-¿Por qué no? - ¿Qué hay de malo con su uniforme de policía?
-Puedes llevar la placa, pero no la ropa, las citas no son así.
-Esto no es una cita YoungJae- JaeBum defendió.
-Claro que sí, es una cita de amigos.
Le hubiera creído, pero YoungJae le guiño un ojo.
-Bien.
Entró y encendió su computadora para escribirle a Kunpi sobre sus progresos, y que estos llegaran a Park, pero la verdad es que no tenía nada. No sabía quién era esa persona con quien Choi aparecía en los videos y preguntarle al pequeño estaba fuera de cuestión.
-Joder- Se pasó las manos por la cara, debía comenzar a investigar y era imposible sabiendo que ellos podían llegar a descubrir a YoungJae.
-¡JaeBum! ¡Hyung! - YoungJae tocó su puerta - Voy a entrar.
YoungJae entró y parecía que iba a preguntar algo, en cambio se fijo en la ropa que tenía sobre la cama.
-¿Usarás eso? - Le preguntó.
-Si ¿Está bien para nuestra salida? - YoungJae le sonrió tan bello que JaeBum se obligó a apartar la mirada hasta el suelo.
-¡Está perfecto! - Gritó y salió saltando como un conejo de pelo azul.
¿Qué tramaba este chico?
Sin pensarlo demasiado se vistió, tomó sus cosas y su placa la colgó de su cuello. Estando el la sala llamó a su acompañante.
-¡YoungJae ya vamos! O no iré.
-No seas así, estoy listo- Al voltearse vio que YoungJae, o, bueno, su ropa era muy parecida a la suya.
-¿Te vestiste así a propósito? - Lo miró mal y cruzado de brazos.
-¿Qué? No, claro que no, fue pura coincidencia- YoungJae lo tomó del brazo y mirándolo hacia arriba le sonrió- ¿Nos vamos?
-No tienes remedio. Si, vamos.
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