CONTRA LOS DIOSES: Rojo - Color De La Calamidad

Capitulo 88 : Un Dedo para Abrir lo Profundo

 En el rostro de condenación de Xiao Tiannan, todos los médicos bajaron sus cabezas. Ellos estaban furiosos, pero no se atrevieron a hablar. Ellos murmuraron en sus corazones: ¡Con tal herida, él puede estar considerado lisiado de por vida; es posible salvar su vida, pero es imposible curarlo! A pesar que hay Cristales Celestiales de Vena Púrpura aquí, cómo puede alguien en esta pequeña Ciudad Luna Nueva saber cómo usarlos en realidad. Para tener la capacidad para usar el Cristal Celestial de Vena Púrpura; eso era sólo posible para los médicos principales de la Ciudad Imperial y esas súper sectas.

En este momento, Xiao Zaihe se acercó y susurró al lado de Xiao Tiannan: “Otro médico ha llegado.”

“¡Déjalo entrar!” Xiao Tiannan dijo con un rostro frío. Claramente, su corazón ya se había convertido en cenizas, y no tenía ninguna esperanza para estos médicos Ciudad Luna Nueva. Si tuviera que invitar a los médicos calificados de la Ciudad Imperial, poniendo a un lado si o no estarían dispuestos a tomar el largo viaje para venir aquí; sólo el tiempo que ello tomaría para viajar hasta aquí, puede ya ser demasiado tarde incluso con el Cristal Púrpura Vetado del Cielo y era más imposible enviar a Xiao Luocheng a la Ciudad Imperial. Con su actual condición, sin mencionar diez días o medio mes, incluso un solo día de viaje sería demasiado de soportar.

Yun Che se acercó con pasos lentos. Una de sus manos llevaba una caja medicinal y la otra, sorprendentemente, todavía estaba sosteniendo esa bandera.

Cuando las personas en la habitación finalmente vieron las dos líneas de palabras que había escrito en su bandera claramente, unos pocos habían estallado inmediatamente en carcajadas. Las cejas de Xiao Tiannan estaban también una arriba y una abajo; luego una expresión de indignación emergió en su rostro. Cuando él estaba a punto de hacer que Xiao Zaihe saque a este hombre que obviamente parecía como un estafador, él en cambio oyó que este ‘médico genio’ había dicho: “¿Oh? Este realce... No esperé que en realidad haya Cristales Celestiales de Vena Púrpura en esta pequeña Ciudad Luna Nueva. Es realmente digno de la secta más grande de Ciudad Luna Nueva. Sin embargo, la pureza de este Cristal Celestial de Vena Púrpura es ligeramente inferior, a solo seis y medio de diez; eso ciertamente es un poco deplorable. Pero para curar heridas ordinarias, esto sería suficiente.”

A medida que estas palabras salieron, todos los presentes inmediatamente se conmocionaron. No era raro ser capaz de reconocer un Cristal Celestial de Vena Púrpura. Incluso si uno no ha comido carne de cerdo antes, uno todavía reconocería a un cerdo corriendo; los registros y leyendas sobre los Cristales Celestiales de Vena Púrpura eran incontables. Pero decir la pureza del Cristal Celestial de Vena Púrpura de un vistazo; sería imposible de hacer a menos que fuera alguien que conocía el Cristal Púrpura Vetado del Cielo extremadamente bien.

¿Podría ser, que esta persona inesperadamente estuviera muy familiar con el Cristal Púrpura Vetado del Cielo? O era que... ¿Él armó todo? ¡Cierto! Él debe de haber estado hablando de su trasero. Esta persona era totalmente un rostro desconocido y nunca se había oído de él en el mundo médico. También, este atuendo era casi como pegar las dos palabras ‘hombre estafador’ en su rostro.... Los médicos pensaban en sus corazones así, uno tras otro.

Pero de inmediato, ellos en cambio descubrieron que Xiao Tiannan y Xiao Zaihe revelaron simultáneamente una expresión de shock.

“¿Puedes identificar el Cristal Celestial de Vena Púrpura?” Xiao Tiannan dijo con el ceño fruncido a medida que su corazón tembló; porque el grado de pureza del Cristal Púrpura Vetado del Cielo que este ‘medico genio’ había pronunciado, en realidad no estaba pasado en lo más mínimo! Este pedazo del Cristal Púrpura Vetado del Cielo siempre había sido el tesoro más valioso de su secta, y siempre estaba oculto en los lugares más encubiertos; sólo unas pocas personas en la secta lo habían siquiera visto. La palabra de su pureza, era aún más, imposible de haberse filtrado fuera.