Son las 9 de la noche sobre los cielos del este de los Estados Unidos, a bordo del vuelo 10 de Aven Airlines se encuentra la tripulación de mando hablando de forma relajada mientras pasa el tiempo hasta llegar a su destino, la ciudad de Nueva York. El vuelo desde Los Ángeles se retrasó un poco y están más cansados de lo normal luego de volar durante parte de la mañana y toda la tarde sobre la costa Oeste del país.
Estar detrás de los controles de este imponente y ya entrado en años 727 es una sensación sumamente agradable. El capitán Davis es un hombre de más de 60 años con muchos años de experiencia y un buen sentido del humor, tiene a su cargo a dos jóvenes pilotos, el primer oficial Charles Puigdemont, un hombre jocoso y muy talentoso; en el tercer asiento se encuentra el joven piloto e ingeniero de vuelo Louis Kendall quien tiene una predilección por los cálculos y el control de las situaciones. Ambos tienen solo un par de años volando, son de la promoción de pilotos de 1978, egresados de una de las mejores academias del estado Florida.
Pasado un tiempo el capitán vuelve del baño, han sido unas 3 horas de vuelo y su cuerpo le pedía un respiro, los dos pilotos restantes se percatan de que su conversación los ha distraído un poco del trabajo y han olvidado interceptar las radioayudas a tiempo, esto los ha desviado unas 50 millas náuticas de su curso original, pero eso no es lo peor, de pronto la meteorología ha cambiado y están entrando en unas nubes de tormenta que no parecen ser muy amigables.
El capitán alarmado intenta comunicarse con alguna puesto de control cercano pero nadie responde. - No puede ser posible, ¿Por que no responden? Algo debe andar mal con las comunicaciones en tierra. Kendall responde que ya es algo tarde, es día de acción de gracias y seguro están todos juntos compartiendo la cena, no es fácil pasar estas fechas fuera de casa.
De pronto oyen un ruido muy fuerte como si algo chocara contra ellos, está cayendo mucho hielo en el exterior y los rayos no escasean, han encontrado la tormenta en todo su esplendor. El primer oficial ve una alarma en el tablero, es el botón de fuego en el motor izquierdo, segundos después la potencia del motor disminuye. El capitán toma el mando de la aeronave y manda a consultar el manual de procedimientos de emergencia para saber cómo deben actuar.
Un minuto después entra la jefa de tripulantes a la cabina de mando y con una expresión de nervios dice: - Capitán tenemos algo de humo en la la sección de cola, los pasajeros están alarmados. Charles activa las mascaras de oxigeno. Louis busca el interruptor de supresión de fuego de ese motor, hay que evitar que el humo se extienda por la cabina o no será un momento agradable para nadie a bordo de la aeronave.
Ambos hacen lo indicado, en eso el ingeniero de vuelo se percata de que tiene un desbalance en la cantidad de combustible de las alas, la válvula estaba pasada justamente hacia el tanque izquierdo. Ahora vuelan sin un motor y con un avión más pesado del lado sin potencia, este podría descontrolarse si no actúan rápido.
En ese momento el capitán Davis escucha una voz en la radio, es control de tráfico aéreo. Activa el intercomunicador y declara rápidamente una emergencia. - Aquí el N101DC de Aven Airlines, perdimos el motor izquierdo y tenemos problemas de combustible, repito perdimos un motor. Mayday - Mayday - Mayday.
La controladora en un intento por no perder la calma ante tal situación le repite al piloto que su emergencia ha sido recibida y anotada. - ¿Que desean hacer? Pregunta la señorita, seguido de la siguiente frase. - El aeropuerto más cercano se encuentra a unas 30 millas en la ciudad de Springfield, Illinois.
Hay mal tiempo y granizo pero es la opción más segura por lo que la tripulación decide ir sin perder más tiempo. Descienden a un ritmo mayor de lo normal, aparecen vibraciones en el timón vertical, Davis desactiva el piloto automático y pasan a manual, mientras que Charles se encarga de las comunicaciones, la velocidad y la altura. Por su parte Louis revisa los sistemas de la aeronave rezando por que no aparezca otra falla.
Están a minutos de la pista, la niebla sólo deja ver un poco de luz al fondo, la torre les dice que tienen permiso para aterrizar y los servicios de emergencia los esperan en tierra. El primer oficial activa los "flaps" pero nada ocurre, salvo una alarma en el tablero del ingeniero, el impacto de hace un rato seguro dañó algún sistema hidráulico. - Tendremos que aterrizar a mayor velocidad de lo normal, haz los cálculos Louis, será divertido. Comenta el capitán. - No es tiempo para bromear. Dicen ambos jóvenes al unísono mientras siguen los procedimientos.
Unos instantes después ven la pista, un respiro entre toda esta locura. Continúan el descenso y ya están a pocos metros del terreno. Varias alarmas se activan. - ¿Qué le pasa a este avión? Parece un toro embravecido. Comenta el capitán.
Segundos después tocan tierra, disminuyen la potencia de las máquinas que aún funcionan y sin poder activar los "reversibles" intentan frenar el avión usando los "frenos de velocidad", se consumen los metros y se deslizan un poco a la izquierda, hay un algo de hielo sobre el último tramo de la pista. Los problemas en los controles hacen que el tren de aterrizaje principal izquierdo toque la tierra al borde de la pista, esto termina obligando a que el avión salga por completo de la pista de aterrizaje permitiendo que la aeronave frene rápidamente, entrando por completo en una sección de tierra.
Logran detenerse súbitamente, el primer oficial se da un golpe en la cabeza con el panel de instrumentos de la cabina y el cinturón del capitán está atorado al tiempo que hace presión sobre su tórax, pero ahora lo más importante es desalojar el avión. Los tripulantes de cabina comienzan el procedimiento de evacuación y los pasajeros empiezan a rodar por los toboganes de emergencia, poco a poco el avión se va vaciando mientras que la tripulación trata de apagar los motores, sistemas y aseguran toda la nave. De nuevo hay fuego en el motor izquierdo, algún problema en las líneas de combustible dice el ingeniero, además el tren principal está en llamas por la fuerte frenada, los neumáticos están destruidos.
Se acercan los camiones de bomberos y luego de minutos logran apagar el fuego en ambas zonas. El ingeniero de vuelo quien ha salido de la cabina grita a un oficial de bomberos. - El capitán está atrapado, necesito herramientas para cortar. El conductor del camión acerca rápidamente la escalera cerca de la puerta principal y uno de los bomberos salta hacia el avión con una tijeras enormes. Logran cortar el cinturón de seguridad y sacan al capitán quién se encuentra con la respiración agitada por la presión de la correa del cinturón sobre su pecho. Poco tiempo después el primer oficial toma los documentos del avión y salta por el tobogán dejando el avión sin personas a bordo.
Todos los pasajeros y la tripulación han sido contabilizados, están a salvo, solo han sido algunos rasguños y pequeños cortes. El avión seguro podrá volar en un par de semanas luego de una revisión y el mantenimiento necesario a las partes que han sufrido desperfectos. Una vez todo se ha calmado y la tripulación se reúne de nuevo, dan gracias por estar con vida y en tierra. El capitán dice en tono sarcástico. - Ven que fue divertido, Ja, ja, ja!. Esta vez los otros ríen mientras descansan sobre la tierra al lado de la pista.
La travesía ha llegado a su fin pero no sin antes dejar presente que los cielos, la madre naturaleza y las distracciones pueden hacer que tu día sea un poco más agitado de lo normal, solo debes actuar rápido y sin perder la calma, esperando poder volver a tierra, seguros y en buenas condiciones.
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Cielos embravecidos.
AçãoUn vuelo normal como cualquier otro puede ser una experiencia de nunca olvidar. Acompaña a la tripulación del N101DC en una travesía donde la meteorología y la fortuna les harán ver de que están hechos.