Getaway Car |Dofia|

XXXIII

Sofia

Mis parpados comenzaban a ceder ante el cansancio. Todos los días estudiaba algo distinto, pero todo lucía igual en este punto. Comenzaba a quedarme dormida hasta que Sabrina lanzó una pequeña almohada en mi dirección.

—3.1416 —Respondí de la nada mientras me incorporaba.

—Sabía que estudiar en mi habitación no era una buena idea... —Dijo Sabrina con un poco de fastidio. —Mírate, estás exhausta. Duerme un poco antes de que empiece el partido.

—Debo ir por Chlo... —Murmuré mientras me recostaba en la cama de Sabrina.

—Le diré a Sarah que vaya por ella, dame las llaves de tu auto. —Busqué en mi bolsillo trasero y le extendí mis llaves antes de caer en un sueño profundo.

Aunque no supe con exactitud cuanto tiempo dormí, pero el ruido que hacia Peter antes de tomar impulso para saltar sobre mí era inconfundible y me hizo despertar tomándolo por sorpresa.

—¡Sofiaaaaaaa! —Gritó antes de saltar a mis brazos. —Dijo papá que bajes. ¡Quiero que juegues conmigo!

Me levanté de la cama y comencé a bajar las escaleras de mano de Peter, el patio trasero de la casa de Sabrina era bastante espacioso, mucho más que el nuestro, así que sabía lo que Peter quería jugar cuando me encontré con Paulina y Sarah lanzándose un balón entre ellas. Chloe estaba sentada junto a la hermana menor de Sabrina.

—¡Yo quiero elegir primero! —Gritó Peter soltando mi mano y corriendo para abrazar a Paulina. Traidor. —Es tu turno, papá.

—Muy bien... —Fingió pensarlo mientras miraba entre las personas que estábamos ahí. —Sofia. —Maldita sea. Caminé hacia José y me puse detrás de él. —Es tu turno, pequeño.

Peter miró a Paulina y la obligó a que se acercará a él para susurrarle algo. De inmediato la expresión de mi hermana mayor se endureció. —¿Quién te dijo eso? —Peter volvió a decirle algo al oído. —Eso no es verdad, ¿me entiendes? —Paulina miró en mi dirección y después a Sarah antes de acercarse y susurrarle en respuesta a Peter. —¿Ya estás listo para elegir? —Él asintió emocionado.

—¡Sarah! —Imaginaba sobre que iba la pequeña conversación entre mis hermanos, miré a Paulina esperando alguna respuesta, ella negó lentamente. José eligió a Sabrina y comenzamos a jugar.

Aunque evitábamos tocar a Peter, a mi me era imposible no cargarlo cada vez que intentaba correr cerca de mí y comenzar a hacerle cosquillas hasta que soltará el balón. Sentía la mirada fija de Chloe en mí, su sonrisa no se había borrado y aún no había tenido la oportunidad de que esa sonrisa fuera contra mis labios.

Antes que Paulina terminará de contar para lanzar el balón comencé a correr hacia Sarah antes de que recibiera el pase y casi arrebatarlo de sus manos. Esto hizo que me ganara un pequeño empujón por parte de mi hermana menor. —¡Estás haciendo trampa, Sofia!

—Claro que no. —Respondí entre risas. Y de nuevo un empujón, pero esta vez por parte de Paulina.

—Está haciendo trampa, yo opino que salga del juego.

—No estoy haciendo trampa, no sean lloronas. —Miré a Chloe, ella se veía divertida por la situación. Le sonreí mientras daba vueltas al balón entre mis manos. Sarah intentó tomar el balón entre mis manos con ayuda de Paulina, y terminamos en una pelea de jalones.

—Siempre es lo mismo, iré a ver todos los preliminares. —Dijo Sabrina con fastidio mientras suponía que caminaba dentro de su casa.

José tomó el balón por el que estábamos peleando. —Sofia, deja de hacer trampa.