{Capítulo 31}

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De repente notó que una mano le tocaba la cintura y otra le tapaba los ojos, se giró y sin ver nada le dio una patada, con la suerte de hacerlo en las partes bajas. Estaba claro que era un hombre. En seguida la soltó.

-Dul, Dul, tranquila, soy yo..sólo quería darte una sorpresa. -balbuceaba Christopher mientras se retorcía de dolor.

-¡Chris! ¡me asustaste idiota! ¿Qué haces aquí? Lo siento.. -reía ella llevándose las manos a la cabeza.

-Asique un palo..- se reía el chico al ver el arma de defensa. -¿Qué ibas a hacer con esto Dulce por dios?

-¡Defenderme! ¿Quieres ver como lo uso? -se reía burlona.

-Quería asegurarme de que llegabas bien y esas cosas Dul. -dijo él, consiguiendo que la pelirroja se derritiera y buscara cobijo entre sus robustos brazos.

"No pensé que llegaría tan pronto, casi me pilla" pensó Ucker.

-Que bueno eres, -baboseaba una ilusionada Dulce dándole pequeños besos en la boca. -¿Te quedas un rato?

-¡No! Osea, estoy cansado y eso, nos vemos mañana ¿si? -contestó Ucker saltándose de ella.

-Está bien, esta bien. -se sorprendió ella.

Se dieron un beso tras otro hasta que  Christopher consiguió que Dulce le soltara y se marchó.

Ella se pegó un baño, se puso el pijama y se metió en la cama.

No tenía sueño, como cada noche. Cogió un libro que había en la mesilla. Había una pagina arrancada, Dulce lo abrió por ahí, cayendo una nota al suelo.

Este corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora