1 | La llegada

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LA LLEGADA

«Nada sucede por casualidad, todo tiene un motivo»

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«Nada sucede por casualidad, todo tiene un motivo»

Heller Heinz

Manchester me da un frío abrazo cuando salgo del aeropuerto, mi único recibimiento es el aire gélido y algunos rayos de sol sobre mi rostro. Elevo mi vista para apreciar el color celeste del cielo que está apenas adornado por unas pocas nubes. Eso me da algo de esperanza de que el día o de lo queda de él sea bueno aunque lo estoy dudando de que eso sea posible porque ya a este punto estoy más que triturado y de un humor del infierno que ni yo mismo me aguanto.

"¡Bienvenido a Estados Unidos!" Me digo con falsa emoción.

Estoy de pie en la entrada del aeropuerto esperando a que traigan mi Audi. Espero que no tenga ni un rasguño porque si no voy a demandar a esa compañía de mierda. Normalmente estoy de buen humor y no sueno como un niño mimado, pero mi paciencia se acaba y lo único que quiero es descansar, a pesar de saber que este no es mi destino final.

Cuando llega mi auto lo primero que hago es dar vueltas a su alrededor para verificar que sigue casi como nuevo, mientras hago mi revisión, meten mi equipaje al maletero y asientos traseros. Casi suspiro satisfecho al saber que está intacto y tomo las llaves que me da el chico que trabaja en la compañía.

—Gracias —murmuro lo suficiente alto para que me escuche junto con una sonrisa forzada.

¿No les sucede que cuando están de mal humor no quieren hablar, simplemente quieren estar callados? Soy esa clase de persona.

Suspiro al estar dentro del auto y enciendo la calefacción para tener algo de calor por aquí.

El frío de aquí no es nada nuevo que no haya visto antes en Frankfurt de donde vengo. Soy alemán así que estoy acostumbrado a estos climas de mierda, sin embargo, no es como si me encantara estar muriendo de frío. Pensar en el clima me hace recordar todo lo que acabo de dejar cuando solo di un paso fuera del aeropuerto. Supongo que voy a extrañar casi todo, como mi casa, mis amigos, mi familia... bueno, lo último no estoy cien por ciento seguro porque mi familia no es de esas "familia unida" como todos los demás llaman. Mi familia es... mi familia, en realidad no sé como describirla pero me conformo con lo que tengo pero eso no quita que quisiera más de ella. Un buen ejemplo de lo que quisiera de ellos es que no me fueran enviado al otro lado del mundo, alejándome de todo lo que conozco, pero lo peor de esto es que no pude traerme casi nada.

¿Qué fue lo que solamente pude traerme? Unas cuantas maletas que solo tienen ropa y por lo menos mi auto, hubiera sido el colmo que no me lo fueran permitido traer.

Creo no considerarme un amante de los autos como la mayoría de los chicos que al ver uno reconocen la marca, modelo y año de venta. Ni siquiera me pregunto cómo demonios se graban eso pero no soy tan idiota para no saber que mi Audi TT no lo puedo conseguir con la misma facilidad de cómo lo hizo mi padre en Alemania.

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