Mis rosas y tus rosas no son lo mismo.

.

Solo quiero que todo termine. No podria soportar mas si sigo en este estupido funeral. Saben perfectamente que me hacen sufrir manteniendome aqui, como si me clavaran al césped, que ni siquiera lo es, esta demaciado seco.
Idiotas.
Que se creen que hacen con migo. No son mis padres, ahora mismo estoy mirando como los entierran 3 metros bajo tierra.
Ya que murieron se creen dueños de mi vida, pues estan muy mal.

Su entierro, un dia antes de mi cumpleaños. Genial. No se que pensar, ni siquiera puedo llorar. ¿Que me sucede? Mañana cumplire 11 años, sin mis papás. Se siente muy extraño.

-¿ podemos irnos?- le pregunté a la zorra de mi tia.

-aun no te despides de tus papás...- me responde.

-pero estan muertos, tres metros abajo de nosotros. Obviamente no me puedo despedir de ellos- le dije un poco molesta a lo que todos me miran sorprendidos ante mi comentario. Mi tia claudia casi me mata con la mirada. Yo le respondo volteandole los ojos de mala gana. Lo que faltaba.

3 horas despues ya estamos en la mansión de mi tia.
Y pensar que yo siempre quise vivir en la mansión de mi tía Claudia pero ahora que mis papás fallecieron no quiero pisar esta casa en lo absoluto, no se porque.
Mi tía siempre platicaba con mis padres; decía que yo siempre iba a estar mejor con ella en su mansión junto con mis primos Eduardo y Gerardo, los gemelos más castrosos del mundo. Obviamente Ellos nunca quisieron que me fuera con ella porque no era mi mamá, claro, o eso me imagino.
Lo bueno es que tuve lo que siempre quise y vivo como una princesa y pues mi papá tenía razón; él dijo que algún día iba a vivir en un castillo y que me iban a tratar como una reina.

6 años despues...

-¡Alía!-escucho desde el piso de abajo.
-¡Alía, baja. Ya es tarde!-sigue gritando mi tia. ¡Por dios, que ya se calle!

-¡ya voy!- le respondo molesta.
Sali de la cama y me fui directo a la mesita de noche para tomar mi celular. Que le sucede a esa tipa, apenas son las 7:00 de la mañana, es muy temprano. Tengo que estar en la universidad a las 9:00.
Dejo el celular donde mismo y voy al baño a darme una ducha rapida.
Termine y fui a mi clóset para elegir lo que me pondre el dia de hoy.
Me decidi por una blusa de tirantes color rojo pasión y unos shorts de cintura alta, me puse mis Nike negros y tomé mi mochila para bajar a desayunar.

Cuando baje estaban los dos estúpidos sentados en el comedor de la cocina y la tía Claudia preparando el desayuno.

-Buenos días Alía- me responde mi tía cuando nota mi presencia.

- Buenos días estúpida- Me dice Gerardo, yo solo lo fulmino con la mirada y aquellos dos gemelos sólo comienzan a reír mientras yo tomo asiento enfrente de ellos.
Cuando Claudia Termina de hacer de desayunar Ella lleva los platos a la mesa y se sienta al lado de mí. Los cuatro desayunamos mientras platicamos sobre nuestro primer día de clases en la universidad.

En los últimos tres años me volví demasiado unida hacia mis primos y un poco hacia mi tía, comencé a valorarla y mis primos y yo nos llevamos demasiado bien, nos la pasamos de broma en broma Y tenemos mucha confianza entre nosotros. No es igual como antes. Todo cambió.

-Bueno niños ya son las 8:00. Tenemos que salir para que los lleve a la universidad-

-por Dios mamá nosotros podemos ir solos- se queja Eduardo.

-No, nada de eso. Es su primer día y yo los quiero llevar- insiste. Ellos la miran y le voltean los ojos mientras yo sonrio.
Nos ponemos de pie y nos dirigimos al garaje.
Los gemelos me hacen señas a escondidas de claudia, quieren que suba rapido al auto asi que les obedesco, se que es lo que traman. Despues de que yo subi al auto ellos lo hacen igualmente pero mas rapido que yo, sierran las puertas con seguro al ver que claudia se dio cuenta de lo que hacíamos. Su cara se puso roja del enojo y empezó a caminar al auto.

-Mierda,MIERDA,¡MIRDA! ARRANCA- le comence a gritar a Eduardo porque no prendia el auto. En un acto de desesperacion no podia prenderlo pero al tercer intento lo logro y comenzo a salir del garaje.

-¡adios mamá, te amamos!- le grita Gerardo sacando la cabeza de la ventanilla despidiendose con una enorme sonrisa y Eduardo arranco sin mas a la universidad.

Al llegar a la universidad lo primero que vemos son varios grupos afuera y demasiados autos. Nos estacionamos en un lugar libre y bajamos para dirigirnos a la puerta principal de la universidad.
Al darme cuenta todas las chicas miran a mis primos de una manera muy coqueta, yo sólo las miro con desagrado. Es demasiado raro pero debo de admitir que mis primos son demasiado atractivos, los dos son idénticos. Son de pelo rubio, ojos azules y piel blanca con un cuerpo demasiado trabajado. Debo admitirlo aunque aún así son unos imbéciles.

-¿Alía?-
Dicen mi nombre detras de mi. Me suena esa voz.
Rapidamente doy media vuelta al igual que los gemelos.
Me quede helada.

-Alía...- repite mi nombre por segunda vez pero con un tono raro.
No aguanto mas y le sonrio.