CAPITULO 1

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        --- PERDIDA EN EL DESIERTO---

Mi nombre es Fernanda Elizabeth (odio que me llamen Fernanda) vivo en California, con mi Mamá, una mujer fuerte y muy hermosa, con cabello castaño y ojos de un color chocolate, llamada Rebeca y mi hermano Rodrigo que es dos años menor que yo, él es un niño muy curioso e imperativo, tanto, que en ocasiones se ha lastimado por correr tras de una iguana en el patio trasero, solo por querer ver cómo es su lengua tan larga, para comer insectos; vivimos en una casita cerca de la costa, que tiene un jardín lleno de pasto tan verde, como las chispitas que se le ponen a los helados, y a los costados unas florecillas tan pequeñas y bonitas de un color amarillo tan deslumbrante que no pasa desapercibido; todas las mañanas nos levantamos a las 7:00 a.m. para ir a la escuela y nuestra mamá al trabajo; casi siempre en el desayuno, preparo huevitos revueltos con jamón, los favoritos de papá, que los solía comer con una mezcla rara de cátsup con mayonesa y especias que le encantaba; cuando acabamos de desayunar, mi hermano y yo vamos caminando a la escuela pasando por casa de dos de mis mejores amigos, a una cuadra de mí, vive pablo, a él lo conozco desde que... mmmm bueno, la verdad es que no recuerdo muy bien desde hace cuánto lo conozco, hemos sido amigos desde que estábamos en pañales; mi mama nos contó hace poco que siempre nos peleábamos por los juguetes cuando ella iba a su casa a tomar café y platicar, él es un chico un poco difícil de entender, ya que es muy olvidadizo, a veces te puede decir una cosa, a los cinco minutos te dice otra y cuando le preguntas solo media hora después, ya lo olvidó todo por completo. Cuando pasamos por su casa, él sale corriendo tras nosotros para alcanzarnos.

Dos cuadras más delante de la casa de pablo vive Daniela, nos volvimos amigas desde primero de primaria a causa de mis historias muy locas que dibujaba en la parte de atrás de mis libretas, a ella igual le gusta mucho leer y escribir, pero siempre que comienza algo nunca lo acaba; siempre sale cuando pasamos por su casa para acompañarnos en las cuatro cuadras más que faltan.

A veces cuando vamos camino a la escuela, cruzamos del otro lado de la calle, hacia la playa y solo me pongo a imaginar increíbles historias sobre la arena, cabalgando caballos con un pelaje brillante y terso...

Cuando el aire pegaba contra el rostro de Eliz, ella se percata de que está a la deriva, sin nada alrededor, bajo del caballo y se inclinó para agarrar un puño de arena, lo lanzo al viento para ver hacia donde se dirigía, vio a lo lejos algo verde, se preguntaba...

-¿Qué será eso? ¿A caso es un oasis? ¿Abra comida ahí?

Ella se dirigió hacia donde veía algo parecido a un oasis; caminó durante horas junto con su hermoso corcel que igualmente estaba hambriento y débil.

-Pssshh Amigo.

-¿Quién? ¿Yo? respondió el narrador.

-¡Sí! Tú ¿Quién eres?

-Yo soy el narrador de los cuentos de Eliz. ¿Quién eres tú?

-Shhh!!! Habla más bajo, tu amiga nos va a escuchar. Yo soy la serpiente guardiana de todo este lado del desierto y me encargo de que toda persona que se dirija al lado norte solo pase si responde bien uno de mis acertijos.

-¿Entonces Eliz tiene que responder bien para que pueda continuar?

-Si!

-Está bien le diré a..

-NOO! No le digas así de la nada que estoy aquí.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque soy una serpiente, y... Normalmente cuando alguien me ve, sale corriendo porque piensa que lo morderé.

-Ahhh! Está bien, entiendo. Intentaré hablar con ella.

-Psssshh Eliz.

-¿Qué? ¿Quién habla?

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⏰ Last updated: Nov 05, 2019 ⏰

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The Dreams Of ElizWhere stories live. Discover now