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Los dos actores están en una cena de profesión, se acaban de conocer. Terminan de cenar y luego había fiesta. A medianoche empieza a sonar música, la cena se había alargado un buen rato hablando de cosas de la vida. Carlos y Ricardo aún no habían hablado, solo se habían saludado al entrar.
Al sonar la música todos van levantándose de sus sillas y haciendo ambiente en la barra. Unos iban a pedirse cubatas y otros a hablar. Carlos ya se había levantado hace poco para ir a la barra, y mientras bebía la bebida que había pedido se acerca Ricardo.
Ricardo: Hola Carlos, cuantas ganas tenía de conocerte. Me encantó 45 revoluciones. Y Merlí por supuesto.
Carlos: Anda, Ricardo. Me alegra oír eso de un actor tan veterano como tu.
Ricardo: Seré veterano, pero sigo siendo peor actor que tu. Por cierto, me dijeron los del equipo de Cuéntame que quieren a un nuevo personaje, y quieren un estilo muy tu.
Carlos: ¿A si?
Ricardo: Sí, eso me dijeron. Bueno, ya contactarán contigo.
Carlos: Pues me hace mucha ilusión. Tú has salido toda la vida en Cuéntame y lo hacías muy bien. Por cierto me encantó mucho esta serie... ¿Como se llamaba?... A sí. Vivir sin permiso. Me gustó tu interpretación como chico gay.
Ricardo: ¿Tu también has hecho un papel gay en Merlí, no?
Carlos: Bueno, sí. Más o menos. Por eso te lo decía, que como chico hetero que soy, sé lo que se siente en un papel de ese tipo.
Ricardo: Ya... ¿Y tu tenías alguna técnica para las escenas de sexo?
Carlos: No sé. Ninguna. Yo me dejaba llevar.
Ricardo: ¿Y no te daba parón? En plan, como si no lo estuvieses haciéndolo bien.
Carlos: No, no mucho. Yo lo hacía como me salía y arreando.
Ricardo: ¿Y el morbo? ¿Eso no te pasaba?
Carlos: ¿Que si no me pasaba? A veces se me ponía dura.
