¿Lesbiana?

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Otro día más en la aburrida universidad, y yo sigo sin lograr aunque sea, un pequeñísimo e insignificante avance con la personita que me trae completamente loca y atontada.

Desde que entré aquí, no puedo quitar mi vista de una adorable y bajita chica de mi curso.

Ella es mi otra mitad. Lo sé, solo tenemos veinte años, en mi caso, y veintiuno, en el suyo. Pero siento que ella es perfecta para mi, es todo lo que siempre quise.

Tiene una tierna carita de ángel con unos labios carnosos y mejillas abultadas, cabello largo y sedoso en tonalidades rubias con las puntas rosa pastel. Y ni mencionemos su pequeño pecho, cinturita extremadamente estrecha y caderas angostas. Todo eso hacía suspirar de amor a cualquiera que la viera, simplemente adorable y achuchable.

Debo admitir que es muy delgada, eso me ha llegado a preocupar más de una vez, pero, según me han dicho sus amigas cercanas, ella no tiene ningún tipo de desorden alimenticio o algo similar. Saber eso me tranquiliza de sobremanera. Con lo perfecta que es, me enojaría que ella posea complejos con su físico.

Ya parezco una tonta enamorada, y no lo voy a negar, lo estoy, pero intento disimularlo ante los demás.

Hace unas semanas, se me ocurrió un pequeño "plan" para animarme a dar el siguiente paso, y aunque sea hablarle o mantener una amistad con mi pequeña.

No quiero decir que nunca le he hablado. Es más, siempre intento crear excusas para hablar cada vez que nace la oportunidad.

"Oye... ¿podrías pasarme mi lápiz que cayó debajo de tu silla?". Obviamente yo tiré el lápiz. Y no me arrepiento de haberlo hecho, porque pude tocar su mano ¡Su pequeña y adorable mano!, recuerdo que ese día, volví saltando de la alegría a mi casa.

"Emm... m-me da un poco de vergüenza decirte esto pero... ¿Da-Das clases de apoyo? Porque dentro de poco ten-tendremos el examen de física y soy un desastre en eso, y he visto que eres muy b-buena en esa materia" Recuerdo que estaba temblando esa vez, me carcomía el miedo a su rechazo. Para mi fortuna, ella cómo el ángel que es, no tuvo el más mínimo problema en ayudarme. Lo malo fue que, mucho vieron como le pedí ayuda y ella accedió, por lo tanto, eso los animó a hacer lo mismo que yo. Ella no tuvo problema en aceptar. En ese preciso instante, nacieron unas ganas incontrolables de sacar una motosierra y comenzar a pasarla lentamente en la piel de la gente, pero, NO soy una persona violenta ni celosa.

Esas fueron las veces que pude cruzar más palabras con ella. Tal vez no fue mucho, pero no me importa, con haber hablado solo una vez y escuchar su dulce voz, ya me sentiría rebosada de felicidad.

 Tal vez no fue mucho, pero no me importa, con haber hablado solo una vez y escuchar su dulce voz, ya me sentiría rebosada de felicidad

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Era la hora del almuerzo y como siempre, estaba en la mesa del fondo con mi vista centrada en la pequeña oji-miel. Estaba tan espléndida y bella como siempre.

Con el poco dinero que tenía, compré un sándwich de pollo con una abundante ensalada de tomate.

Y de de pronto pasó,como si fuera una estrella fugaz, una idea por mi mente.

¿Girls like girls? *Kookmin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora