Prologo

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En un cielo rojizo, se podía ver la desesperación de quienes lo veían reflejado en él, se veía la muerte inminente, se veía la clara imagen de lo que el amor podía lograr hacer por una persona, el rojo representaba amor, locura, desesperación, pero todos tenían la misma intención, ser capaz de demostrar algo, eso hizo, la chica que miraba al cielo fijamente esperando su momento por el cual había sido culpada y en un instante previo a su muerte, encontrar la manera de expiar sus culpas y pesares de sus acciones, a causa de aquello que le fue arrebatado de sus manos, era humano quererlo de vuelta? Talvez. Fue su codicia, su inocencia o algún otro motivo, eso no importaba en estos momento, ya nada lo tenía, alrededor de la chica se podían escuchar gritos de desesperación y suplicas, no pensaban que fuera real, pero ella seguía impasible, mirando el cielo, perdida en él como si hubiera vivido este momento más de una vez, no mostraba movimiento, gesto; arrepentimiento, era casi como si lo hubiera hecho antes.

Los segundos, los minutos, las horas pasaron, y ella seguía mirando el cielo, se iba tornado carmesí, como si estuviera sangrando, ella movía su cuerpo sin razón alguna.

-Cada vez está más cerca- Dijo desganada la chica, mirando alrededor de ella veía a personas que se habían tirado la toalla y solo, al igual que ella, esperaban su momento de partida.

Al pasar por su lado las personas la empezaron a ver con odio, la comenzaron a insultar y a tirar piedras como si de una bruja se tratase, ella solo pudo sonreír, sonriendo para las personas, para las personas que la insultaban, sonreía para aquellos que le tiraban piedras, lo hacía para pedir disculpa, ya que, esta era su forma de pedirlo, pero, las personas solo recibieron indiferencia, con más fiereza la castigaban cómo podían, pasaron minutos de apedreamiento hasta que rotundamente el sonido de las piedras chocando contra el concreto se detuvo para dar paso a un sonido mucho más fuerte.

Todos miraban al cielo, menos ella, miraban como el cielo se rompía encima de ellos como si de un cristal se tratase, nadie se movía, se quedaron contemplando el cielo viendo lo que ninguno esperaba ver se hacía realidad el cielo se rompía y dejaba caer un fluido del color carmesí, las personas se quedaban asombrados mirando lo que brotaba de ese lugar tan inalcanzable por una sola persona, las personas cayeron al suelo como las rocas que antes tiraban con odio, pero la chica seguía parada en el mismo lugar, mirando el cielo asombrada, veía como su plan daba frutos.

- ¿Ha funcionado? - Dijo sorprendida, su tono desganado desapareció, mirando que del cielo comenzaba a salir una figura liquida, la figura comenzó a descender hacia donde estaba ella y comenzaba a tomar forma parecida a la de una mujer de unos 20 años aproximadamente, aunque su cuerpo estuviera moviendo, tratando de recuperar su forma habitual, se veía claramente el rostro de a quien estaba intentando tomar forma.

- Eres tú?- Pregunto un poco incrédula, pero solo recibió silencio de la criatura que comenzó a caminar hacia ella -Responde, sé que puedes entenderme- Comenzó a elevar el tono de su voz conforme la criatura se acercaba a ella.

Cuando las dos estuvieron cara a cara, la criatura comenzó a emitir sonido intentando comunicarse con ella, pero no daba palabra alguna, la chica sintió un pequeño dolor en su costado, al voltear a mirar la chica no veía nada, nada en su hombro, solo veía una cascada de sangre donde antes estaba su brazo, la chica grito del dolor y se agarró por donde salía la sangre, la criatura la seguía mirando tratando de comunicarse, su cara cambio, ya no se podía reconocer a quien trataba, en su lugar solo se veía una sonrisa macabra en su rostro, con su brazo viscoso acaricio el vientre de la chica, la chica impasible, dejando en segundo lugar la pérdida de su brazo y se quedó mirando la criatura, no le quedaba mucho tiempo, la pérdida de sangre era mucho y se desmayaría pronto, había perdido mucha sangre, la chico comenzó a toser sangre, cayo el suelo, el suelo comenzó a tomar un matiz rojizo, estaba moribunda , con sus último aliento pudo soltar el nombre de una mujer

The New Stimulation: The Red SkyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora