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La lluvia caía fuertemente mientras el omega de cabellos degradados estaba envuelto en una colcha térmica, frente a él había una charola con galletas, dulces y frutos secos; a un lado de ésta una taza de chocolate

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La lluvia caía fuertemente mientras el omega de cabellos degradados estaba envuelto en una colcha térmica, frente a él había una charola con galletas, dulces y frutos secos; a un lado de ésta una taza de chocolate. Dos meses habían pasado desde que se declaró como inocente a Tsukasa y éste había casi prometido al alfa tigre blanco ganarse su confianza y el afecto de Senkuu; el padre se mantenía erguido y alerta puesto que sentía las feromonas de cierto león afuera de la casa, corrió la cortina con su derecha para poder verlo y efectivamente ahí estaba, al otro lado de la calle parado bajo la lluvia como esperando a ser invitado.

— ¿Señor Ishigami? — el mayor dirigió la mirada a la cocina que es el lugar de donde provenía la suave y linda voz de la omega Yuzuriha — ¿Tsukasa sigue ahí, verdad?

— También lo sientes, ¿no es así? — cerró la cortina y se sentó cerca de su hijo — no pensé que fuera tan insistente... ¿Crees que de verdad hablaba en serio ese día?

— Pues... — miró a la ventana cerrada y olisqueó al aire, atrapando el aroma a madera quemada de Tsukasa — supongo que sí... En realidad no entiendo las acciones de Shishio. ¿Era algo de Senkuu antes de...?

— Es cierto, nadie más sabe — tomó una galleta y la acercó a los labios del menor en espera de que abriera la boca — siéntate, ¿y el otro?

— ¡Taiju, ven! — tan pronto como la omega le llamó, éste salió también de la cocina con una manzana mirando a ambos en espera de una respuesta.

— ¿Ocurre algo?

— Ven, vengan — Byakuya palmeó uno de los sillones vacíos y ambos jóvenes obedecieron, dio un largo suspiro meditando lo que les diría — bueno... Quiero que estén informados... — de la nada bajó la voz al punto de que ambos jóvenes se inclinaron para escucharle mejor — ese día, Senkuu estaba en el instituto...

Ya era tarde como para que un alumno siguiera en el establecimiento pero él aún no se iba de ahí; su celo estaba próximo a suceder pero siempre es prevenido por lo que ya se había aplicado los respectivos supresores, las cámaras de seguridad en las puertas y portones del lugar captaron cuando salía del instituto con rumbo a casa y todo el panorama quedaba desolado, unos segundos después de eso hubo una extraña vibración que hizo temblar la cámara que grababa la calle y luego la silueta de Senkuu volvió a aparecer, a juzgar por sus movimientos y gruñidos se deduce que intentaba huir de algo además de que parecía agitado. Luego de eso una silueta más grande también apareció, el omega no tuvo de otra más que transformarse en su forma de tigre albino pero cuando giró para correr el alfa se convirtió en un león de dos metros y se abalanzó sobre él impidiéndole escapar, por lo que el tigre comenzó a lanzar arañazos y mordidas.

Ambos estaban aferrados a un abrazo casi mortal, Senkuu clavaba sus garras en costillas, espalda y cara mientras Tsukasa, en una maniobra inesperada, atrapó su garganta en sus fauces cortándole la respiración al instante a la vez que con sus poderosos brazos le apretaba el cuerpo al punto de romperle costillas, el omega solo podía gemir dolorosamente porque el aire no le daba para gritar, ya no podía respirar ni hacer ruido, se estaba quedando inconsciente y por lo tanto, débil y a merced de Tsukasa Shishio.

En algún momento de la lucha Senkuu logró zafarse de los colmillos en su cuello pero no pudo quitárselo de encima, ambos rodaron por el pasto golpeando la pared con fuerza saliéndose del panorama de cámara; Senkuu quedó inconsciente pero el león...

— Si no quiere continuar, nosotros-

— Está bien, Taiju... — hizo una corta pausa a la vez que suspiró entrecortado para luego continuar.

Las cámaras ya no grababan nada puesto que estaban en un punto ciego, por lo que lo único que quedaba era el audio, en él se escuchaban sollozos y gritos... Todos de Senkuu.

— ¡Señor Ishigami! ¡¿Se siente mal?! — la joven de hebras castañas se levantó rápidamente cuando el mayor dirigió una mano a su pecho y un gesto compungido se apoderó de su rostro. Byakuya solo sonrió forzadamente a la vez que le indicaba que todo estaba bien.

— Llamé a las autoridades correspondientes, a pesar de que me dijeron que debían pasar veinticuatro horas para buscarlo Mozu movió a su gente y bueno... Senkuu estaba en una de las esquinas del edificio frontal, su estado... — negó repetidas veces con la cabeza haciendo a sus cabellos alborotarse — solo se tranquilizó cuando sintió mi aroma... Solo a mí me dejó limpiar la marca.

— Debí acompañarle, no debí dejarlo solo — habló con dijes de culpabilidad el castaño — si hubiera estado ahí, otra historia se estaría contando...

— No pensemos en eso Taiju-kun, debemos ayudar al señor Ishigami y a Senkuu-kun a volver a la normalidad — una pequeña y dulce sonrisa se instaló en su rostro a la vez que posó una mano sobre el hombro de su compañero.

Una calidez de compañerismo y afecto embargó a los presentes, en ese momento Byakuya supo que no estaba solo y que contaba con dos personas maravillosas, una cambiaformas búho y un fuerte, resistente e incansable guepardo; mientras tanto afuera en la fría lluvia, un Tsukasa se mantenía destilando sus feromonas muy tenuemente a pesar de que se estaba congelando y ya no sentía las piernas ni las manos.

Después de todo, un omega solo puede estar tranquilo si siente la presencia de su alfa cerca.

Después de todo, un omega solo puede estar tranquilo si siente la presencia de su alfa cerca

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Tɪɢʀᴇs ʏ Lᴇᴏɴᴇs ☾︎ᵈʳ•ˢᵗᵒⁿᵉ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora