Capitulo 1

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Sé lo que dirán: "Ésta es sólo otra vieja y antigua historia de hombres lobo contra sus mayores enemigos los vampiros" muy cliche, no es asi?, pero no, esto no pasará en mi historia, mi nombre es Juliette Allard, y sí, soy una loba.

Durante años los vampiros han sido los reyes del bosque pero esto no volverá a pasar, estamos decididos a robarnos el trono, sin embargo no será fácil.

Trevor Black, es el príncipe de los vampiros, y cuándo ésta luna llena pase, el será coronado por su padre, (logícamente el rey) Calister Black, pero si los hombres lobo ganamos yo seré coronada por mi padre, el Rey Stefano Allard.

Para ganar necesitamos una simple cosa que será muy difícil de conseguir, tenemos que infiltrarnos en el templo vampiresco que se encuentra en el otro extremo del bosque de Tridente, nuestro pueblo, y una vez colados dentro del templo, tendremos que ir a por su cáliz de fuego, robarlo y regresarlo sano y salvo a nuestra fortaleza para declararnos ganadores algo asi como una competencia amistosa, quiza (Claor que nunca se evitan las bajas), pero si los vampiros son más rápidos podrían matarnos o incluso podrían robar nuestro cáliz de luz, pero mi padre insiste en que es muy peligroso, no quiere que me infiltre yo misma al templo enemigo, si me mataran Trevor seria Coronado inmediatamente, y una vez más perderíamos la fuerza y al mismo tiempo, el trono para esta luna llena, pero no pienso rendirme, tenemos que ganar esta lucha y demostrar quién es la raza superior.

Mi hermano menor Aarón y yo, somos muy cercanos y cada noche salimos a dar un paseo cuando el alba está en su punto, así que hoy no fue la excepción, a las afueras del templo nos transformamos y decidimos recorrer varios kilómetros en silencio.

-No puede ser que estemos a pocas semanas de tu cumpleaños número 19, justo antes de la luna llena-

Por fin Aarón rompe el silencio-

-Sí... Pero si me matan allá afuera, en la guerra, quizá éste sea mi último cumpleaños-

No lo había pensado de esa manera pero ahora que estábamos tan cerca de la guerra pensamientos así me invaden cada minuto.

-Y por eso mi padre y yo estamos de acuerdo en que no deberías infiltrarte al templo oscuro, ¿Sabes? hemos pensado en organizar una fiesta para todo el pueblo, con la manada-

Así le llamamos nosotros al templo de los vampiros "El templo oscuro" ésta conversación está empezando a deprimirme un poco.

-Oh por favor, no pienses así, regresarás a casa con el cáliz de fuego y serás coronada como nuestra reina, además, he escuchado de un par de lobitos que andan tras tu cola, podrías convertir a uno en un rey-

Solté una risita tonta por aquél comentario, en la aldea nunca ha habido nadie a quien entregarle mi corazón, no soy demasiado apasionada ante el amor, soy muy sólida y más bien osada.

-Por qué no dejamos ese tema de los lobitos atrás y que te parece si hacemos una carrera, quien pierda de regreso al templo, tendrá que lavar toda la ropa del que gane por dos semanas, hasta mi cumpleaños-

Aarón se queda meditando unos segundos para ver si la oferta le conviene.

-Vale pues pero sólo será una semana y recuerda que soy menor por poco así que me falta un poco de práctica en eso de la velocidad-

Asiento en señal de acuerdo.

-A la cuenta de tres... Uno.... Dos..... Tres.-

Aarón sale disparado antes de poder decir tan lo menos 3 pero creo que hay que darle un poco de ventaja no es tan bueno en velocidad como yo, cuento nuevamente hasta 3 y salgo detrás de él, por el momento, no logro distinguirlo entre los arbustos, pero lo escucho, así que sé que está cerca, conforme más avanzó más cerca lo escucho, aceleramos el paso y esta vez vamos cuello a cuello, logró superarle y me adentro hacia el templo.

Nuevo VencedorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora