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Es otro dia para mi, con 15 años ¿quién cree que todo es gris?, adivinen, yo.

Ir al colegio es lo mejor que existe, me encanta ir que mi mente se instruya en vez de que se destruya, en vez de que me destruya.

Desde que vine, nada es como lo imaginaba, de hecho es peor. Creo que en mi sociedad aún existe el machismo y más en mi casa, es curioso pero la cabeza de la casa es mujer, pero ella misma nos hace menos a las mujeres y yo no lo entiendo. Vine aqui para huir del machismo de mi padre pero vengo y me siento aún peor.

Pero en el colegio no es asi, aqui parece bueno y para muchos no soy horrible, no importa mi sobrepeso no soy un monstruo como suele darme a entender mi abuela.

En clase; todos me ven interesante y no piensan que solo digo estupideces, me ven como alguien bueno, no como una persona mala.

En clase soy alguien importante.
Cada recreo veo como los estudiantes corren y van a la cantina pero yo me guardo para mi casa, no es por exigente es que simplemente dinero no recibo.
Mis zapatos están algo grandes, pero es lo que consiguieron, no debo quejarme, si no los trajera conmigo, no podría estudiar.
Una compañera me ve e invita a tomar tereré, una linda costumbre paraguaya, me gusta por que es el que crea amistades en mi país.
Hablamos un buen rato, y todos ríen entonces rio con ellos.

Se siente bien reír, es algo que alivia el corazón y por un momento tu mente no piensa en lo que pasa en casa.

COMO DECIDÍ VIVIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora