Sagrada Tentación [VKook] (TERMINADA)

Introducción

Narro yo:3

Una tras otra. Surgían desde discusiones menores entre ángeles y demonios, hasta guerras intensas que duraban varios dias, meses o hasta años. Dejando muertos y heridos tras la conclusion de la misma.

Sip. Asi ocurria.

Una tras otra pelea.

Una tras otra guerra.

Pero ambos lados tenían sus motivos. O eso afirmaban los superiores de cada reino.

El reino de los cielos. El reino de la luz. Liderado por arcángeles cuando el Supremo no estaba, osea prácticamente todo el tiempo. Resplandecía con amabilidad y alegría. Generosidad y amor. Los ángeles eran atentos y brillantes. Educados y asombrosos cantantes. Poseedores de gran belleza y talentos mágicos curativos impresionantes.

Claro que nada es perfecto en su totalidad. ¿Cierto?

Los ángeles tenian muchas muchas reglas para que el orden y la paz se mantengan en el cielo. Y la regla principal era nunca ver por si mismos, siempre velar por los demás.

Y aunque esto parezca algo sencillo de sobrellevar, a muchos ángeles esto los traía muy mal. Pero como buenos ángeles que eran, uno nunca escucharía quejas salir de aquellas sonrientes bocas y armoniosos rostros.

El problema en siempre cuidar a otros era, que los otros recibían comida, agua, ropa, un hogar, o cualquier otra cosa, gracias a ti. Pero no por que lo pidieran, pues pedir alguna de estas cosas a otro ángel era considerado una muestra de egoísmo, pues veías algo para ti.
Debías esperar a que alguien te ofreciera alguna de estas cosas básicas para vivir bien y según las reglas. Y no era tan sencillo de conseguir como parecía.

En el reino del inframundo. En el reino oscuro. Liderado por diablos designados por el Tentador. Los demonios no eran tan malos como muchos los hemos retratado y creido por años. Pues también sabían amar, conocían la amistad y la lealtad. Pero claro que su única fuente de diversión, era tentando a los humanos o molestando a los ángeles.

Y eso ya era un lío para los del cielo.

A diferencia de nuestros seres celestiales, los demonios no tenian reglas en realidad. Vivian en total libertad para hacer lo que se les antoje. La única ley que los concernía a todos era marcar a cualquier ángel que encontraran o que capturaran.

Los demonios poseían afilados colmillos en sus bocas, que enterraban en la suave piel del cuello de los ángeles. Una forma de marcarlos, o en otras palabras, de maldecirlos. Ante esta mordida, el ángel no podía regresar a su hogar, pues sería rechazado llevando esa marca consigo. Y al vivir en la oscuridad y las sombras del inframundo, siendo un ser de luz, simplemente se iba debilitando hasta morir en menos de una semana.

Pero últimamente el aire se siente distinto. El ambiente ha cambiado. A pesar de que ha iniciado una nueva guerra, parece ser que esta sera diferente a las demás. Parece ser que algo finalmente frenará este enorme malentendido.

Alguien quizás por fin descubra la verdadera oscuridad en el mundo.

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