Capítulo 13

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Tras un eterno día de clases por fin llegó la hora de volver a casa e invité a Demi a pasar la tarde conmigo, ya echaba de menos tenerla molestando por casa. Cuando llegamos mi hermano estaba liado haciendo a saber que en la planta de arriba ya que se oían pisadas de un lado para otro, subimos para dejar las mochilas en mi habitación y vimos que Damon estaba como loco buscando algo en su cuarto, lo había puesto todo patas arriba y parecía no encontrar lo que buscaba. En cuanto nos vio recuperó el aliento tras el esfuerzo y salió para saludarnos, le pregunté que era lo que buscaba tan insistentemente y noté que evadia la pregunta respondiéndome con cosas banales y cambiando de tema rápidamente. Me extrañó su actitud, pero no era el momento para tratar esto ahora, cuando estemos solos no le dejaré escapar tan fácilmente. En cuanto comimos algo rápido, nosotras subimos a mi cuarto y mi hermano se quedó recogiendo los platos.

Al cerrar la puerta de mi cuarto me tiré en la cama resoplando fuertemente mientras que Demi se tumbó a mi lado mirando hacia el techo, yo no sabía que decir y a su vez sabía que ella no quería presionarme.

— Estoy agotada, ha sido un día largo.

— Totalmente de acuerdo, aunque si no nos hubiéramos encontrado con Taylor y su escuadrón de lagartas hubiera sido hasta un buen día

— Tienes razón y ojalá ese alguien que las parara los pies pudiera ser yo, pero ya me conoces...

— Lo sé, no te preocupes. Te conozco desde hace mucho y sé que te cuesta pero tengo la sensación de que este año podría ser el que lo cambie todo – me guiñó un ojo al acabar la frase.

Sinceramente no estaba del todo segura respecto a eso, pero si es verdad que por ahora este año me ha traído muchos cambios que no esperaba y ojalá que me traiga bastantes más buenas sorpresas.

Estaba tan ensimismada en esos pensamientos que no escuché que D me estaba preguntado algo.

— ¿Qué me has dicho? Estaba distraída sorry

No pasa nada. Te preguntaba que tal iba todo con Liam. Hace mucho que no hablamos de él – me dijo con una mirada pícara.

— Si te soy sincera no ha pasado nada nuevo desde lo último que te conté, casi ni lo he visto por el instituto últimamente. Será que ando muy distraída estos días no sé

— ¡Se me ha ocurrido una idea! ¿Qué te parece si le mandas un mensaje para quedar este fin de semana? Le puedes decir que vas con una amiga y que él también lleve a un amigo y así cuando pase un tiempo nos vamos y os dejamos solos – me gritó mientras saltaba por la cama de la emoción.

— Eso suena a cita y no creo que quiera salir conmigo de ese modo. Además ¿y si está ocupado? No creo que sea buena idea D

— No seas tonta, por intentarlo no pierdes nada. Si se da, bien y si no se da pues seguiremos viviendo nuestras patéticas y aburridas vidas. Venga porfa – me suplicó alargando la última letra de cada palabra y poniéndome ojitos de cachorrito.

¡Está bien! Sabes que no me puedo negar a esos ojitos – dije tapándome la cara con las manos.

— ¡Genial! Voy a ir pensando que ponerme para ese día – me iba diciendo mientras me acercaba el móvil de la mesilla.

Cuando cogí el móvil me temblaban un poco las manos, no sabía que iba a decirle exactamente en el mensaje. Y si estaba ocupado o peor aún y si no quería quedar conmigo; se me pasaron un millón de teorías por la cabeza en ese instante pero ya no me podía echar para atrás. Demi me miraba fijamente mientras pensaba que escribir.

«Hola Liam ¿qué tal? Espero que vaya todo bien. Te hablaba porque había quedado en salir con una amiga este fin de semana y quería preguntarte si te apetecía salir con nosotras. Puedes traerte un amigo si quieres también»

Enviado bajo la imponente mirada de mi querida amiga. Ahora estaba incluso más nerviosa que cuando lo escribí. Dejé el móvil lo más lejos posible en la mesita y me tumbé boca abajo en la cama, quiero y a la vez no que me conteste ya. Oía a Demi dar vueltas por la habitación pero no quería despegar mi cara de mis bonitas sábanas hasta que de repente escuché el sonido de un nuevo mensaje en mi móvil, pero al parecer fui demasiado lenta ya que antes de poder levantarme completamente mi insistente amiga ya tenía el teléfono en sus manos.

Intenté quitárselo pero me fue imposible ya que ella era más alta que yo y siempre lo utilizaba en mi contra. Me cansé de intentarlo y fui a sentarme en mi cama otra vez.

En cuanto me descuidé un segundo tenía a la loca de mi amiga saltando encima de la cama sin importarla si me pisaba por el camino. Eso solo podía significar una cosa, Liam había dicho que sí. Por dentro tenía una enorme mezcla de sensaciones y por fuera no sabía ni como reaccionar; Demi me empezó a zarandear y yo había entrado como en un estado de shock momentáneo. A los segundos me quedé mirandola mientras una gran sonrisa se formaba en mis labios y empecé a saltar en la cama con ella mientras gritabamos a la vez “ha dicho que sí”. Al parecer hicimos tanto ruido que hasta mi hermano subió a mi cuarto pensando que íbamos a romper el techo con tanta energía.

Nos tumbamos en la cama mientras nos sonreiamos mutuamente. Quien me iba a decir que hace unos minutos me temblaban hasta las manos por ese mensaje y ahora estaba que no podía con tanta felicidad. Cuando se nos pasó un poco la emoción del momento nos sentamos la una frente a la otra y empezamos a pensar a que sitio iríamos, que nos pondríamos y todas esas cosas.

Decidimos que a lo mejor ir a la bolera sería una buena idea. Y lo de la ropa y demás ya lo pensaríamos en su momento; cogí el móvil para decirle el lugar y al parecer hicimos una buena elección.

Con todo este lío se nos pasó la tarde volando así que Demi se tuvo que ir antes de lo que hubiésemos querido. Pero a mi me quedaba todavía mucha noche por delante, busqué a mi hermano por la casa hasta que lo encontré en su habitación y me senté a su lado en la cama para hablar con él.

Hola hermanito, veo que ya has recogido tu cuarto. ¿Me dirás que buscabas tan enérgicamente?

— Veo que tengo una hermanita muy cotilla al parecer. Solo buscaba unos papeles, nada importante. ¿Contenta?

— Digamos que sí. Pero si quieres puedo ayudarte

— No te preocupes ya seguiré buscando mañana

— Vale, pero sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa ¿verdad?

— Lo sé pequeñaja. Ven aquí anda – me dijo esperándome con los brazos abiertos para darme un abrazo que yo correspondí encantada.

Aún después de esta charla seguía sospechando algo pero lo dejé pasar por ahora. Bajamos al salón y vimos un poco de tele mientras hacíamos tiempo para la cena. Cenamos algo de comida rápida y nos fuimos a dormir pronto ya que ambos estábamos muy cansados hoy.

When I'm with youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora