III

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Estar en casa es muy agobiante, de hecho; asi como hay risas existen momentos de tensión, pero aquella tensión se centra más en mi; ¿por que?, no lo sé.
De algo estoy segura, soy como la esponja que absorbe todo este negativismo.

Papá ya no está y creo que es lo mejor, su presencia me provoca asco, pues nunca fui una persona hipócrita como lo es él.

A mis 15 años soy mucho más madura que mis padres y creo que ello es muy triste. Por cierto, acaba de pasar mi cumpleaños y no tuve fiesta.

No es tan importante, pero al menos una comida en mi honor lo hubiera sido. Pero no, era un día normal.

No recibí ninguna llamada diciendo
¡Andrea Feliz Cumpleaños!
No, pocos son los que recordaron aquella ocasión.

Ese era uno de aquellos momentos en los que me preguntaba ¿qué sentido tenia la vida?
Y el por qué de todo este sentimiento de olvido y desprecio por parte de mi mismo ser.

Claro, tal vez solo sea la edad y su tendencia a exagerar todo lo que se siente realmente, pero lo mio no es el drama, no entiendo que pasa.

COMO DECIDÍ VIVIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora