Cap 12

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Tae

Llevaba volando a un ritmo lento ya por lo que me había parecido una media hora. Cargaba aún en brazos a ese lindo angelito en dirección a los bosques y montañas para encontrar un refugio, y bajé la velocidad de mi vuelo al notar que éste se había quedado dormido.

Diganme... ¿Acaso estaba soñando?

Era finalmente libre de las leyes del infierno, y podría mantenerme alejado de Hellgang y sus tonterías para siempre.
Claro que, esto también incluía a Yoongi y a Namjoon. De seguro no podría volver a verlos jamás. Eso era lo único que realmente me dolía, y me preocupaba de mil maneras.

Pero... bueno. De seguro estarán mejor sin mi...

-Mm... -murmuró el angelito aún dormido sacándome de mis pensamientos por un instante.

Sonreí enternecido viéndolo.

Y a la vez me sentía culpable por las condiciones en las que él se encontraba.

Al menos el efecto de esa cosa no había durado tanto como yo creía... y no había llegado a dañarlo más...

No parecían heridas de gravedad, pero si lo fueran, no me lo hubiera perdonado jamás.

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Una suave brisa helada me golpeó el rostro y levanté la vista. Ya estábamos ingresando a aquel bosque. Frondosos árboles y hermosas flores apenas se distinguían en la oscuridad, y álgunas luciérnagas brillaban cerca en lo que parecía ser una bienvenida al lugar.

Acababa de anochecer, y a pesar de la hora o la oscuridad, el lugar parecía estar en completa calma. Sólo se oía el agua correr por un pequeño río hasta llegar a un  hermoso lago que reflejaba la luna.

Moviéndome un poco más, logré llegar hasta las montañas, y me asomé a una de las numerosas cuevas con delicadeza. Extrañamente, una suave luz y un calor acogedor surgieron del interior de la misma. Y decidí tomar aquello, como una invitación a entrar.

Así lo hice, y más al interior de la cueva, recosté con cuidado al angelito, quería que estuviera a salvo, y esperaba que en aquella cueva pudiera estarlo.

Éste se removió un poco al sentir el suelo, pero por suerte, se tranquilizó casi al instante. Y siguió durmiendo en paz.

Miré sus alas heridas con lástima, quería hacer algo más por él. De hecho, sentía que haría de todo por él si tan solo me lo pidiera, pero creía que a él no le agradaría tanto la idea de pasar su tiempo con el demonio que trató de matarlo.

Pero tampoco podía irme y ya...

Salí al bosque, y recogí las largas hojas de algunos árboles por ahí cerca, para envolverle las alas y mantenerlas firmes hasta que sanen.

Pero mientras lo hacía, el angelito volvió a removerse en sueños y soltó otro quejido. Creyendo que era por el dolor, fui mucho más cuidadoso mientras seguía cubriendo sus heridas.

Ya iba a terminar, pero seguía sintiendo curiosidad de conocer mejor a ese lindo angelito. Quería hacerle tantas preguntas sobre él y sobre su mundo, quizás muchas más preguntas de las que le hice a aquella ángel que conocí cuando era niño.

Aún la recuerdo, ella me regaló una de sus plumas antes de morir, pidiéndome que nunca la olvidara, y que me confiaba una pluma suya porque de alguna manera, veía en mi a su hijo. Yo llevaba esa pluma conmigo a todas partes, guardada en un pequeño bolsillo que logré esconder en mi camisa. Su pluma llevaba el perfume de ella, una esencia dulce y suave a rosas rojas.

Las plumas de éste lindo angelito me recordaban también a ella. Se veían igual de esponjosas y suavecitas. Y aunque también les sentía un ligero perfume dulce, no se notaba lo suficiente como para determinar lo que era.

Sonreí melancólicamente entre algunos vagos recuerdos, y casi sin darme cuenta, pasé con delicadeza mi mano por sus alas, acariciando sus plumas con suavidad.

Hasta que...

-Mm~... -lo oí murmurar aún dormido.

Me quedé casi paralizado en mi lugar por varios segundos.

Acababa de... ¿gemir?

-E-eres un...

-Es un doncel... -me interrumpió una voz tras de mi.

Me sobresalté y volteé, únicamente distinguiendo la sombra de alguien en la entrada de la cueva con las alas extendidas.

Me asusté por un segundo, creyendo que podría tratarse de algún otro demonio enviado por Hellgang. Reaccioné de golpe, y gruñi amenazadoramente mostrando mis colmillos.

-¡No te atrevas a acercarte! -grité estirando las alas para cubrir al angelito tras de mi.

-Ehm... Ya relájate. Está todo bien -dijo él y empezó a acercarse a pesar de lo que le dije- ¿Porqué un demonio protege tanto a un ángel? Y ¿Qué hacen ambos tan lejos de la frontera o de sus respectivos hogares?

-No es de tu incumbencia -dije y volví a gruñir molesto por su cercanía- ¡Dije que no te acerques!

-Y yo dije que te relajes. No quiero hacerle daño, ni quiero molestarte -soltó en tono relajado y acercándose a la luz- Sólo pasaba a saludar -sonrió.

Lo miré extrañado, y muy sorprendido al notar que sus alas llevaban plumas negras y blancas. Sus ojos eran uno café claro y el otro rojo. Y de su boca sobresalían pequeños colmillos, que no lucían nada amenazantes ya que parecía sonreir todo el tiempo.

-¿Quién eres? -pregunté aún muy sorprendido.

Él rió ligeramente, y miró sus alas antes de contestar.

-Soy Jung Ho Seok. Pero puedes llamarme Hoseok -se presentó aún sonriendo- Y bueno, vivo aqui en éstas montañas desde hace mucho tiempo.

-P-pero... Tus alas... -dije sin salir de mi sorpresa.

-¡Oh! Es por mis padres -dijo orgulloso.

-¿Quiénes eran tus padres? -lo miré alzando una ceja.

-Es una larga historia -dijo mirando a otra parte sin dejar de sonreir- Pero... mi madre era un ángel, y mi padre un demonio...

(Holiii!!
Espero que les esté gustando!! UwU
Gracias por leer!!:D
Y... nota rápida jeje XD
Lo más probable es que desde ahora en adelante los capitulos de todas mis historias saldrán los fines de semana :O
Sólo si tengo tiempo los sacaré antes -u-
Nos leemos luego!!:3
Añioo~~)

Sagrada Tentación [VKook] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora