El amor es mentira

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Severus estaba acostado en la cama de Sirius con un libro en mano, era uno de esos que, en su opinión, el ojigris tenía para adornar la habitación pues no era algo que leería.

-Entonces, ¿Qué opinas? -pregunto Sirius mientras se acomodaba la camisa.

El pelinegro dejo de leer para enfocar su mirada en su amigo.

-No lo sé, te ves algo raro, yo volvería a la ropa normal a lo de siempre, ¿Vas a una fiesta de disfraces? EL 31 de octubre ya ha pasado.

-No me ayudas. -Sirius exclamó exasperado

-Es que pareces otro, parece que vas disfrazado. -dijo mientras se encogía de hombros, intentando quitarle importancia al comentario.

-Te he dicho -dijo como renegando.

-Bueno, no sé, ¿Ok? Es que fue ella la que te dijo para quedar y verse, además le da "me gusta" a cada cosa que publicas.

-Bueno ya, pero la mayoría de las fotos que publico son contigo o con los chicos, eso no me ayuda mucho. -declaró y soltó un suspiro.

-Vamos a lo mejor es que le gustas así. -dijo Severus mirándolo enternecido aunque Sirius no se dio cuenta

-¿Así como?

-Así de idiota, vistiendo como vagabundo. -dijo quitándose esos pensamientos.

-Demonios, no me ayudas en nada, ¿eh?

Severus miró a Sirius y suspiró, el ojigris estaba usando un pantalón jean negro pero había cambiado sus típicas camisetas con estampados de superhéroes, muñecos o bandas para usar una camisa negra mangas largas de botones, incluso sus boas de motociclista habían sido reemplazadas por unos zapatos de suela, se distrajo tanto mirándolo que solo reacciono cuando pensó: ¿Por qué no se viste así cuando vamos a salir?

-Yo pienso que no tienes que cambiar para que alguien te quiera. No puedes empezar una relación mintiendo, tú no eres este.

-¿Por qué no puedo?

-¿El qué?

-¿Iniciar mintiendo? Si el amor es mentira -declaró.

Ante aquella declaración Severus soltó un suspiro de frustración por lo idiota que podía ser el hermano de su mejor amigo y decidió volver a concentrarse en su lectura, el más alto comprendió que el ojionix no diría nada más, entonces se acercó a él, le dio un beso en la frente y después de despedirse se fue, dejando a Severus mirando las letras que se formaban en el libro que tenía en las manos.

-Hola -dijo Regulus.

-Estoy leyendo, ahora no.

-Puedes engañas a todos, pero a mí no, estoy seguro que dejaste de leer cuando él se fue.

-No confirmaré eso.

-Pero tampoco lo vas negar.

Severus se encogió de hombros.

-Da igual.

-No, no es así. Vamos a mi habitación, tengo unos libros que pueden gustarte.

El menor de los Black prácticamente se lo llevó a la fuerza, a veces se arrepentía del día cuando decidió que intentar que su mejor amigo y su hermano se llevasen bien sería lo mejor del mundo, aunque tenían algunas cosas en común sabía que también podían ser buenos amigos por la manera de ser del otro, era algo divertido ver como todos parecían darse cuenta que se complementaban menos esos dos.

-A veces mi insistencia es mi castigo -dijo Regulus mientras veía a Severus acostarse en su cama con uno de los libros nuevos que había comprado.