El angel y la flecha.

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La luna brillaba desde lo más alto para quien miraba desde el inicio del abismo y ni siquiera a esa distancia dejaba de ser le esfera abismal que tanto relucia y encantaba a las almas, motitas pequeñas apenas se hacian visibles junto a ella. La noche recien comenzaba, con vientos feroces que marcaban cada paso  hacia La Montaña, revolviendo las cosas a su alrededor. Los animales nocturnos despertaban de sus horas de sueño para sambullirse entre los matrorrales y poder cazar algo. Habia murmullos, vocesillas aqui y allá, todo aparentemente normal, nada que adviertiera al absimo de las almas lo que estaba por suceder. Entonces... una cola larga habia desaparecido recién entre los arboles que se amontonaban entre sí, cerca de las resbaladisas cuestas que se elevaban cada vez mas, habia pasos, pasos que crujian encima de las hojas secas, y habia un leve susurro que le perseguia. Un delgado manto de tensión y curiosidad cubria cierta zona del bosque. De repente un sonido arrastrado espantó dos o tres hileras de pajaros en los arboles, hubo un revoltijo de hojas color pardo, un chillido que provocó eco en las cuevas de La Montaña, y despues una asustada ardilla salia de los matorrales con el corazón desbocado y una silueta risueña comenzaba a tomar forma, se trataba de una Felina de cola larga, una curiosa y juguetona felina. Ella era el manto que habia tensado la vida del bosque. De pronto tomó carrera detrás de la ardilla, que huía sobre sus cortas y peludas patas hacia lo mas alto del  abismo, para su mala suerte la felina era rapida y la ardilla no y solo abria espacio a lo inesperado, dejandola ganar tiempo.  Un acto cruel pero juguetón e inocente desde su perspectiva, no iba a comerla pero la ardilla no lo sabia. La felina corria con presición, esquivando las hojas, los arboles, las rocas grandes, casi en una habil danza felina, casi volando. Seguia un ritmo marcado, preciso y continuo detras de la ardilla, que no habia reparado en la libertad que ahí ejercia la tierra, casi no habia arboles, y la luz de la luna se filtraba con mucho esmero. Pero de repente habia un olor, fuerte, pero lejano (¿que era?) que le habia distraido. Con la nariz en punta miró hacia el cielo, pasando de largo la enorme bola plateada, no vio nada, ¿pero acaso significaba que no lo habia? Un chillido y su mirada volvió a bajar, la ardilla habia desaparecido, frenó en seco, y sus piernas ardieron por el brusco y repentino movimiento, ¿donde estaba? Miró alrededor y se sorprendió al encontrar absolutamente nada. Nada, solo una superfice plana y calva, con vientos helados que levantaban polvo y le susrraban cosas al oido, y unos cuantos arboles robustos detras y al lado unos cuantos pinos, pero no mas que eso. Al frente un linea horizontal invisible dividia el cielo y la tierra, en dos ranuras diferentes, pero no se apreciaba con detalle, era de noche y solo habia oscuridad a excepción de la Luna/ella. Sin embargo una enorme y profunda boca enfrente la esperaba, una boca que engullia almas. Camila sintió pánico al imaginarse asi misma cayendo entre las fauces del abismo por haber estado jugueteando con un indefenso animal. ¡Estupida! Un sonido de hojas. De pronto por el rabillo del ojo captó un fugaz movimiento -La ardilla- pensó y por insitinto se lanzó en su direccion, liberando desde su garganta un sonido tan felino y sensual que no le hacia justicia al resto de su cuerpo. Sus manos se lanzaron contra el suelo rebuscando entre una roca y varias hojas el animalito, pero no mas tomarlo por la cola y girar su cuerpo en un acto de victoria, el animalito cayó con golpe seco, chilló y salió vivo por segunda vez de sus garras. Calma.  Dolor. ¿Habia conocido Camila lo que era el dolor? No, por eso le habia tomado un poco de tiempo examinar la situación en la que se encontraba, pero mientras mas asimilaba las cosas mas dolor sentia. De nuevo las aletas de su nariz se movieron, capturando ese olor, miró la zona pero su vista se nubló un segundo y sintió una punzada de ardor. Su vista volvió a ser clara y miró su terror un momento, el abismo ¿Era el  absimo quien emanaba ese olor? ¿ Acaso estaba vivo? Habia algo de tensión en el aire. Camila sintió su cuerpo pesado y se tambaleó un poco. ¿Que pasó? Su mano comenzó a elevarse perezosamente hacia su vientre, porque el dolor punzante venia de ahí, entonces el pánico y el dolor le hicieron chillar, primero sintió algo humedo y espeso y despues algo firme y largo que le atravezaba, sintió la punta, varias iregularidades -una flecha- susurró presa del miedo -una flecha- repitió confundida y al fondo una risa, gruesa y ronca. Camila dio un respingo que le cobró con dolor, y su mareo se intensificó, gimió de dolor y no pudo soportarlo más, su cuerpo se desvanecia, las cortinas de su cara se cerraban ante una oscuridad abismal, abismo,  no queria caer, no queria morir, pero no lo hizo. Camila cayó al suelo, su esplada sintió el frio asfalto y quiso abazarse pero su dolor le advirtió que no lo hiciera. ¡No! Gimió felinamente. Intentó mover su cabeza hacia un lado en busca de ayuda, nada, ni nadie. Por un segundo sintió una ira incontrolada, ¿así moriria? ¡Qué asco! Ni siquiera sabia de donde habia salido la flecha ni por quién. Miró hacia el otro lado y su fugaz ira se apagó. Allí estaba quien por horas la habia estado observando en el bosque jugueteando, como solia hacerlo muchos años atras cuando era una niña y ahora la veria morir. El abismo de las almas. De los ojos de Camila salieron chispas plateadas, la Luna enfrente de ella le habia robado toda ira y dolor que le habia estado atormentando, no supo porqué pero sonrió, sola y y deseperada. Anonada, maravillada.  Una suave sensación le abrigó el cuerpo como el calido abrazo de una madre ¿Habia estado allí siempre? Ella ¿Como no la habia visto antes?  Sus ojos se cerraron por un momento sintiendo el dolor palpitando dentro de ella. --Ayuda- pensó, como si alguien fuera capaz de oir sus pensamientos, pero tuvo que dejar de pensar porque escuchó algo, abrió sus ojos como plato, ¿que era? Un aleteo, grande, fuerte ¿donde? Miró en todas direcciones, deseperada, sintiendo como, poco a poco se le acababan las energias.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2019 ⏰

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Parada Número Uno: Tu Alma.                           (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora