Capítulo 29

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O los encuentros agridulces...





—Largo de aquí —ordenó Seth en medio de un gruñido—. ¡Ahora!

Con reticencia, todos los lobos fueron abandonando el Centro comunitario dispersándose en todas direcciones, mientras que en el gran espacio casi vació solo quedaban Jessie, Seth, Sawyer, Logan y Vladimir.

Ahora, estaba frente a dos leopardos de Amur que no paraban de analizarse mutuamente, la sorpresa era compartida, ninguno de los dos esperaba encontrarse y ambos creían ser los últimos. Jessie estaba maravillada de poder ver ese asombro en los ojos grises de Sawyer, se veía lindo así.

—Muy bien, habla —pidió Logan.

Vladimir abandonó su inspección, esos ojos ahumados se dirigieron a cada lobo mientras pensaba en su plan. Jessie estaba sin nada, y con gusto delegaba la tarea porque pensar en otro plan de rescate terminaría por volverle loca. Ella solo quería que todo esto terminara de una buena vez.

—No es necesario que sea Sawyer quien llegue al intercambio —dijo Vladimir, con su profundo acento ruso marcado en las erres—. Yo puedo reemplazarlo.

Seth y Logan se le quedaron mirando.

—Tiene que ser una broma —masculló Seth.

—Ciertamente... No. —Vladimir se centró en el rastreador—. ¿Recuerdas a Isabella?

El lobo estrechó la mirada sobre el alto leopardo, la cicatriz que surcaba el lado izquierdo de su rostro se arrugó un poco.

—La chica tigresa —afirmó—. ¿Qué hay con ella?

—No he parado de buscar sus huellas y... Creo que el sujeto de la transmisión la tiene.

Ahora, Seth se sorprendió.

—Pero dijeron que había regresado a Escocia.

Vladimir negó.

—No alcanzó el vuelo, la capturaron antes.

—Y quieres liberarla —concluyó Sawyer—. Por eso te ofreciste en mi lugar.

Vladimir lo miró por sobre su hombro.

Da. (Sí)

La determinación que cargó esa palabra fue tanta que no necesitó traducción.

—Todos ustedes están vinculados, o en parejas, creo que entienden que haríamos cualquier cosa por aquellas personas a quienes amamos. No importa qué, mataríamos por ellos y moriríamos por ellos, no hay discusión al respecto.

Seth y Logan intercambiaron una mirada. Jessie y Sawyer también lo hicieron, las palabras de Vladimir dejaron una marca que ninguno podía negar. Quizá, la mayor debilidad de la raza cambiante, residía en el hecho de que llevaban sus emociones al límite, y el amor era la carta más poderosa que tenían, porque esos lazos de amor, fueran o no vínculos de pareja, emparejamiento o amistad, esos lazos eran la base de la unión de todos los clanes, y el desencadenante para hacer hasta lo imposible por el bienestar de sus miembros.

Jessie haría lo mismo por el hombre que le observaba como si ella fuera una criatura mítica, porque veía al hombre que caminó por el infierno y salió cuerdo de ahí con toda la fuerza y el valor intacto, al leopardo de Amur cuyo orgullo fue pisoteado tantas veces que tuvo que esconderse para protegerse a sí mismo. Jessie entendía el valor del sacrificio, de la entrega, del afecto, que iba más allá del sentimiento, de lo que alguna vez sintió por ahí, era... Una cuestión de saber por quién darlo todo, pareja, amigos, hermanos, familia, compañeros...

Ámame [Serie Moon Fighters 5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora