Epílogo

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P.V. Zalgo

Hace 6 años...

Recostado en mi habitación, observando el techo me percató que no he salido de mi dimensión en mucho tiempo. Todo ha sido muy rutinario y necesito algo con lo que distraerme. Me levanto y con un chasquido ya me encuentro en una ciudad. Mantengo una ilusión para que lo humanos no puedan verme y poder pasear por la ciudad. Luego de un rato me encuentro con una universidad enorme, y al ver todos esos jóvenes me dio una idea para entretenerme durante un tiempo.

Con mi poder creo otra ilusión, para verme como un joven y pasear entre ellos. Así la paso durante días, incitando peleas, suicidios, puro caos; aprovechando los momentos de debilidad de los jovenes estudiantes. Para que todo fuera mas fácil, tuve que matricularme y tomar algunas tontas clases. Por ejemplo, me estoy dirigiendo a una nueva que no sé de que va a tratar. Dentro los asientos estaban en círculo y la profesora en medio, sólo faltaba yo, así que tome el primer asiento que vi y la profesora comenzó a dar la bienvenida.

No había pasado ni media hora cuando ya había causado un "accidente" la profesora se había caído, pero desgraciadamente no le ocurrió nada. Así que me resigne, ya que la mañana había sido de intentos fallidos por crear un "accidente". Me volteo a observar las personas que están junto a mi y de entre todos una chica llama mi atención, más en concreto su cabello. Tiene un mechón rizo rojo que le cae al costado de su cabeza, observó la chica con mas detenimiento y es hermosa. Debe ser mía.

Al acabarse la clase me acerco a ella y recojo un papel que se le había caído.

-Esto es tuyo- Ella alza la mirada de su bulto para ver el papel sostenido por mi.

-Gracias- Dice luego de tomarlo y guardarlo en su mochila.

-Me llamó Zack- Ella se levanta de su asiento y le extiendo la mano

-Rose- Toma mi mano y un escalofrío recorre mi cuerpo -Bueno...me tengo que ir. Tengo una clase ahora- Ella se aleja no sin antes dedicarme una sonrisa, y salir del salón.

(...)

Varios meses después de ése encuentro me convertí en un amigo cercano de Rose. Ahora pasaba tiempo conmigo, me contaba sus cosas, reía conmigo y yo trataba de que nadie se le acercará. Pero no lo logre bien del todo, había un chico que siempre se acercaba a Rose y no con intenciones de amistad. Ella no lo notaba, pero ese tipo estaba muy interesado en ella. Por lo que una noche mande a uno de mis subordinados a asesinarlo y listo, problema resuelto.

En estos momentos me encuentro en una pequeña cena que planifique para los dos. Ella se veía hermosa, en general siempre se ve hermosa, y era muy inocente; todo lo contrario a mi. Por eso decidí que la iba a introducir en mi mundo. Esta era la última cena tranquila y humana que Rose tendría en su mundo.

-¿En que piensas tanto?- Alzó la mirada de mi plato para observarla- Te quedaste callado de repente- Ella me mira preocupada y le sonrió

-Solo estaba pensando en lo hermosa que te ves esta noche- Ella se ruboriza y quita el mechón rojo de su cara -¿Te gustaría dar una vuelta después?-

-Gracias, y si me encantaria-

Después de terminar de comer, fuimos a una heladería cerca para luego llegar a un parque cercano. Nos sentamos en una banca, para terminar los helados, y miro a Rose.

-Rose- Digo su nombre para llamar su atención, al tenerla continuo -Me gustas-

Ella abre los ojos sorprendida y se muerde el labio nerviosa.

-Amm...yo- Comienza a balbucear y yo me levanto suponiendo su respuesta, pero ella me sujeta el brazo y me tira de nuevo a la banca -No me dejaste hablar- Su sueño se frunce, pero al instante sonríe -Tu también me gustas- Sonrió contento, y la abrazo.

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