11.

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Lucca.

No puede ser. Estaba angustiado, jodidamente preocupado. Cuando la vi caer no pude hacer otra cosa mas que salir corriendo a buscarla. Su rostro herido al igual que todo su cuerpo, todo paso en cuestión de segundos, ella salvo al chico y de repente esta aquí, con varias heridas. No la llevaron a un hospital, sino a la casa de uno de sus amigos, Nick si no me equivoco. No estuve de acuerdo ni Zoen tampoco pero ellos sabían lo que hacían o eso parecía, ya que cuando llegamos la bajaron con cuidado para dejarla en el sofá y empezar a tratarla. James de desenvolvía con experiencia curando sus heridas,en especial un corte de aproximadamente 8 cm de largo se encontraba en su cabeza, que al parecer fue producto del impacto de esta contra el suelo.

-¡Mierda!- gritó Zoen- Esta mierda debió pasarme a mi, no a ella- dio un puñetazo a la pared junto a él.

Cuando ya su cabeza estaba suturada comenzó a quejarse hasta abrir sus hermosos ojos. Chris se abalanzó a abrazarla.

- Nunca mas vuelvas a hacerme esto- susurró contra su pelo.

-Tienen Alex para rato- sonrió mi pequeña luchadora.

Sus ojos miraron a su alrededor hasta que cayó en mi, pero rápidamente apartó su mirada a Zoen y sonrió.

- Nunca mas vuelvas a interponerte, debería ser yo el que se encuentre así y no tú- hablo bajo sin acercarse.

-Oye Z, ven aquí- habló queriéndose levantar pero James la recostó nueva mente.

Zoen se acercó y se puso de rodillas frente al sofá en donde Alex se encontraba. Tomó su mano y besó su frente lentamente.

-No es tu culpa, yo decidí hacer esto y lo volvería a hacer mil veces si es por salvarte- acarició su mejilla.

Aparté la mirada, no me agradaba ver eso. Tomé mi chaqueta y caminé a la salida, ella estaba bien y eso era lo único que me importaba.

Alex.

Me levante con dolor de cabeza, para ser mas exacta, en la sutura que tenía. Los chicos me trajeron a casa y Zoen insistió en quedarse conmigo, así que ahí estaba, en mi cama ocupando todo el espacio. Salí del baño con el cabello mojado y un jeans con una blusa blanca, mi amigo seguía dormido así que bajé a hacer el desayuno. Cuando llegue a la cocina vi a Matt desayunando, rodé los ojos y tome algunas cosas para preparar el desayuno para Zoen y para mi.

-¿Te sientes bien? Supe lo del accidente-

-Estoy bien- hable borde.

No podía, lo veía y lo único que venía a mi cabeza es lo imbécil que se porto conmigo, lo amo con toda mi alma pero no se lo perdonaré fácilmente.

Entré a mi cuarto y escuché la ducha, dejé el desayuno en mi escritorio y acomodé la cama para luego abrir la ventana. Lucca estaba en el balcón, fumando un cigarro con solo un pantalón deportivo tapando su cuerpo. Nuestras miradas se cruzaron, como anoche cuando desperté luego del accidente, él estaba ahí y aún desconozco la razón. Sus ojos y los mios parecían no querer soltarse, hasta que Natalie salió de la habitación, vistiendo solo una playera que imaginó es de Lucca, abrazo a éste por la cintura y beso su espalda.

Volteé para entrar a la habitación y Zoen se encontraba detrás de mi con un jean ajustado y sin camiseta. Miró a mi vecino y levantó la mano saludándolo.

-¿Que hay Zoen?- habló Black mientras la morena volvía a entrar a la casa.

Entré a mi habitación tomando mi celular para recostarme en la cama. Estaba molesta y la razón era estúpida. Zoen entró a la habitación diciéndome que invitó a los Black a una fiesta que se hacia en casa de Chris, seguro Natalie iría con el, rodeé los ojos ante ese pensamiento.

...

Un golpe en las costillas seguido de otro en el rostro, Zac se movía rápidamente evitando alguno de mis golpes pero esos no pudo evitarlos. Me habia golpeado dos veces para concentrarme, mi cabeza se encontraba en otro lado y no podía evitar sus golpes. Un golpe en mi costilla me hizo reaccionar. Mi amigo me dio un leve golpe con el guante en el rostro.

-No sé donde esta tu cabeza Alex pero si vas a pelear así prefiero que no lo hagas, te harán daño.- hablo seriamente bajándose del cuadrilátero.

-Sabes que eso nunca ha pasado- hable bajando también.

-Me aseguraré de que eso siga asi- sabia que no me dejaría pelear asi que era hora de concentrarme y dejarlo en el suelo un par de veces.

-Revancha- hable ajustando mis guantes- Te dejaré en el piso Zacky- me burlé del apodo que le habia puesto su ex novia.

Logré dejarlo en el suelo unas 5 veces y eso le bastó para que me dejara pelear esa noche. Me llevó a mi casa y luego fue a ver a una chica. Ya saben, "necesidades que satisfacer".

Salí al patio trasero y comencé a hacer ejercicios, también a practicar técnicas.

-Linda vista- Dereck estaba apoyado en la puerta trasera de su casa. Decidí ignorarlo y seguir con mi entrenamiento, no necesitaba distracciones, debía estar lista. Me gustaba entrenar antes de cada pelea para aprender nuevas técnicas, y estar en forma. Unas gotas de agua y el impacto de un cuerpo con el agua de la piscina me hicieron parar, Matt estaba ahí, mirándome con arrepentimiento. Extrañaba a mi hermano pero era jodidamente rencorosa y odiaba que se comportara así, ya que no era la primera vez que lo hacia. Seguí entrenando, golpeando la bolsa que habia colocado hace unos años, cuando empecé con esto.

-Vamos enana, ¿No piensas perdonarme?- seguí golpeando el saco- Ya terminé con ella, ahora podremos estar bien de nuevo-.

Solté una amarga carcajada.

-Ahí esta tu problema- golpee fuertemente el saco- No es cuando tu quieras o cuando ya no tengas a la perra- otro golpe, seguido de muchos mas.

-Me equivoqué, lo admito. Pero no puedes ser tan dura conmigo- bufó.

Paré de golpear. Y lo mire mientras detenía el movimiento del saco.

-No tengo 17 años Mattew, no soy la misma niña que era cuando te fuiste. No sabes lo que soy ni lo que he pasado en estos tres años. No vengas con estupideces porque tu siempre preferiste a una zorra, que te engaña cada vez que puede, a tu propia hermana. No vengas a creer que puedes disculparte y que yo de imbécil te perdonaría. No es ni nunca va a ser asi. Si no te echo de aquí es porque también es tu casa, porque de no serlo, ya estarías en la calle- volví a golpear el saco y él entró a la casa. Golpeé con mas fuerza el saco, amaba a mi hermano y esto me estaba matando.

-¿No fuiste muy dura con él?- Dereck se entromete.

-No es asunto tuyo- respondí tajante.

En silencio entró a su casa. Pero a los minutos salió Lucca con el torso desnudo para ejercitarse según parecía, deje de golpear el saco para hidratarme un poco.

Mi vecino comenzó a golpear un saco que colgaba de un árbol en su jardín. Era rápido, sus golpes eran precisos y fuertes, parecía tener experiencia.

-¿Soy bueno?- hablo fuerte mientras seguía en lo suyo.

-Eres rápido, preciso y al parecer sabes lo que haces. No hay que olvidar que estas golpeando un saco sin movimiento. Ven, entrenemos un poco- dejé mi botella de agua en el suelo y tomé dos pares de guantes.

Cruzó la cerca que dividían su hogar y el mio.

-No te golpearé Alex- se pasó las manos por su cabello- Nunca tocaría a una mujer-

-Que buen hombre Black, pero tú tranquilo, es bajo mi consentimiento- tire un par de guantes que atrapó rápidamente. Lucca dudó, sus principios iban en contra a esto - Para que estés mas tranquilo sé defenderme y esto será parejo- sonreí.

-Lo haré, pero no te haré daño- comenzó a dar saltitos calentando.

-Oh cariño, soy yo la que no te haré daño- guiñe un ojo.

Cuando chocamos guantes y ambos sonreímos desafiantes supe que esto se pondría bueno.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora